La homeopatía cuestionada
Muchos se preguntan ¿Es efectiva la homeopatía más allá de cierta dilución o potencia?
Una crítica común que recibe la homeopatía es que los remedios a partir de cierta dilución, ya no contienen materia o átomos de la sustancia original con la cual se inició la preparación y, por eso, desde algunos sectores, se duda de su acción o eficacia a partir de dicha dilución.
Para entender este cuestionamiento, primero veamos, en términos generales, cómo es el proceso de preparación de un remedio homeopático, para que el lector no versado tenga una idea.
Cómo se prepara un remedio homeopático
Primero se parte de una sustancia que puede provenir del reino mineral, vegetal, animal, también de exudados de enfermedades, parecido a lo que la alopatía usa en las vacunas, como por ejemplo en la tuberculosis; los nosodes. Los llamados imponderables, como el que se origina de los rayos X. De sustancias químicas como remedios de farmacia, como por ej. Plenur (carbonato de litio) que se preparan por los efectos iatrogénicos de su uso continuado y siguiendo el principio de similitud que usa la homeopatía. En abuso de drogas como podría ser el LSD, etc. Pero para el caso que nos ocupa, es suficiente con saber esto.
Hasta aquí hemos hablado del origen o naturaleza de donde provienen los remedios, ahora vayamos a la preparación.
Con fines didácticos vamos a tomar como ejemplo la preparación de un remedio de origen vegetal, luego la idea se puede extender a los demás. En un remedio de origen vegetal, primero se obtiene la tintura madre que es un macerado elaborado bajo unas normas tradicionales de la farmacopea. Se selecciona la parte de la planta, raíz, hojas, etc. o la planta entera según el caso. Con la previsión que ha de ser una planta sana, natural, que no haya sido tratada con pesticidas, ni sustancias químicas... en fin, sana y natural. Después del tiempo necesario de maceración y siguiendo todas las normas establecidas en la farmacopea, se obtiene la tintura madre, que es la base de la preparación. Es de notar que algunos remedios en este estado, el de tintura madre, y sin ser tóxicos, ya presentan propiedades terapéuticas reconocidas y se pueden utilizar para ese fin, hay aquí un paralelismo con la fitoterapia y el uso de plantas medicinales en extracto, maceración, infusión, etc.
Preparación de las diluciones
Un remedio homeopático se prepara en distintas diluciones, gradaciones o las también así llamadas potencias. Hay varias formas: La Decimal, la Centesimal, la Korsakoviana y otras. Con que expliquemos una sola, por ejemplo la preparación Centesimal, nos servirá para nuestro propósito. Es como sigue:
- Se toma una parte de la tintura y la diluimos en 99 partes de agua pura, o también puede ser agua con un poco de alcohol. Estos solventes se consideran inertes y sirven de vehículo, a veces el alcohol sólo se usa en la última dilución como preservante.
- Además de diluirla se agita o sacude fuertemente unas 100 veces, con una máquina dinamizadora creada para tal fin; así se ha obtenido la 1CH. Para obtener la potencia siguiente la 2CH, se vuelve a repetir el proceso, pero ahora se toma una porción de la 1CH obtenida y se diluye en 99 partes de agua o agua con alcohol y se agita nuevamente 100 veces con el dinamizador. Y se va repitiendo; es un proceso iterativo y continuado, para ir obteniendo las dinamizaciones subsiguientes.
- Así, en la dinamización "n" se toma una parte de la "n -1" se diluye en 99 partes de agua y se agita 100 veces. Se ha observado con la espectroscopia, en particular la espectrofluorimetría, que algunas sustancias ya alcanzan su estado energizado máximo a las 70 agitaciones, sacudidas o dinamizaciones, aproximadamente, aunque se impriman 100 o más ya no se incrementa.
El cuestionamiento
Ha habido algunos críticos que dicen que, según el principio de Avogadro, en cierta dilución ya no habrá materia. Ese principio establece una cantidad de 6,02x10²³ átomos para un mol de sustancia (el peso en gramos de su peso atómico). Así tanto 12g de Carbono, como 23g de Sodio, 32g de Azufre o 108g de Plata tienen todos ellos esa misma cantidad de 6,02x10²³ átomos.
Según esto, entonces ha de ocurrir que, en diluciones sucesivas llegará un momento que no habrá más materia, no habría de haber más átomos de la sustancia original. Por ello se deduce que si ahí no hay más del principio material de la porción de tintura madre que se utilizó en un inicio, alcanzada cierta dilución, (establecida en la 12CH), entonces ese remedio a partir de ahí ha de ser un placebo, porque al no tener porción alguna de la materia inicial, tampoco puede tener ningún efecto curativo. Este razonamiento es, como se puede ver, materialista, y en la práctica se evidencian unos resultados opuestos, que lo contradicen, aunque no sean explicables bajo ese marco referencial. En la práctica se han comprobado resultados no sólo hasta la 12CH, sino a la 30CH que es muy común en homeopatía y a la 200, la 1.000, la 10.000 y superiores. Resultados que desde hace más de 200 años se vienen observando. ¿Entonces?
El razonamiento basado en el número de átomos de Avogadro es lógico, aunque en esto se olvida que no son sólo diluciones. En cada dilución hay además 100 dinamizaciones o agitaciones fuertes; así en una 30CH la proporción de sustancia traslapada ha recibido 3.000 agitaciones, la 200CH, 20.000 y así. No se ha estudiado aún en física este proceso y de cómo puede alterar, modificar o influirse la solución debido a la presencia de varias energías, como puede ser la energía de colisión aplicada en cada impacto de la dinamización sobre el líquido, un impacto proveniente del exterior al sistema, es decir, que añade energía. Los impulsos sucesivos acumulados. O la energía cinética del movimiento molecular en aceleración de ida y vuelta dentro de un frasco.
No se sabe cómo esas energías implicadas en el proceso y que actúan cada vez que se hace una nueva potencia, pueden por la evidencia práctica, trasladar las capacidades terapéuticas de las sustancias, intensificarlas y/o extraer otras nuevas capacidades a la nueva potencia cada vez. Factores que seguro la física o la fisicoquímica podrá explicar en su momento.
Algunos ejemplos de sus resultados
Recuerdo un caso en que una amiga tenía 2 gatas y una de ellas era muy celosa, no se podía acariciar a una sin que la celosa se interpusiera. Al darle la comida a la una la celosa la quería acaparar y así con todo. Le receté Lachesis 30CH, unos gránulos disueltos en agua. A las 2 semanas aproximadamente había dejado los celos. ¿Es eso un placebo? ¿Hipnosis al animalito?
Cierta fiebre en los bebés se trata con Belladona 30CH, con excelentes resultados, yo he tratado a muchos así, ¿es una sugestión? En este caso la 30CH no tendrá de la sustancia material original, sin embargo actúa, es muy efectiva en las condiciones adecuadas. Por mientras, haya o no explicación, la eficacia de resultados es lo que le importa al homeópata que busca lo mejor para su paciente.
Cierto es que los críticos basan su razón en un fundamento lógico, como el número de Avogadro, desde ese punto de vista, sin embargo, aunque no haya aún la explicación más cómoda para todos, el hecho es que los resultados en la práctica se contraponen y no son explicables desde ese punto de vista como se ha visto. Hay innumerables casos resueltos con homeopatía desde hace más de 200 años. Otra observación son las reacciones a los medicamentos que se manifiesta en los pacientes de continuo, con potencias superiores a la 12CH, que según el criterio citado, no debería haber ninguna reacción, sin embargo la hay, parecido a como dijo Galileo: "... e pur si muove".
Ha habido varias investigaciones tratando de explicar el hecho de cómo funciona la homeopatía de altas diluciones. Una muy importante la realizó un prestigioso médico inmunólogo e investigador francés llamado Jaques Benveniste. Su experimento se bautizó como la memoria del agua, donde en altas diluciones se seguía observando la continuidad de acción del remedio, sin embargo fue descartada al contradecir el paradigma científico imperante. Aunque haya una explicación "científica" o no, el homeópata no puede ir en contra de la evidencia, de los resultados observables que se manifiestan y que comprueba día a día en su trabajo.
Las potencias o dinamizaciones las usa el homeópata como una gama de intensidades de un remedio, que le permiten actuar a distintas profundidades ya sea a nivel físico o psíquico, actuar según el grado de instalación de la dolencia, siempre que la estructura permita la recuperación. La homeopatía tiene una serie de leyes y principios que el homeópata debe conocer y saber aplicar. A veces quien falla no es la homeopatía sino el homeópata y por ello no se puede culpar a éste tan noble arte de curar.
Otra crítica que se le hace a la homeopatía es que esté basada en, según dicen los críticos, una supuesta energía vital. ¡Por favor!,... aunque esto será tema de otro artículo.