Casas enfermas = personas con dolencias. Viviendas sanas = gente feliz
Inicio un ciclo de artículos basados en mi experiencia con la Terapia Ambiental. en los lugares habitados y la resonancia a la que estamos sometidos con el medio. Dado lo curioso de mis hallazgos, cosas que había leído con anterioridad, pero que al ser constatados a un nivel más profundo, adquirían una consistencia y una mayor transcendencia, que la previa comprensión mental, que había obtenido en su lectura. La amplitud de los hechos, requiere de darlos a conocer.
Me gustaría que me acompañarais en este nuevo caminar por la web de Saludterapia, ya que cada uno de estos hallazgos, los considero como un tesoro para mi evolución personal y me ha hecho vivir de lleno, el que conformamos una unidad cósmica, un TODO.
Ha de quedar claro, que el requisito para hacer una terapia en nuestra casa, no necesariamente es cuando nos encontramos muy mal en ella, o si ocurren acontecimientos extremos. Pues cualquier espacio habitado (vivienda o de ámbito laboral), está expuesto a una constante interacción con el enclave donde se encuentra ubicado y por tanto, todo lo que se encuentra en su interior, las personas que allí viven o trabajan, también se ven afectadas de esa misma sintonía ambiental, que define ese lugar, produciendo una resonancia a penas perceptible por nosotros, pero que nos afecta a nivel mental, físico o emocional.
Un tipo de comportamiento, ciertos hábitos, la forma de relacionarnos con los compañeros, nerviosismo con nuestros familiares…. etc. Podemos creer que todo ello, se deben a nuestro carácter y a veces, así es, pero también hay otras tantas, que las características del enclave donde esta ubicada nuestra vivienda, es la que está determinando esa conducta en nosotros.
Hay cosas que sin ser nocivas para nuestra salud, producen un estado emocional determinado, una forma de sentirnos y de comportarnos.
En un barrio de Madrid, pude constatar estas circunstancias. Esta persona, regresaba a su casa y en el momento que bajaba del metro, todas las ideas que tenía en la cabeza, para llevarlas a cabo cuando llegara a casa, conforme se iba acercando a su domicilio, se iban evaporando, hasta quedar todo ello, en agua de borrajas. Ignoraba que quedaba atrapada por la onda expansiva de la zona y perdía todo estímulo de vida.
Todas las mañanas, cuando se alejaba de su casa, se iba revitalizando y las ideas brotaban de nuevo, conforme se alejaba de la zona. Se analizaron las características energéticas del barrio y este conformaba una huella ambiental de no haber sido considerado por ayuntamiento en las propuestas de mejora que se pedía. En sí, el mensaje energético era: “para que me voy a esforzar, si no me van a reconocer”. Por tanto, era llegar a su barrio y se iba desilusionando por iniciar proyectos, toda su creatividad quedaba desvanecida.
Como vemos, este hecho, no es algo dañino, que altere nuestra salud, pero sí, que está impidiendo que vivamos con plenitud.
Lo que se pretende a través de esta terapia, es reestructurar energética y ambientalmente el lugar donde vivimos o trabajamos, para que así, obtengamos una mayor calidad de vida, al ser disuelto cualquier impedimento que había impregnado la zona.
Es relevante que se difunda a la sociedad, dado que la humanidad está evolucionando a nivel de conciencia interna, lo que nos hace, estar inmersos en un proceso de transformación personal, aumentando así, nuestra sensibilidad. Por tanto, surge la necesidad de que nuestro entorno más cercano, sea lo más armónico posible y esté equilibrado con todas las energías que circundan a su alrededor.