Brian Weiss y el Templo de la Cúpula Dorada, parte 1
O podría llamares: "Un posible ejemplo de cómo interpretar Signos y señales".
Corría 2004, justo al empezar la primavera.
Por aquel entonces decidí retomar Reiki, empezando desde el principio, con un fantástico grupo. Uno de sus miembros, en uno de los talleres, mencionó al Psiquiatra B.Weiss, de Miami.
Me llamó la atención algunos de los conceptos que mencionaban , y compré el libro "Muchas vidas, Muchos Maestros".
Su experiencia, aunque de una envergadura infinitamente mayor, me recordaba lo que me pasó años atrás con una paciente, que me llevó a descubrir Reiki.
A Brian le llevó a descubrir que el Ser dispone de las vidas que necesita para experimentar en la tierra (y otros lugares), y que hay un hilo conductor, formado por relaciones, condiciones experimentales, guías, en grupos afines que se entrecruzan de forma evolutiva, y que aquí, donde disponemos de la conciencia actual, el objetivo es abandonar el desamor para vivir en el Amor.
Ese descubrimiento lo realiza en base a una práctica psicoanalítica, el lenguaje hipnótico, que él domina con excelencia, y que con la enfermera Caterine, aplica como tantas otras veces, aunque esta vez con la diferencia que las fabulaciones en el ensoñamiento hipnótico, son tan perfectas y tan documentadas, que sobrecogen.
Al investigar, seguir preguntando, etc., no puede más que rendirse a la evidencia que Caterine se conecta a un "no tiempo", donde migra de una vida a otra, ofreciendo la vivencia del momento y los mensajes asociados, de aprendizaje, a veces dolorosos, otros no, pero siempre ricos en evolución y muy apropiados para el momento.
Llegados a este punto, hablé con familiares de algo tan interesante, y en octubre del 2005 me hallaba en Barcelona sentado en un taller con Brian.
No es mi objetivo desarrollar el taller, ni las conversaciones que tuvimos en privado sobre su método de "regresión a otras vidas", etc., sino solo comentarles que desteñí todo el color de un pantalón sobre una silla de la energía que llegó a correr en ese lugar, y , lo más importante, que pude comprobar que se puede hacer!
Después de eso, en mi familia apenas se habló más del tema, pero en mi consulta, cuando tenía una hora libre, experimenté algunas veces.
Tomé debida nota y guardé bajo llave las dos regresiones que pude recordar. Y ahí se quedaron desde diciembre del 2005 hasta diciembre del 2007.
Una de ellas era muy simple. Me encontraba andando por un pequeño desnivel en zona desértica, bueno, con muy poca vegetación. Pude ver zapatos de esparto usados, y el final de una túnica roída, y de poca clase. Y, sobre todo, conectar con una preocupación, "hay que reconstruir cuanto antes".
En la regresión al girarme, pude ver un templo, de cúpula durada, parcialmente destruido. Y ahí acabé.
Pensé que ese templo no existía, pero una amiga de Iznájar, a la que expliqué que estaba buscando un tipo de templo, me envió durante 6 meses todas las fotos que pudo encontrar, hasta saber algo que yo mismo debía tener conocimiento (pero no, mi cultura sobre templos es más que limitada), y es que se trataba del templo de la cúpula dorada de Jerusalén.
Busqué historia, y vi que no había sido destruido, pero el templo que estaba justo en ese lugar hasta aprox. el 70 DC, era el templo de Salomón, que sí había sido destruido.
Curioso... como si la información cambiase para darme a entender que el templo que me preocupaba realmente era el de Salomón y no el actual, como si algo previera que no podía encontrar fotos del templo original y si de este otro, y que al averiguar su cronología , llegaría al que sí había sido destruido.
Esto me impacto un poco, pero como digo, quedo en ese cajón de cosas especiales, y luego, perdí el contacto con mi amigo en Iznájar.
Aunque decidí no seguir con el método, porque no encajaba en la sistemática del despacho, no por falta de atractivo, la mayor sorpresa llegó en diciembre del 2007.
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