Luz celular y homeopatía cromática
Se ha comprobado que la luz que emiten las células vivas, tiene un propósito de regulación y comunicación intracelular y extracelular y con su entorno. Un desarreglo de esa emisión es señal de que sus funciones no están en equilibrio. Una función de la terapia de la homeopatía cromática, es buscar suplir y/o equilibrar los requerimientos energético-cromáticos del paciente en su ámbito físico celular.
Una síntesis del trayecto que han llevado las investigaciones respecto a la emisión de luz por las células se presentan a continuación.
El científico y filósofo ruso Georges Lakhovsky desarrollo en 1920 un axioma que decía que: "Cada ser vivo emite radiaciones". Decía que las células de un ser vivo están en resonancia con las radiaciones que provienen debajo de él, es decir las de la tierra y con las que están por encima, es decir, la radiación solar y la cósmica. Y que cuando esto ocurre en consonancia y de manera armónica hay vitalidad y bienestar.
En 1922 el biofísico ruso Alexander Gurtwitsch, concluyó que entre plantas de una misma especie había una interacción a través de emisión lumínica, al acercarlas en ciertas condiciones. Esto lo corroboró Denis Gabor nobel de física en 1974.
La luz tiene un papel importante en los procesos celulares. Los italianos Laura Colli y Ugo Facchini en 1954, comprobaron que los germinados de diversas semillas de cereales emiten luz, como ondas lumínicas que se distribuyen desde la franja verde hasta la roja del espectro.
Los científicos rusos Vlail P. Kaznacheev y L. P. Michailova, teniendo aisladas colonias de células en recipientes de cuarzo, demuestran el intercambio de fotones y de información lumínica que influencian sus reacciones bioquímicas. Por ejemplo si en una colonia aislada así, se contamina por un virus, las otras también enferman, aunque no contienen el virus. O si se introduce un tóxico en una, la otra reacciona igual, sin embargo, al analizar la última no contiene la sustancia tóxica. Comprobaron que las células vivas de una colonia transmiten información de su estado, a través de ondas lumínicas, a otra colonia de la misma especie, separadas por un cristal de cuarzo. Separación que deja pasar solo las emisiones lumínicas, incluida la ultravioleta. Lo comprobaron después de más de 5000 experimentos. Kaznacheev y Michailova concluyen diciendo que: "Las células vivas emiten normalmente una corriente fotónica constante. Esta corriente se modifica de modo brusco cuando un virus penetra en las células: ocurre una exaltación de radiación – calma - nueva exaltación y después extinción progresiva de la radiación en ondas múltiples hasta la muerte de las células".
El científico Fritz Albert Popp, del Instituto Biofísico para la Investigación celular de Kaiserslautern en Alemania, descubre que las células vivas se comunican a través de radiaciones lumínicas, radiaciones ultra tenues que él denomina biofotones; "La radiación emitida por las células vivas tiene una función de regulación y comunicación intra y extracelular. Los biofotones desempeñan un papel específico e importante en la biocomunicación".
Popp junto a un colaborador del departamento de Biología Celular de la Universidad alemana, presentaron en 1981 las investigaciones en el campo de la emisión fotónica en biología, sobre la demostración de que el A.D.N. es una fuente importante de la radiación celular ultra-débil. Demostró también que la adición de sustancias tóxicas a cultivos celulares modificaba significativamente su emisión fotónica. Un sistema muestra un desajuste en la emisión de fotones siempre que sus funciones ya no se encuentren en un estado de equilibrio. Definió la intensidad de emisión en la superficie de los tejidos vivos en el orden de 10 a 1000 fotones por centímetro cuadrado y por segundo.
La actividad fotónica celular fotografiada: Con el desarrollo de sensores CCD, Masaki Kobayashi del Tohoku Institute of Technology de Japón, ha conseguido fotografiar la emisión de biofotones macroscópicamente; confirmando la correlación entre actividad metabólica y emisión biofotónica que describe Popp. Existen evidencias que indican que es necesaria la colaboración de una intensa actividad fotónica dentro de la célula para que la reactividad química alcance la magnitud que de hecho alcanza en ella.
El biofísico nuclear ruso Pjotr Garjajev descubre que ciertas secuencias del ADN se pueden influenciar con sonidos y frecuencias de luz apropiadas.
La mente funcional en un sistema orgánico, conciencia del biosistema e híper comunicación
Las funciones de un sistema orgánico, de un órgano como puede ser el hígado, siguen un orden y unas directrices de manera inteligente para que se realicen las funciones que le corresponden. La fuente que transfiere tal guía se podría entender como la "conciencia del biosistema". En biofísica se le llama híper comunicación a dichas directrices... Algo parecido al shen del órgano de la MTC.
Los biofotones son resultado o efecto de la "conciencia del biosistema" que transmite sus pautas organizativas, reguladoras; para realizar las funciones vitales correspondientes. Cuando por alguna causa los constituyentes estructurales no pueden responder a la inteligencia organizativa del subsistema orgánico, es decir a las directrices: entonces hay una disfunción. En el otro sentido, también cabe pensar en alteración o carencias en las directrices... En este caso hablamos de la fuerza vital. Detrás de los biofotones está la fuerza vital o energía vital, que tienen todos los seres vivos. Esta energía también actúa en pro de la vida de forma inteligente, es organizativa, mantiene las estructuras físicas, las nutre y vitaliza. Un desarreglo en la energía vital es el inicio de una disfunción que al tiempo se manifestará como enfermedad a nivel físico.
Alteración del flujo lumínico celular
Si un desarreglo en la biocomunicación o en la regulación intercelular biofotónica, es corregido por un factor estabilizador de la información, un factor capaz de retornar al estado natural (o aceptable) de flujo vital y biofotónico, dentro de las posibilidades bioenergéticas y estructurales biológicas, entonces cabe pensar en un retorno a la estabilidad, un retorno a la salud. Una función de la homeopatía cromática es la de suplir y/o equilibrar los requerimientos energético-cromáticos del paciente, tanto en su ámbito físico celular como en el psíquico y bioenergético.
La eficiencia de un remedio como el cromático, es la capacidad de alcanzar una meta curativa, usando la vía de menor resistencia o usando los mínimos recursos de la economía vital del paciente. El remedio cromático tiene una capacidad "sobre incluyente", por lo que reduce grandemente el uso de otros medicamentos y minimiza esfuerzos en la economía vital. Su acción curativa va de lo interior a lo exterior de forma efectiva.
El color como forma terapéutica se ha usado desde tiempo, pero en el caso de la homeopatía cromática, no se usa la luz de color tal cual, sino que se trata de los distintos niveles energéticos del color, extraídos de la esencia del color a través del proceso homeopático de preparación; manifestando así importantes capacidades terapéuticas inherentes en la esencia de la luz de la gama visible de la luz solar. Detrás de cada color se esconde una información sutil.