Unas pequeñas vacaciones... y con paga generosa
Si pudieras tener unas pequeñas vacaciones con una paga generosa, ¿las tomarías?
¡Las puedes tener ahora mismo!
Si sigues los movimientos naturales de la respiración, encuentras un lugar en el que puedes descansar en lo más hondo del ser vivo que eres...sobre tu base de apoyo en el mundo material del cual formas parte.
En seguida te cuento en qué consiste la paga, cómo puedes encontrar ese lugar y cómo puedes superar las dificultades más comunes que aparecen en el proceso.
La paga
Podría hablar durante mil y una noches y llenar miles de páginas, no acabaría de nombrar todas las riquezas inherentes en aquel lugar de descanso en lo más hondo de tu cuerpo. Me limito aquí a nombrar sólo algunas de las más obvias:
- Tu respiración se hará más profunda
- Tendrás más energía a tu disposición
- Tus movimientos serán más eficaces y consumirán menos energía
- Estarás más descansado y mejor preparado para confrontar las dificultades de la vida
- Tus defensas se harán más fuertes
- Sacarás más jugo a la vida
Encontrar el lugar
Para encontrar ese lugar, simplemente sigue el movimiento natural de la espiración. Observa cómo descansas hacia el eje central del cuerpo y hacia el suelo, mientras espiras. No empujes. No hagas esfuerzos para sacar más aire del que sale fácilmente. Simplemente sigue el movimiento que resulta del hecho de que tus músculos se están relajando y descansa un momento al final. No hay ninguna necesidad de apresurarte a inspirar en seguida. Tienes aire suficiente en el cuerpo para un buen rato.
Cuando sientes que necesitas más aire, simplemente ábrete y déjalo entrar. Cuando sientes que es suficiente, espira en seguida. No retengas el aire. Suéltalo. Hay "técnicas" de respiración que recomiendan retener el aire inspirado un rato. Pero te enseñan a hacer algo. Yo te propongo tomar unas vacaciones de todo el hacer en tu vida.
La clave está en la espiración. Hay músculos en tu cuerpo que puedes contraer para espirar más, cuando necesitas aire extra para una emergencia, un ejercicio o trabajo fuertes. Pero para la vida cotidiana es suficiente relajar los músculos que hicieron el trabajo de inspirar.
Superar las dificultades
Esto resulta difícil para mucha gente porque casi todo el mundo está atrapado en un patrón de tensión habitual que restringe los movimientos de la respiración de modo que uno acaba por respirar apenas el mínimo imprescindible para sobrevivir. Esto reduce la conciencia a un sendero muy estrecho. Creamos este patrón de tensión en los años iniciales de la vida y no importa cuánto nos esforcemos por cambiarlo luego, será nuestro hasta la muerte. Pero es posible arrojar luz a la oscuridad y hacer el patrón más sofisticado, más versátil, más apto para la vida de un adulto. Para poder hacer eso es necesario conocerlo, tanto en lo cognitivo como en lo sensorial. Por esto necesitas un poco de espacio para moverte con el patrón y mantenerlo en perspectiva.
Este espacio se crea durante las pequeñas vacaciones al final de la espiración. El hábito probablemente te empujará a inspirar en seguida. Ni siquiera intentes pelearte con ello. Siente como sucede y deja que la próxima espiración oriente tu atención naturalmente hacia abajo, el suelo, y hacia dentro, el eje central de tu cuerpo. De este modo empiezas a tomar conciencia de la relación con tu entorno y aprendes a modularla en vez de quedarte atrapado en el patrón. A medida que tus músculos se relajan durante la espiración, es casi como si tu cuerpo se derritiera un poco hacia la silla y el suelo. Cuando inspiras, el movimiento parece despegarte un poco de las superficies del mundo material con las cuales estás en contacto, el asiento y respaldo de la silla, el suelo.
Si sientes que no puedes respirar, no entres en pánico. No es más que una sensación. Tal vez tengas que cambiar algo en la forma en la que estás sentado. La tensión habitual de tus músculos está impidiendo a una parte de tu organismo participar en los movimientos de vivir y respirar, asfixiándola por debajo del umbral de la conciencia. A medida que vas dándote tiempo para cada movimiento respiratorio y, en particular, para las pequeñas vacaciones al final de la espiración, tu sistema nervioso se pondrá al día y la sensación de asfixia desaparecerá, dejando lugar al flujo de las sensaciones continuamente fluctuantes inherentes en estar vivo.
Disfrutar miles de pequeñas vacaciones cada día
Ahora sabes cómo puedes disfrutar de unas pequeñas vacaciones cuando quieras. Conoces algunos de los beneficios de tomarte el tiempo para ellas, sabes cómo encontrar el lugar y cómo superar las dificultades más comunes del proceso. En realidad, todo lo que tienes que hacer es descansar en lo más hondo del ser vivo que eres... sobre tu base de apoyo en el mundo material del cual formas parte.
Si tu patrón de tensión te tiene atrapado/a y no logras permitirte ese momento de descanso al final de la espiración que describo, tal vez te iría bien una serie de sesiones de DFA Reconocimiento de Patrones Somáticos o participar en un paseo para respirar con árboles.