¿Qué sabes de los cuencos tibetanos?
Existen gran variedad de terapias y técnicas para mejorar nuestro equilibrio interno. Una de ellas es la terapia con cuencos tibetanos. Es interesante ver cómo a través del sonido nuestro cuerpo-mente-emociones se transforman para alcanzar un estado de paz interior.
Los cuencos tibetanos atraen por su sonido y su forma, su mecanismo es sencillo y no se requiere tener conocimientos musicales, con solo darle un suave golpe su sonido inunda el ambiente, el resultado siempre sorprende.
Cada cuenco está relacionado con un elemento, una nota musical, una parte del cuerpo físico, unos pensamientos concretos y unas emociones. Su eficacia se debe al hecho de que mueve la energía en diferentes áreas de nuestra vida, ejerciendo así una curación integral.
Me recuerda al mapa bagua que utiliza el feng shui para determinar cómo se mueve la energía dentro de nuestro hogar y cómo afecta/favorece a las diferentes áreas de nuestra vida, cuando armonizamos y desbloqueamos esas energías nos sentimos mejor y lo mismo ocurre con los cuencos tibetanos.
Un poco de historia...
Sabemos poco del origen de los cuencos tibetanos. Hay una teoría que dice que los primeros cuencos proceden del Tíbet y que fueron creados por los monjes, hace más de 3000 años. Cuenta una leyenda que cayó un meteorito que les proporcionó una aleación de metales "planetarios" con la que hicieron cuencos. Los utilizaban para comer y pedir limosna y al descubrir el poder de su sonido los incluyeron en sus ceremonias.
Los cuencos más cotizados y difíciles de encontrar están hechos de 7 metales, cada metal simboliza a un planeta: oro (Sol), plata (Luna), mercurio (Mercurio), hierro (Marte), plomo (Saturno), estaño (Júpiter) y cobre (Venus). Actualmente, los cuencos que podemos encontrar proceden la gran mayoría del Nepal y de la India y están fabricados con 3 o 5 metales.
Cómo actúan
Su sonido y vibración atraviesan el cuerpo desbloqueando nuestros centros de energía. Estimulan la actividad de las ondas cerebrales pasando de alfa a beta lo que nos lleva a un estado de relajación cerca de la meditación, y facilita la reestructuración de nuestros pensamientos y emociones.
Sabías que...
- Actúan como fuente de energía para todo el cuerpo.
- Eliminan el estrés, llenándonos de paz y tranquilidad.
- Reequilibran las emociones asociadas a pensamientos que han creado nuestras creencias, facilitando que podamos voluntariamente cambiarlas por otras más beneficiosas.
- A nivel físico eliminan tensiones que mantenidas en el tiempo pueden generar contracturas en nuestro cuerpo.
- Su uso regular contribuye en tu crecimiento personal y favorece una mejor relación con el entorno.
- Ayudan a superar periodos de crisis emocional por separación, enfermedad...
Cómo es una sesión de cuencos tibetanos
Lo habitual es utilizar varios cuencos tibetanos con diferentes notas musicales, cada uno corresponde a un centro de energía y a una parte de nuestro cuerpo. Se complementa la sesión con la Shungit (un mineral único que ayuda a desbloquear, regenera, limpia y protege) y con los cuencos de cuarzo cuya vibración actúa a un nivel más elevado.
Sesión individual
Cuando se realiza un trabajo individual, lo normal es que en la primera sesión y, tras una breve entrevista, la persona se tumbe en una camilla donde a través de la respiración y la visualización creativa se crea un escenario físico-mental ideal para empezar a trabajar a nivel energético con el sonido de los cuencos. Toda la sesión puede durar aproximadamente 60m.
Se puede utilizar esta técnica como masaje energético y en una sola sesión te sientes mejor, más descansado, positivo y revitalizado. Y, para las personas que desean trabajar algún aspecto concreto de sus vidas, o buscan un equilibrio interno duradero, pueden hacer terapia, se recomienda entre 6-10 sesiones para percibir cambios.
Sesión en grupo
Lo más aconsejable es realizar sesiones en grupos reducidos de 5-7 personas y una vez por semana, durante 60m recomiendo realizar una relajación a través de unos paisajes y combinando el sonido de los cuencos tibetanos se logra una relajación profunda que ayuda a liberar el estrés acumulado a lo largo de la semana.