La Fibromialgia, ¿qué podemos hacer?
Últimamente me estoy encontrando un número cada vez más alto de pacientes con el síndrome diagnosticado de Fibromialgia, un porcentaje que en todo el mundo está elevándose de forma alarmante. Vamos a ver como se nos presenta.
¿Qué es la Fibromialgia?
La Fibromialgia es un síndrome caracterizado por dolor crónico, rigidez y debilidad de los músculos, los tendones y articulaciones sin una inflamación reseñable. También se caracteriza por un sueño inquieto, un despertar con cansancio, fatiga, ansia, depresión y molestias de la función intestinal. No es una enfermedad invalidante y no causa daño físico o deformidad.
Es considerada una enfermedad muscular. No es una forma de artritis (una enfermedad de las articulaciones) porque no causa inflamación en las articulaciones, pero puede (como la artritis) causar fatiga y dolor significativos y puede interferir de manera similar con la capacidad de la persona para realizar las actividades diarias.
Afectan predominantemente mujeres (más del 80%), entre 35 y 55 años de edad y con menos frecuencia los hombres, los niños y los ancianos. Puede ocurrir de forma independiente o puede estar asociada con otra enfermedad reumática, como el lupus sistémico o la artritis reumatoide.
No existe una causa conocida de la Fibromialgia, pero recientes investigaciones han revelado nuevos factores relacionados con esta enfermedad. Los pacientes afectos de Fibromialgia tienen niveles elevados del neurotransmisor "sustancia P" y de factor de crecimiento de nervios en el líquido espinal.
Ellos tienden a tener bajos niveles de serotonina y reducida etapa del sueño no-REM (movimiento no rápido de los ojos), lo que probablemente explica la común característica de despertarse cansados.
Es un trastorno no siempre fácil de reconocer, porque los síntomas pueden variar de persona a persona y porque muchos de los síntomas recuerdan otras enfermedades.
Para complicar la situación es el hecho de que no existen pruebas diagnosticas especificas.
Lo único que tenemos es, que cuando hay dolor, es posible encontrar puntos sensibles (trigger points), localizados en el cuerpo del paciente y cuanto más puntos dolorosos encontramos, más acertado es el diagnostico de Fibromialgia.
Como ya he dicho, el dolor de esta enfermedad no está causado por la inflamación. Más bien, los pacientes parecen sufrir de una mayor sensibilidad a muchos estímulos. Prácticamente, el umbral del dolor es menor. En general, los dolores son difusos y afectan a ambos lados del cuerpo, pero especialmente el cuello, las nalgas, los hombros, los brazos, la espalda baja y el pecho. También a veces, la percepción del dolor puede empeorarse por estímulos externos, tales como el ruido, el cambio en el clima, fuentes de luz, estrés muy intenso y emocional.
Para los pacientes fibromiálgicos, la calidad del sueño puede ser particularmente importante, visto que sus horas de sueño más bien, perturbado, agitado, no continuado, hace que no consigan entrar en esa fase de sueño profundo que es lo que realmente podría ayudar a aliviar al paciente de sus molestias y que lo único que consiguen es levantarse por la mañana con sensación de fatiga muscular, como si hubieran trabajado toda la noche.
Más de la mitad de los pacientes con Fibromialgia, experimentan trastornos cognitivos y del estado del ánimo: déficit mnemotécnico. Otros síntomas posibles son dolores de cabeza, dolor de cabeza tensional, entumecimiento en diversas partes del cuerpo, intestino y la vejiga irritable, con consecuente necesidad de orinar con frecuencia.
Tratamientos
Oficialmente no hay tratamiento específico para este trastorno. Además de la prescripción de ciertos medicamentos sintomáticos (antiepilépticos, antidepresivos y analgésicos, que yo personalmente no recomendaría tomar porque considero que perjudican más de lo que podrían ayudar), se tiene que educar al paciente a intervenir sobre el estrés y a practicar una regular, pero no extenuante, actividad física, como la natación, gimnasia acuática, senderismo y ciclismo. La actividad física he constatado que mejora los puntos de dolor, mejora el tono físico y el estado anímico y, no menos importante, sino que también mejora el sueño.
¿A qué tratamiento podemos optar entonces para luchar contra esta enfermedad? Lo que propongo es fruto de investigaciones y estudios clínicos... vamos allá.
- S-adenosilmetionina (SAMe) – es una sustancia normalmente presente en nuestro organismo. Es utilizada para regular el sistema inmunológico, mantener las membranas celulares eficientes, regular la producción y la destrucción de la serotonina, noradrenalina y dopamina y también juega un papel muy importante en la formación del cartílago articular y el material genético (ADN). Algunos estudios científicos han demostrado que esta sustancia, que se utiliza como un fármaco, puede ser útil en la Fibromialgia, la mejora de varios síntomas, tales como la depresión, el dolor localizado, debilidad muscular y la rigidez matinal. Lo mismo puede causar efectos secundarios y puede tener contraindicaciones, así que lo mejor es consultar a su médico antes de tomar este producto.
- Magnesio – es un mineral que en nuestro organismo está implicado en 300 reacciones bioquímicas. A menudo junto con el ácido málico se recomienda en la Fibromialgia porque ambas sustancias se utilizan por la producción de trifosfato de adenosina (ATP), que consta de alta energía, requerida por la mayoría de las reacciones celulares. El efecto de estas sustancias en la Fibromialgia aun no ha sido evaluado adecuadamente, aunque la mejora en los casos de esta es muy alta y sin efectos secundarios.
- La vitamina D3 – algunos investigadores han atribuido las molestias de la Fibromialgia a una carencia de vitamina D. En particular un estudio alemán que involucro a 994 pacientes mostró una fuerte correlación entre los bajos niveles sanguíneos de vitamina D y los síntomas de la Fibromialgia. Otro estudio estadounidense de 150 pacientes con trastornos músculo esqueléticos específicos, ha mostrado que el 97% de éstos, tenían deficiencia de vitamina D.
- 5 – HTP (triptófano) – aumenta los niveles de serotonina en el cerebro. Algunos estudios preliminares, muestran que el 5-HTP es capaz de reducir el número de puntos sensibles en pacientes con Fibromialgia, probablemente por la modulación del sistema de regulación del dolor. En un estudio doble ciego durante 4 semanas han demostrado que los pacientes que tomaban 5-HTP mostraron una mejoría significativa de sueño y una reducción de los puntos doloridos, rigidez matutina, ansiedad, fatiga y dolor.
- Vitamina B12 – Un estudio sueco demostró que los pacientes con Fibromialgia tienen niveles bajos de vitamina B12 en los niveles de líquido cefalorraquídeo y altos niveles de homocisteína.
- La capsaicina – es un principio activo de los pimientos picantes. Cuando se aplica a la piel en forma de crema o parches, reduce el factor P, un neuroquímico responsable de la sensación de dolor. Los pacientes con Fibromialgia tienen altos nivel de esta sustancia. A algunos pacientes ha sido aplicada una crema al 0,025% de capsaicina p4 veces al día sobre los puntos de dolor. Después de 4 semanas el dolor se redujo considerablemente.
- Melatonina – En algunos estudios menores la suministración de melatonina en dosis que variaban desde los 3 a los 10 mg en una única dosis nocturna, dio lugar a una mejora significativa de los síntomas de la Fibromialgia.
- Homeopatía – Un reciente artículo que apareció en la revista científica "Clinical Rheumatology" ha evaluado varios estudios realizados sobre la eficacia de la MNC (Medicinas no convencionales) en Fibromialgia. La Homeopatía resultó uno de los métodos más eficaces, junto a la Acupuntura. De hecho, el enfoque homeopático, más orientado al paciente que a los síntomas, es lo que mejor captura la complejidad de la enfermedad. Los remedios indicados pueden ser diferentes. Sin embargo, respetando el principio de similitud, siempre tienen que ser individualizados y prescritos solo por un médico homeópata. En particular, en un estudio británico, el remedio Rhus toxicodendron ha resultado eficaz a la 6 CH.
- Mesoterapia – En la práctica clínica resulta también eficaz la mesoterapia con preparados homeopáticos. La infiltración superficial o profunda de los puntos trigger mejora la circulación local de la sangre, la oxigenación de los músculos, lo que facilita el movimiento y reduce el dolor.
- Fitoterapia – muy eficaz. Dada la variabilidad de los síntomas asociados a la Fibromialgia, se seleccionarán las plantas medicinales más apropiadas: adaptógenos (ginseng, ashwagandha, ginseng siberiano, etc.), tónicos (regaliz, renania, etc..), sedantes y antidepresivos (hierba de san Juan, valeriana, solideo, zizyphus, etc..), activadores de la circulación (gingko biloba, jengibre, etc..), analgésicos (boswelia, el sauce, la garra del diablo, apio, etc..).
- En un estudio preliminar, la asociación de 200 mg de extracto seco de Ginkgo biloba con 200 mg de coenzima Q10 ha dado lugar a una mejora significativa de la calidad de vida a un grupo de pacientes (80, entre hombres y mujeres, tratados durante un mes y medio) con Fibromialgia.
- Ayurveda – También el enfoque ayurvédico puede ser de gran ayuda. Un estudio piloto llevado a cabo en un centro ayurvedico en Noruega con una duración de seis meses y que involucró a 31 mujeres con Fibromialgia, mostraron mejoras en todos los participantes. En particular, en un grupo de 4 pacientes que practicaba también la meditación, ha desaparecido por completo.