El hombro y su relación con el estómago
En la práctica diaria, a menudo me enfrento con trastornos recurrentes de la columna cérvico-dorsal y del hombro izquierdo, no relacionados con eventos traumáticos que justifiquen el inicio, y que no ven una solución satisfactoria con los métodos tradicionales de fisioterapia.
Se pueden tener algias recurrentes en las cervicales, inflamaciones en el hombro izquierdo o dolores y contracturas a la espalda, sin una motivación plausible.
Haciendo simples preguntas al paciente, es probable constatar una sintomatología visceral asociada, que se reasume en un malestar estomacal.
Pero... ¿qué entendemos por molestias estomacales?
Los síntomas reportados pueden ser acidez, pirosis, hinchazón abdominal, eructos, dificultad y lentitud en la digestión, sensación de plenitud y saciedad precoz.
Haciendo una breve referencia anatómica, recordamos que el estómago es un saco muscular extensible delegado a acoger el alimento ingerido. Insertado entre el esófago y el duodeno, lo situamos en la región debajo del diafragma izquierdo, tiene un orificio de entrada, el cardias y uno de salida, el píloro.
Su posición anatómica lo pone en relación directa con varios órganos y nos permite distinguir las correlaciones.
- estructura-vísceras (entendiendo por estructura el sistema óseo y muscular), constituidas por relaciones de continuidad de tejido que unen los huesos a las vísceras y permiten relaciones a menudo distantes entre las varias partes del cuerpo.
- vísceras-vísceras que conectan las vísceras entre ellas (ligamentos fasciales aponevroticos).
- neurológicos por la misma inervación de las vísceras (sistema neurovegetativo) que establecen relaciones entre las vísceras y la espalda (viscero-somáticas) y entre la espalda y las vísceras (somático-visceral).
Correlaciones anatómicas entre estómago, espalda y hombro izquierdo
Comentar la necesidad de ir a su propio médico, para hacer una valoración tempestiva del tipo de desorden y, si es necesario, una visita a un especialista y un examen instrumental idóneo con el fin de elaborar un tratamiento apropiado; sin embargo se puede asociar un tratamiento osteopático que ayude a aliviar los síntomas reportados, con un enfoque más amplio que establezca correlaciones anatómicas entre el estómago, la espalda y el hombro izquierdo.
El tratamiento incluirá la resolución de cualquier restricción de movilidad presente en el estomago, que impidan su mecánica fisiológica bajo la influencia de la respiración, por medio del diafragma. Cada víscera está influenciada por la respiración y dotada de una cierta libertad de movimiento. Cuando esta mecánica es alterada por traumas, cicatrices o patologías específicas, se habla de restricción de movilidad, y esto pertenece a la que llaman disfunciones osteopáticas.
Con técnicas no invasivas trabajaremos para aliviar aquellas tensiones que pueden alterar la armonía de la víscera en cuestión, trabajando las estructuras fasciales en la que está envuelta, con el fin de restituir su movilidad fisiológica.
Se incluirá en el tratamiento un reequilibrio de la columna y de las zonas que puedan perturbar las informaciones neurovegetativas directas al órgano y que actúan sobre la motricidad y sobre el tono del cardias y píloro, yendo a tratar, donde necesario, la región dorsal (por el sistema ortosimpático), todas las zonas a lo largo del recorrido de los nervios vagos) por el sistema parasimpático), la región cervical donde se origina el nervio frénico responsable de la inervación del músculo diafragma.
También la vascularización y por lo tanto el aflujo y el influjo de la sangre tendrá que hacerse correctamente, tarea del osteópata es garantizar una buena irrigación responsable del atrofia y del estado de salud del estómago.
El objetivo es el de eliminar las tensiones músculo-fasciales creadas por el estado de irritación del estómago, que repercutirán sobre la estructura esquelética adyacente al órgano o más distantes, pero conectadas a ello por medio de fascias y el sistema neurológico; impidiendo el buen funcionamiento de las articulaciones examinadas y determinando irritaciones y inflamaciones a las mismas (contracturas musculares, mialgias y tendinitis).
Asociando consejos sobre alimentación que no fatiguen el trabajo del estómago y acompañando todo esto con un tratamiento de plantas medicinales, se podrán obtener buenos resultados sobre la sintomatología en los días sucesivos al tratamiento, porque hemos intervenidos sobre la causa que la determinaba.