El nivel del comportamiento en Coaching II
Siguiendo con el nivel del comportamiento iniciado en el anterior artículo, para optimizar nuestros esfuerzos, es conveniente conocer los ritmos naturales de nuestro cuerpo y, de este modo,delimitar las secuencias de tareas a emprender a lo largo del día. Hay personas, por ejemplo, que rinden mejor a primera hora de la mañana y otras no se concentran bien hasta bien entrado el mediodía. Este sencillo dato, que no siempre tenemos en cuenta, nos puede servir para organizar nuestra vida laboral y personal, teniendo en cuenta las horas de mayor energía física para las tareas que requieran mayor concentración y/o esfuerzo y las horas “de bajón” para las que no requieran un estado interno de excelencia.
El coaching clásico centra su actividad en este nivel, con el apoyo de los niveles entorno y capacidades y encuentra su correlato en la psicoterapia de inspiración conductista; no obstante el llamado Coaching con mayúsculas tiene en cuenta los otros niveles descritos. No debemos menospreciar por ello el trabajo con el comportamiento pues, si bien es cierto que las creencias, la actitud y la emocionalidad preceden a la conducta, no lo es menos que un comportamientodeliberadamente escogido, fuera de la zona de comodidad y resueltamente mantenido influye en las creencias y en el sentir.
Una pregunta inspiradora tras adoptar una nueva pauta de comportamiento es la de...¿Cómo me define más posibilitadoramente esta nueva conducta emprendida y resuelta en este momento?, esta es una pregunta que nos lleva al nivel de la identidad desde el estrato del comportamiento.
A menudo podemos constatar que un nuevo comportamiento, una vez enfrentado resueltamente, no era tan difícil o comprometido como temíamos, a poco que nos auto-observemos detectaremos pensamientos automáticos, a menudo de tendencia catastrófica que nos impiden una mayor ductilidad en nuestro actuar.
Otra forma de trabajar con el comportamiento es la del modelado (así llamado en PNL), que es una forma algo más especializada del Role Playing, básicamente se trata de un entrenamiento, ante un grupo de compañeros, colegas o ante un coach, “como si” estuviéramos ya comportándonos de ese modo.
Para quien no conozca estas técnicas un símil parecido sería el de un ensayo teatral, en el que adoptamos las conductas, actitudes, palabras, gestos etc., deseados, bien sea con un modelo real, ficticio, o producto simplemente de la imaginación. Este sistema de entrenamiento se utiliza a menudo en los grupos de adiestramiento de vendedores.
La psicóloga chilena Susana Blog en su libro “Alba Emoting - bases científicas del emocionar” describe un sistema de intervención en la conducta basado en la atención a los, llamados por ella, patrones efectores para generar emociones controladas. En su modelo parte de seis emociones básicas, Rabia/agresión; Erotismo; Ternura; Alegría/risa; Pena/llanto; Miedo/ansiedad, y añade un estudio detallado de los tres patrones efectores que las inducen, a saber: respiración, postura corporal y gestualidad.
Desde esta base ha implementado un sistema científico de inducción de emociones a partir de los componentes conductuales descritos. El modelo descrito fue puesto en experimentación con actores, algunos de ellos habituados al llamado “Método Stanislavsky”, con unos resultados sorprendentes, especialmente en lo relativo a la rapidez para inducir y salir de los estados emocionales. Las conclusiones de esta autora se han incorporado como una de las aportaciones importantes al llamado Coaching Corporal.
No podemos olvidar tampoco los patrones sutiles que influyen en la conducta como la conciencia corporal y la sensación sentida (concepto heredado del focusing) la relajación, la atención a la calidad y tipo de respiración (abdominal, costal, torácica y clavicular), para transmutar los actos automatizados en comportamientos conscientes. Respirar correctamente no sólo proporciona una mayor energía orgánica, también es un valioso aliado contra el estrés. El sólo hecho de detenerse cada hora para realizar cinco respiraciones profundas y pausadas, es un recurso muy útil para mantenernos alerta y relajados; no lleva más de un minuto por vez, y no requiere apartarse de las actividades cotidianas.
Para finalizar una reflexión y dos preguntas:
No recuerdo dónde leí que “hasta que la sabiduría no está en el músculo, no se puede hablar de conocimiento“.
- ¿Qué es lo que siempre has querido hacer pero has pospuesto indefinidamente?
- ¿Qué harías si tuvieras tiempo y la certeza de que no puedes fallar?