Reflexología podal de verano
Aunque la reflexología podal tenga una historia de unos cuantos siglos, haya una gran cantidad de personas que acuden a ella para aliviar sus dolencias y sean muchos los practicantes, me sorprende que aún a alguien le sea difícil de admitir los beneficios que ejerce sobre nosotros.
Hay dos posibles explicaciones de cómo, con una simple presión en un sitio determinado del pie, puede tener repercusión a distancia sobre un órgano interno:
- ¿Sabes que cada uno de tus pies tiene más de 7.000 terminaciones nerviosas? Todas las partes del cuerpo están comunicadas y la información llega a la médula espinal que, a su vez, emite respuesta nerviosa al cerebro. Es fácil entonces entender que cada presión recibida en el pié, produce una información neurológica que llegará al cerebro a través de la médula espinal y, por tanto, su posterior respuesta aunque sea distante al punto presionado.
- Según la medicina china y tal como actúa la acupuntura, el hombre se considera una manifestación energética. Esa energía circula por unos canales llamados meridianos y esos canales conectan diferentes partes del cuerpo. Así, al presionar un punto, provoca una estimulación a otro punto energético del cuerpo.
Cómo auto-estimular los puntos de la planta del pie
Así pues, explicado el proceso y demostrado por la experiencia de miles de practicantes, paso a darte un truquillo para que puedas hacerte una "reflexo" este verano.
Seguro que un día de estos te dejas caer por la playa. Si es así, aprovecha para estimularte los puntos de la planta del pie y observa sus beneficios. Camina por la orilla, ancla tus pies donde las olas mueran en tus piernas mientras haces un ligero movimiento rotatorio con tus pies intentando hundirlos en la tierra mojada, siéntate en la orilla y haz un vaivén de piernas flexionando las rodillas alternativamente mientras la planta del pié se desliza por la tierra mojada, métete en el agua a nivel de rodillas y camina... Fíjate que siempre que te estoy hablando de tierra mojada ya que es más maleable y requiere de menos esfuerzo y, claro está, intenta no hacerlo en horas de pleno sol.
Notarás en breve un enorme bienestar y aunque no sea una reflexo consciente y que no provenga de un terapeuta conocedor de los puntos que te convienen estimular, te aseguro que habrás estimulado un montón de ellos y notarás sus efectos el resto del día.
Beneficios que puedes lograr
En realidad, ¿sabes lo que estás haciendo con ese gesto? Mira lo que puedes hacer por ti:
- Estimular la circulación sanguínea evitando las molestas varices y pesadez de piernas y no sólo por los puntos estimulados sino por el vaivén de las olas que reciben tus piernas que ejercen un masaje fresco sobre ellas.
- Conseguir un estado de relajación, toreando el estrés, los estados depresivos y ansiosos y conciliando un próximo sueño placentero. Estas estimulando toda la planta del pie, ¿recuerdas?.
- Eliminar toxinas y grasas de tu cuerpo, sobretodo al caminar ya que, además, debes hacer un esfuerzo extra para desplazarte por tierra blanda.
- Activar la repartición de nutrientes en el cuerpo.
- Fortalecer huesos, articulaciones, músculos y tendones sobre todo de piernas, muslo, rodillas y glúteos por la resistencia que provoca la arena.
- Efecto exfoliante. Pues si, la arena produce un efecto peeling en la piel que la roza y notarás los pies más suaves.
- El agua de mar, por el yodo y sodio que contiene, previene el envejecimiento.
- Activa la circulación linfática que es la encargada de ¨limpiar” nuestro cuerpo.
- Estimular riñón, hígado, intestinos, corazón...
Y todo ello escuchando el sonido de las olas, recibiendo la caricia del sol y percibiendo ese peculiar olor a mar, a frescura y a sal.
¿Te apetece una reflexología podal de verano?