Breve introducción a la reflexología podal
¿Qué es la Reflexología?
Es una técnica terapéutica basada en aplicar una serie de manipulaciones o estímulos físicos destinados a tonificar, sedar o relajar algunas zonas y puntos en el cuerpo humano.
Estas zonas reciben el nombre de «zonas de reflejo» o «zonas reflejas» y se encuentran por todo el cuerpo representando microsistemas de nuestra anatomía; se pueden encontrar en las manos, los pies, las orejas, el rostro, el cráneo, la cara y el raquis, etc. Estas zonas reflejas se basan en las inervaciones de las metámeras del cuerpo.
La metámera es un segmento de la médula espinal del que se origina un campo de inervación en el que se encuentran implicados :
- Un Dermatoma: encargado de inervar la piel. Tenemos 28 dermatomas en el cuerpo humano.
- Un Miotoma: inerva la musculatura. Tenemos 10 miotomas.
- Un Viscerotoma: inerva órganos o vísceras.
- Un Angiotoma: inervación vascular.
- Un Neuritoma: el propio nervio y su prolongación con el sistema nervioso autónomo.
Como terapia de regulación ejerce su acción sobre todo el organismo en su conjunto (es decir holísticamente), apoyando las fuerzas de autocuración (homeostasis) de cada persona.
¿Cómo funcionan las zonas reflejas en la Reflexología Podal?
En el caso de las áreas del pie a las que nos referimos como zonas reflejas no las podemos considerar como reflejos en un sentido estrictamente neurológico, sino que se trata de un fenómeno mediante el cual el organismo (macro), tiene la capacidad de mostrarse o reflejarse en otras partes del cuerpo (micro); podríamos decir que, al igual que la digitopresión en la Medicina Tradicional China, la reflexología podal trabaja sobre conexiones energéticas.
Los reflexólogos afirman que ciertos puntos de los pies se vuelven más sensibles cuando existe alguna enfermedad en otro punto del cuerpo: el aumento del dolor en ciertos puntos indicaría la presencia de la dolencia, y el masaje en dichos puntos la aliviaría. Hemos de tener en cuenta que en la corteza cerebral la extensión del área sensitiva que corresponde a los pies es muy amplia, más que en otras áreas del cuerpo, siendo una gran fuente de información sobre alteraciones de nuestro organismo.
No obstante, en el caso de pacientes con una musculatura flácida no podremos tener esta referencia y habrá que acudir a la observación de las zonas reflejas buscando señales que nos ayuden a localizar qué puntos trabajar.
Por ejemplo los dedos en martillo (que señalan hacia un trastorno en las zonas de la cabeza), el arco transversal del pie caído o aplanado (indicando algún tipo de congestión o trastorno del tórax y la respiración), la coloración, anomalías de la piel, uñas, etc.
Mantén la cabeza despejada y los pies calientes y procura, además, no llenar demasiado la barriga.
Profesor Boerhaave
Otro ejemplo, y muy importante, son los pies fríos. Este problema repercute sobre otras partes del cuerpo y si se cronifica puede predisponer a la persona a varios dolencias. Según la Medicina Tradicional China, si por algún motivo la sangre y Qi (energía vital) no circulan correctamente debido a un estancamiento de uno u otro surgirá un desequilibrio que perjudicará el buen funcionamiento de los órganos al no estar suficientemente irrigados por la sangre bajando su temperatura.
Nociones básicas sobre las manipulaciones
Nuestro cuerpo recibe todo tipo de informaciones ante las que da una respuesta (adaptación) de la cual surge un aprendizaje; pero cuando esta información viene dada en situación de estrés, la urgencia de reacción no da tiempo al cuerpo para adaptarse adecuadamente provocando una «desadaptación» o bloqueo energético que, a la larga, resultará en una enfermedad..
Los estímulos que se aplican a las zonas reflejas son información útil para eliminar estas malas adaptaciones.
- Los pequeños estímulos excitan,
- los estímulos fuertes inhiben
- y los estímulos muy fuertes paralizan
Ley de Arndt-Schultz, (Rudolf Arndt, psiquiatra alemán y homeópata, 1835–1900, y Hugo Schulz, farmacólogo alemán, 1853–1932)
Cuando vayamos a realizar el tratamiento podemos optar por varias posibles manipulaciones dependiendo de lo que necesite la persona a tratar, es decir, si hemos de tonificar, sedar o regular.
- Para tonificar el movimiento del pulgar es de flexión y extensión pasando una y otra vez sobre la zona refleja, habrá más ritmo que presión.
- Para sedar se efectuará una presión profunda durante uno o dos minutos, habrá menos ritmo y más presión.
- Las maniobras de regulación se utilizan cuando hay una sobrecarga del sistema neurovegetativo, es decir, cuando observamos reacciones nerviosas en el paciente o cuando no sea necesario ningún estímulo concreto.
Breves apuntes de su historia
Parece ser que la documentación más antigua sobre el uso de la reflexología fue encontrada en Egipto en la tumba del físico Ankhmahor y data del 2.500 aC aproximadamente. Sin embargo también existen otras teorías como la de que tuvo orígen en la cultura Inca y otra en la de los indios Cherokee; pero la Reflexología tal como la conocemos hoy nace a partir de inicios del 1900, con dos médicos americanos: El Dr. William Fitzgerald y la Dra. Eunice Ingham.
En principio William Fitzgerald expuso su teoría de que nuestro cuerpo se halla atravesado longitudinalmente por 10 meridianos, que muestran 10 zonas diferenciadas. Estas zonas son «controladas» desde puntos estratégicos muy definidos, fundamentalmente en pies y manos. La primera presentación de este tema la realizó el Dr. E.F. Bowers en un artículo que apareció en la publicación Everybody's Magazine
Esta teoría se basaba en su interés en la hipótesis de la acupuntura, que sostiene que el cuerpo humano se halla atravesado, en sentido longitudinal, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo «reflejo» se encuentra en los pies y las manos. Otro médico, el Dr. Joseph Shelby Riley - que también desarrollaba esta práctica - hizo los diagramas y detalló los dibujos y la localización de los puntos reflejos en los pies. A su vez el Dr. Riley entabló conversación con la masajista estadounidense Eunice Ingham quien abandonó su trabajo en el hospital para dedicarse por completo a la reflexología. Escribió varios libros, entre ellos Historias que los pies podrían contar, y confeccionó el primer mapa reflexológico con las correspondencias entre los órganos y las distintas zonas en la planta de los pies.
John Head publica su trabajo sobre zonas dolorosas en la superficie cutánea relacionadas con padecimientos de los órganos internos mientras que John Mackenzie investiga la relación entre los órganos internos y los planos y estratos musculares. De estos estudios se observó que el dolor reflejado no se manifiesta de forma uniforme en todo el segmento sino que se concentra en algunos puntos o puntos de máximo dolor.
Años después surgirá Hanne Marquardt quien tras estudiar enfermería en Inglaterra (1951-54), se formará en Alemania como masajista y naturópata (Heilpraktikerin) y tras recibir de una paciente americana el libro de Eunice Ingham, comenzará a desarrllar su propio método y escuela en los siguientes años.
Contraindicaciones
Evitar la reflexología si:
- tienes coágulos de sangre en las piernas
- tienes insuficiencia renal o cardíaca
- embarazadas en sus primeros 3 meses
- tienes una infección
- tienes desórdenes en la sangre
- tienes enfermedades de la piel contagiosas
- tienes osteoporosis
- tienes fiebre
- te estás recuperando de una cirugía
- en el caso de pacientes con cáncer, las manipulaciones se dirigirán a paliar o mejorar los síntomas únicamente.
- las personas con artritis reumatoide, bocio, eczema u otras lesiones de la piel no deben recibir tratamiento de reflexología durante los brotes.
- si ya se ha realizado otro tratamiento como por ejemplo la Acupuntura, no incorporar en la misma sesión la Reflexoterapia.
La Reflexoterapia Podal, como toda terapia natural tiene sus adeptos y sus detractores, lo cierto es que no existe aún suficiente documentación científica sobre su eficacia o no. Sería interesante que terapeutas y científicos colaboraran más y que se realizara un número de trabajos a mayor escala y suficientemente apoyados por estudios sobre su metodología y resultados para beneficio de nuestra salud.