Reflexología podal: la salud en tus pies
Cada órgano y parte de nuestro cuerpo tiene una zona refleja en los pies.
La reflexología es una técnica milenaria de diagnóstico y tratamiento cuyo origen está en la Medicina Tradicional China. Mediante un masaje en los pies que estimula distintos puntos reflejos del organismo, conseguimos equilibrar nuestro cuerpo devolviéndole así a su estado de salud natural.
A través de la reflexología pueden detectarse y corregirse desequilibrios en diferentes órganos, glándulas, huesos y músculos de manera prematura, previniendo enfermedades o ayudando a su detección temprana.
El estrés, las obligaciones diarias, la falta de tiempo para el placer y la relajación, generan en nosotros todo tipo de desequilibrios que bajan nuestras defensas y abren paso a diferentes tipos de enfermedades físicas y trastornos psicológicos.
Muchas de las enfermedades que la reflexología trata son ocasionadas por los problemas de la vida moderna.
Entre los enormes beneficios de la reflexología podal se encuentra el alivio de cualquier tipo de dolor, desde tensiones musculares, contracturas, dolores en las articulaciones hasta dolores orgánicos como gastroenteritis, cefaleas, dolores menstruales... Nos ayuda también a liberarnos del estrés diario induciendo a un estado profundo de relajación, activa nuestra capacidad de autocurarnos y nos reconecta con nuestro cuerpo para sensibilizarnos y escuchar sus necesidades; nos ayuda en la prevención de enfermedades y sobre todo, nos proporciona un gran equilibrio físico, mental y emocional.
La reflexología produce además una estimulación de las defensas del organismo y favorece la eliminación de residuos y sustancias tóxicas, estimulando los procesos de regulación naturales del organismo, por lo que se puede aplicar a cualquier paciente como terapia complementaria.
El tiempo que se dedica en una sesión depende del tratamiento que se siga, pero suele oscilar entre 30 a 60 minutos.
El número de sesiones variará en cada persona, lo habitual es que el cuerpo encuentre su equilibrio entre 6 y 15 sesiones, aunque dependerá del grado de respuesta de cada individuo.
Se trata de una terapia ideal para cualquier persona y edad: hombres, mujeres, niños, ancianos y hasta bebés y embarazadas.
Reflexología durante el embarazo
A partir de la semana 14 es cuando se puede iniciar un tratamiento de reflexología. Es a partir del tercer trimestre cuando la reflexología va a desempeñar un importante papel de apoyo para la embarazada.
Con la reflexología lo que vamos a evitar es que ciertos malestares como mareos, fatiga, anemia, estreñimiento, hemorroides, asma, hiperventilación, dolor de espalda, piernas y pies hinchados, ansiedad…no aparezcan.
Vamos a trabajar desde la prevención, ayudando a que el propio organismo de la mujer sea el que se vaya equilibrando y adaptándose por sí mismo a su nuevo estado.