¿Se puede llamar "masaje" al shiatsu?
Un cliente llegó a mi consulta la semana pasada y se sorprendió al ver que el shiatsu no se trataba de una mesa, un torso desnudo y unos frascos de aceites fragantes. Más tarde, por curiosidad, hice una búsqueda en Internet de 'shiatsu' en mi ciudad, y en la primera página de resultados el shiatsu figuraba como un "masaje erótico".
Entre los servicios ofrecidos en el baño turco de mi ciudad está el shiatsu, el "masaje" más caro de la lista. Ví pegada a una cabina telefónica la publicidad de un practicante de shiatsu que describía el shiatsu como un 'masaje terapéutico'. Los salones de belleza ofrecen el shiatsu entre masajes faciales y técnicas de tonificación del cuerpo, como si se tratara de un nuevo descubrimiento de la ciencia de la belleza. En todo el mundo se vende una silla mecánica que promete proporcionar "un masaje shiatsu" sin la intervención de la mano humana.
La palabra "shiatsu" está, sin duda, de moda. Es una palabra de moda utilizada a menudo por gente que no tiene experiencia real de la técnica. He visto quiromasajistas y esteticistas que, después de haber hecho un curso de iniciación de shiatsu, pasan a ofrecerlo en una larga lista de técnicas.
¿Hay algo de malo en esto? ¿Me debería de importar que haya gente con poco conocimiento del shiatsu dando masajes de diversos tipos y llamándoles "shiatsu"? ¿Me equivoco al preocuparme de que cuando llamamos "masaje" al shiatsu, desvalorizamos lo que intentamos hacer?
El ayuerveda, la homeopatía, la acupuntura, el reiki, la técnica alexander, la iridología, la reflexología, el tai chi, el yoga -- todos parecen tener su propia identidad. Pero, ¿cuál es la identidad del shiatsu? ¿Es realmente un masaje? 'Presión dedo' (la traducción de la palabra japonesa "shiatsu"), sin duda entraría en cualquier definición del masaje - y los mismos practicantes utilizamos a veces el término "masaje" porque es fácilmente entendida por el público. Sin embargo, mis clientes están de acuerdo en que el shiatsu no es un masaje: la experiencia de recibir shiatsu es completamente distinta, y sus efectos también lo son. Así pues, en mi experiencia cotidiana, veo que la identidad del Shiatu está oscurecida por su vinculación con el masaje.
Aun así, ¿por qué debería molestarme este tema? La sensación de bienestar que proviene del masaje y de muchas otras actividades, es saludable y "buena para nosotros". El contacto físico, como los abrazos y las caricias, es claramente beneficioso - incluso hasta el punto de producir 'milagrosos' cambios de humor y de estado físico, entonces ¿por qué no meter el shiatsu en la misma cesta?
Habrá muchas maneras de describir lo que hace el shiatsu, pero claramente, lo que le diferencia del masaje con el que se suele confundir (y lo que diferencia los practicantes experimentados de los inexpertos) es su complejo y sofisticado método de diagnóstica. Se va a un masajista y se le dice, "Me duele el cuello." "¿El cuello?" dice. "De acuerdo." Y trabaja el cuello. No se considera la gestalt del cliente. Un masajista no diagnostica a la persona entera, situándola en el contexto de su vida, sus aficiones, sus relaciones, sus miedos y aspiraciones, su trabajo, sus idiosincrasias, el equilibrio de sus elementos y sus energías heredadas. Igualmente, un principiante del shiatsu, incluso uno con mucha intuición y empatía, puede ser incapaz de dar a su cliente todo lo que el shiatsu puede ofrecerle, simplemente porque carece de experiencia en la diagnóstica.
Desde el punto de vista de la medicina tradicional china, el practicante de zen shiatsu ve lesiones en las emociones que afectan a los órganos y surgen desde nuestro interior para atacar nuestras capas protectoras y modificar nuestro comportamiento, mientras que las influencias externas de los elementos o los patógenos atacan las defensas e invaden los órganos. Síntomas similares pueden tener causas muy distintas. Es sólo mediante el estudio de la vida que lleva el indivíduo que el practicante experimentado puede ver de dónde pueden venir los ataques externos, o por qué existe discordia de larga duración en las emociones. El papel del zen shiatsu es identificar correctamente los patrones de las desarmonías, ayudar al cuerpo a rechazarlos y así restablecer su armonía fundamental - y esto sólo es posible con el entendimiento de toda la persona y su historia. El objetivo final es una duradera salud física y espiritual.
Para poner mi preocupación en un contexto moderno y incluso comercial, deberíamos pensar en el shiatsu como si fuera una marca que necesita preservar su imagen. Nos corresponde, a los practicantes, ayudar no sólo al público en general sino también a los médicos y demás profesionales de la salud a conocer el shiatsu y a comprender a través de él la diferencia entre tener sensaciones temporales de bienestar y realmente estar bien. A los practicantes de varios tipos de terapia complementaria les beneficia aclarar y diferenciar el shiatsu de las demás técnicas que practican, porque así resalta la diversidad de sus conocimientos.
Hasta allí, bien. Pero ¿cómo describir a la persona que lo desconoce, de forma clara y razonablemente concisa, qué es el shiatsu, sus origines y sus beneficios - sin por supuesto utilizar esa palabra imprecisa y desorientada: "masaje"? En una sola palabra no se puede resumir; intentémoslo en una frase. ¿Qué tal: "El shiatsu es una terapia que diagnostica las energías físicas y mentales para armonizarlas tratando los canales energéticos del cuerpo con presión, estiramiento y manipulación”? No es perfecto, pero es un empiezo. Sigamos charlando. ¿Más ideas?