Reiki, ver para creer
William Shakespeare escribió en Hamlet: "Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio,de las que sueña nuestra filosofía " ¡Bien cierto!
Y definitivamente el Reiki es una de las cosas con las que la mayoría de la gente no sueña. Sin embargo, en mi experiencia, Reiki es una técnica de sanación energética viable, verificable y con grandes resultados.
Veamos un momento la definición de Reiki. Se trata de una palabra japonesa que significa “Energía Universal” (“rei” = sabiduría espiritual; “ki” = energía vital). ¿Qué significa? Bien, cuando éramos pequeños nos enseñaron en ciencias que todo vibra – las rocas, los átomos, el aire, los fluidos, incluso las personas. Un practicante de Reiki es alguien que ha elevado su nivel vibratorio al haber sido iniciado por un Maestro de Reiki, con lo cual tiene la capacidad de sentir las vibraciones energéticas sutiles de otras personas.
Cuando alguien tiene dolor físico o está sufriendo mentalmente, esta energía hace que se le bloqueen los chakras o centros energéticos. Un practicante de Reiki puede notar estos bloqueos y, poniendo sus manos en los diferentes chakras puede canalizar la energía para que ésta los elimine. El practicante de Reiki es un canal a través del cual la energía fluye (de ahí “energía vital universal”).
Dado que el practicante es un mero canal, él o ella no dirige la energía, con lo cual el Reiki es siempre beneficioso (por ejemplo, no te tienes que preocupar si la persona que te da una sesión de Reiki te puede transmitir sus negatividades o preocupaciones).
Entonces, Reiki es cuestión de “ver para creer” ¿verdad? Siempre que doy Reiki me pregunto si va a funcionar, y si me estoy imaginando los resultados. Pero, ¿sabéis qué? ¡eso nunca ocurre!. Jamás he tenido un cliente que no haya experimentado nada en la camilla de Reiki. Algunos sienten calor, otros oyen sonidos, ven colores, o experimentan una gran paz, relajación y bienestar.
¿Sigues siendo escéptico? ¡no te culpo! Pero te recomiendo que, si eres curioso pruebes una sesión de Reiki.
Al igual que el Reiki te parece cuestión de “ver para creer”, a continuación tienes una serie de cosas que aceptamos como reales.
1. El viento
¡Vale! En este caso no hay mucho que explicar – no lo puedes ver, pero lo puedes sentir. Puedes apreciar la presencia del viento en cómo afecta a objetos sólidos como los árboles, la ropa tendida, etc... Piensa cómo describirías qué es el viento a un marciano: “Bueno, sí... es una fuerza invisible que no puedes ver ni tocar pero que, si es lo suficientemente fuerte, te puede tumbar...”. Una descripción muy parecida al Reiki, pero tranquilo que sólo aporta bienestar, ¡no te va a tumbar!!!!
2. La música
Se puede escuchar y sentir la música, pero no se puede ver. Nos puede hacer llorar, reír, enfadar (si es muy estruendosa), pero no sabríamos decir exactamente por qué nos hace sentir. Una vez más nos preguntamos por qué una serie de sonidos nos puede relajar o excitar, simplemente al escucharlos y sentirlos.
3. Una fragancia
El mismo caso – el olor a bizcocho nos lleva a nuestra infancia; un aroma nos puede transportar en el tiempo y el espacio más que ningún otro sentido. ¿Cómo es que esta fuerza invisible está tan fuertemente conectada con la memoria y las emociones?
4. Partículas subatómicas
En el cole hemos aprendido que a veces los científicos creen en cosas sin ser capaces de verlas; pueden ver los efectos de partículas subatómicas (radiación, fusión, fisión…) pero no las partículas en sí.
5. Amor
Sabemos cuándo lo sentimos, pero es difícil describir con precisión la emoción específica que sentimos hacia otra persona. Si alguna vez te has enamorado, sabrás lo pequeña que se queda la palabra “amor” para describir con detalle lo que sientes. Nunca podremos describir el amor perfectamente, pero sabemos qué es el amor verdadero.
¿Has visto? Cinco cosas invisibles que sabemos que son reales, que sentimos que son reales. Cada uno de esos fenómenos invisibles existe porque genera una vibración; pues con Reiki pasa exactamente lo mismo. Has sentido vibraciones positivas en infinitas ocasiones: cuando entras en un lugar muy agradable te relajas, o cuando ves un bebé te inspira ternura y sientes mucho amor… infinitos ejemplos ¿verdad? Pues con el Reiki pasa igual; aunque la energía Reiki es invisible, su vibración te hará sentir infinitamente mejor, relajado y con paz interior, haciendo que te liberes del estrés, de la ansiedad, del insomnio, sanando tus dolores físicos (si los tienes….). ¡Pruébalo!