Los principios del reiki, una verdadera medicina para el alma
El Reiki es una técnica de sanación muy sencilla de aprender y muy respetuosa con las creencias de sus practicantes ya que no es una secta ni una religión. No obstante, sí que se apoya en cinco principios que si los siguiéramos a rajatabla seríamos los seres más felices del planeta. Aunque no estés iniciado en Reiki, o ni siquiera sepas qué es el Reiki, te aconsejo que intentes seguirlos y ya verás cómo te vas liberando del sufrimiento.
Estos principios los introdujo el Sensei Mikao Usui en sus enseñanzas con el fin de que sus alumnos aprendieran la verdadera esencia del Reiki: alcanzar la paz interior, ser felices y ayudar a los demás a que también lo logren. Extrajo estos preceptos de unos poemas del emperador Meiji, que era el gobernante de Japón en aquella época y se dice que Usui era su consejero espiritual.
- Sólo por hoy no te enfades. Obsérvate, mira cuántas veces te enfadas a lo tonto porque tu compañero de trabajo ha puesto el aire acondicionado y te molesta, o que tu hijo se ha dejado las cosas tiradas por medio, o que tu jefe parece valorar más a un compañero que a ti, que te han pisado en el metro… etc, etc, etc… ¿no te das cuenta que son tonterías y que no merece la pena enfadarse por eso? y bueno, pienses que se trata de algo muy gordo, no te aporta nada enfadarte ya que te envenenarás.
- Sólo por hoy no te preocupes. Nuestra mente se monta unas películas increíbles de las cosas horribles que nos podrían suceder en el futuro y que “para más inri” la mayoría de las veces no suceden. Como dijo Shantideva: “si algo tiene solución, ¿por qué te preocupas? y si no la tiene, ¿por qué te preocupes” porque te pongas como te pongas el tema no se va a solucionar y si se ha solucionado, pues ¡genial!. Hay que “ocuparse” en lugar de “preocuparse”
- Sólo por hoy sé agradecido. Siempre pensamos que seremos felices cuando tengamos pareja, cuando nos compremos el coche tal, cuando tengamos el trabajo cual… pero no valoramos lo que tenemos aquí y ahora. A veces no valoramos que es un lujo poder ir solo al baño sin necesidad de ayuda, que tenemos salud, familia, que al levantarnos respiramos y estamos vivos; la lista de cosas que agradecer es infinita.
- Sólo por hoy sé amable con los demás. Crea un ambiente amable a tu alrededor, sonríe a los demás, ayúdales en todo lo que puedas. Esto es el amor incondicional, hay que amar a todos los seres por igual, incondicionalmente. Si alguien no nos corresponde es porque no puede o no sabe, todavía tiene que evolucionar. Si das algo a alguien, ha de ser de forma incondicional, sin esperar nada a cambio, porque a lo mejor esa persona no tiene nada en ese momento para corresponderte pero quizás, otra persona que conoces poco o no conoces de nada sí que te da algo o te hace un favor; así funciona el universo.
- Sólo por hoy trabaja honradamente. Como son escritos traducidos del japonés, se han encontrado dos interpretaciones. Una de ellas es lo que dice, trabajar honradamente, cumple los horarios y disfruta de tu trabajo. La segunda interpretación, que para mí tiene más sentido, es que te trabajes a ti mismo, que te estudies para ver qué aspectos de tu vida hay que corregir (miedos, angustias, ira, apegos, celos….) y trabájatelos para liberarte de ellos.
No hay que aprenderse estos principios como un papagayo, sino interiorizarlos y practicarlos aquí y ahora, día a día, de ahí viene el “sólo por hoy”… y un día verás que “¡zás!” automáticamente te sale no enfadarte, no sufrir, amar a los demás... Te garantizo que seguir estos principios es la mejor medicina del alma para alcanzar la paz interior y la felicidad.