La reflexología en el siglo XXI
A pesar del esfuerzo personal y colectivo de tantos reflexólogos que las últimas décadas hemos luchado por divulgar los beneficios de este método natural de salud, todavía se asocia a la reflexología como una técnica de relajación y bienestar momentáneo...
Todavia hay quien opina que está contraindicado el masaje inteligente en trastornos tales como infecciones, fiebres, parkinson, trombosis, etc...
Fijemos nuestra atención en los chinos. Ellos herederos de una práctica milenaria propia de su cultura emplean sin miedo ni prejuicios al reflexología ante cualquier enfermedad o estado sanitario del usuario. Pero ciertamente aplicar esta práctica precisa de un método, de unos criterios básicos y del conocimiento de la fisiología humana y de las patologías.
Cuantos tabúes existen todavía rodeando a esta práctica: que me pueden transferir la enfermedad, no poner los pies en línea con mi cuerpo, no aplicar en casos de fiebre o infección, contraindicado en trombosis...
¿Por qué rodeamos esta técnica de tantos requisitos innecesarios?.
La transferencia de enfermedades, si este fuese el caso, habría hecho desaparecer el ejercicio de esta práctica: nadie sacrifica su propia salud para el beneficio de otro.
La perspectiva energética, en linea con mi cuerpo, solo será válida si aplicas la reflexología desde una perspectiva energética, pero si consideras que unicamente estás enviando impulsos nerviosos a organos distales, no tiene sentido esa precaución.
Cuando hay fiebre, sintoma de una infección, se teme generalizar esa infección por activar la circulación sanguínea con el masaje...pero tenemos que plantearnos quién luchará contra esa infección en el propio cuerpo. El sistema linfático ¿verdad? pues ese es el que debemos activar a distancia...
En casos de trombosis, evidentemente nunca se estimula la zona corazón. Pero si sabemos quién limpia la sangre en nuestro organismo y que sistema degrada las macromoléculas, sabremos cómo intervenir a un afectado por trombosis.
En definitiva, el desconocimiento del funcionamiento reflexológico, la falta de criterio y no conocer la fisiología humana impiden sacar "más partido" de este método natural de salud que tantos beneficios aporta y que reduce al máximo la "sobremedicación" y la "automedicación" tan extendidas en nuestra sociedad actual.