Hipnosis clásica vs hipnosis naturalista
Hipnosis, ¿qué es?
Los que pertenecemos a una generación anterior a nuestros hijos, recordaremos esos programas que se hicieron populares en TV donde los hipnotizadores de feria, provocaban en las personas que se prestaban a ello, ciertas respuestas graciosas, divertidas y aparentemente inocentes y carentes de peligro, pues no se le decía a ninguna persona que realizara actividades fuera de tono.
Actualmente, con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (Internet, libros digitales,...), la información circula con más fluidez y rapidez; pero no toda la información a la que podemos acceder es fiable y válida.
Si escribo la palabra “hipnosis” y ustedes la leen, a su mente consciente les va a llegar varias informaciones, a veces contradictorias: “la persona está dormida”, “el hipnotizador controla la mente de la persona hipnotizada”, “es un estado alterado de conciencia”, “está fingiendo”,etc, etc.
En lo que todos los estudiosos del fenómeno hipnótico están de acuerdo es:
- La hipnosis es un estado / proceso normal, y nada tiene que ver con cuadros patológicos.
- Debe existir una colaboración por parte del sujeto a hipnotizar.
- En principio, cualquier persona es susceptible de ser hipnotizada.
- El hipnólogo, es un profesional que posee los conocimientos suficientes sobre las técnicas de inducción y formas de abordaje en estado hipnótico.
- Durante la hipnosis se producen cambios neuroquímicos normales a nivel cerebral, activándose e inhibiéndose ciertas áreas cerebrales.
- Se producen respuestas de tipo ideo-sensoriales, ideo-motoras e ideo-emocionales.
El término hipnosis, se lo debemos al médico escocés James Braid (1795-1860), quien en 1843, publica su libro “Neurypnology, or the rationale of Nervous Sleep considered in relation to Animal Magnetism, Ilustrated by Numerous Cases of Succesful Aplication in Relief and Cure of Disease”; donde utiliza el término “hipnotismo” para referirse a un estado o “sueño nervioso”, que manifestaba era normal debido a la fijación y cansancio palpebral al mantener la mirada fija en un objeto brillante.
Actualmente existen varias definiciones sobre el término “hipnosis”. Como la finalidad de este articulo no es tratar sobre el concepto, aclararé que la hipnosis es “un estado fisiológico normal, donde se producen ciertos fenómenos fisiológicos, aparecen respuestas ideo motoras, ideo sensoriales e ideo-emocionales, debida a una focalización atencional estrecha; siendo un estado diferente al sueño fisiológico.”
Tipos de hipnosis
Para provocar el estado de hipnosis, lo podemos hacer utilizando varias técnicas y/o métodos. Todos ellos se encuentran dentro de los dos tipos de hipnosis o técnicas de inducción: las técnicas clásicas, directas, autoritarias y las de corte más permisivo, indirectas, las técnicas naturalistas.
Dentro de estos dos grandes grupos, podemos encontrar gran variedad de técnicas. Todas ellas, se basan el condicionamiento ideo-sensorial, ideo-motor e ideo-emocionales; lo que va a provocar en el sujeto una disociación de la conciencia, con lo cual, la persona será capaz de percibir los estímulos externos, pero al estar su atención focalizada en las sugestiones y/o órdenes que se les está transmitiendo, ésta no va a responder a dichos estímulos, pero sí a las sugestiones que el hipnólogo le está dando.
Técnicas clásicas
Estas técnicas se basan en proporcionar al sujeto que va a ser hipnotizado una serie de sugestiones específicas orientadas a conseguir un estado de relajación profunda, como paso previo al estado de hipnosis, o bien, se daba una orden directa y autoritaria al sujeto: ¡DUERME!, y la persona entraba en un estado parecido al sueño, donde respondía a las peticiones del hipnólogo.
Este era el tipo de técnicas que se han estado empleado durante bastante tiempo, tanto en consulta como en hipnosis teatrales, por lo espectacular del fenómeno, lo que conllevaba un refuerzo en la idea (errónea) que el hipnotizador dominaba la mente de la persona, ya que conseguía hacer entrar en estado de hipnosis a cualquier persona, con el simple hecho de ordenarle que durmiera.
Como técnicas autoritarias podemos citar:
- Técnica motivacional de W. Kroger. (Kroger, 1974).
- Técnica de fijación de la mirada. (Propuesta por Braid).
- Técnica del apretón de manos.
- Método del balanceo postural (Watkins, 1949).
- Técnica de la moneda.
- Etc.
Estas técnicas se pueden realizar bien con los ojos abiertos (fijación ocular), bien con los ojos cerrados (apretón de manos, relajación progresiva, visualizaciones creativas dirigidas,...).
Técnicas naturalistas
Al igual que las anteriores, éstas persiguen también la inducción del sujeto al estado de hipnosis. Pero difieren, en que éstas son más permisivas, es decir, las sugestiones son más abiertas, menos autoritarias, directivas, en la línea de: “...ahora tu mano se va a volver muy ligera, tan ligera que se va a ir elevando, como si tu mano estuviese llena de un gas ligero,...muy ligero,...”. Como bien ha podido percatarse el lector, aquí no se indica qué mano va a subir, ni cuando, es el propio sujeto el que va a levantar una de sus manos, la que él decida.
Dentro de estas técnicas, podemos encontrar:
- Técnica de levitación del brazo.
- Técnica de confusión de Erickson.
- Técnica de la catalepsia.
- Técnica de la televisión,
- Paisaje idílico,
- Técnica de la pizarra.
- Etc, etc,...
Lo mismo que las directas, se pueden realizar con los ojos abiertos o cerrados. Como más guste al sujeto a hipnotizar. Las sugestiones serán siempre de carácter permisivo, orientativo, como sugerencias abiertas del tipo:” Ahora imagina una playa,...es la playa de tus sueños,....observa las olas cómo rompen suavemente en la orilla,....siente la arena en tus pies descalzos,...siente su textura, su temperatura agradable,...”
O bien, siguiendo las orientaciones de Milton Erickson,: “...en unos instantes comenzaras a sentir que uno de tus dedos, no se cual, y creo que ni tú tampoco, va a comenzar a elevarse....Puede ser un dedo de tu mano derecha o bien de tu mano izquierda, lo que sí se, al igual que tú, que uno de tus dedos va a elevarse, incluso creo que ya lo está haciendo, y tras é toda tu mano se elevará,....” Sugestiones de tipo más permisivo, provocando en el cliente incertidumbre y expectativa, que el gran maestro de la psicoterapia hacía con arte y maestría.
Para terminar
¿Cuál de las dos técnicas es la más adecuada?, Se preguntará el lector. Pues la respuesta es bastante sencilla, y creo que tú ávido e inteligente lectora o lector ya has deducido: la elección estará en función del cliente a hipnotizar, a saber, según las características personales, emocionales, situacionales del sujeto.
Esto quiere decir, que tras obtener un perfil psico-emocional del sujeto, previa entrevista, sabremos qué piensa de la hipnosis, qué sabe acerca de ella, cuales son sus gustos, aficiones, miedos, temores,...Así como, de la situación actual del sujeto, es decir, si está nerviosa o nervioso, si está tenso o relajado, si se ha establecido correctamente el rapport entre ambos, ya que lo que puede ser aceptable en una sesión no tiene por qué serlo en otra. También va a influir otras variables como la personalidad del hipnólogo, su caché, su empatía hacia su cliente.
Un consejo, siempre hay que respetar al cliente, en todos los aspectos: emocionales, personales, ideológicos, filosóficos, éticos, morales,... podremos estar de acuerdo o no, pero para que la hipnosis funcione hay que tener en cuenta una serie de premisas ineludibles e imprescindibles: establecer un buen rapport, tener y transmitir empatía con el cliente, aceptar el sufrimiento del cliente y sus quejas, nunca dejarse embaucar `por los hipnotizadores de feria, ya que el espectáculo puede tener un precio muy elevado para el sujeto.
Por supuesto, buscar a un hipnólogo profesional con una buena formación y trayectoria en hipnosis. Hay muchos hipnotizadores pero pocos hipnólogos.
Finalizando, debo aclarar que este artículo sólo hacer referencia a las técnicas de inducción, NO al abordaje terapéutico en y por hipnosis. Esto será tema para otro articulo.
Referencias bibliográficas:
- De Liguori, C. (1988). “El gran libro práctico del hipnotismo”. De Vecchi.
- Kroger, W. (1974). “Hipnosis clínica y experimental”. Tomo I. Glem. Argentina.
- Procter, H. G. (Comp.) (2001). “Escritos esenciales de Milton H. Erickson” Vol. I. Piados.
- Yapko, M.D. (2006). “Lo esencial de la hipnosis”. Paidos.
- (2008). “Tratado de hipnosis clínica”. Palmyra.