Aprende a tener suerte
Hace poco leí un clásico que no conocía: “El Hombre Más rico De Babilonia” de G.S. Clason. Es un libro sobre gestión financiera en el que se exponen diversos principios para alcanzar el éxito económico en nuestras vidas.
Uno de esos principios es referente a la suerte. Me impactó la idea tan sencilla que transmite: la suerte es provocar a la oportunidad. Es decir, solo levantándonos del sofá y actuando podemos generar la situación apropiada para que la suerte nos sonría.
Pero para tomar esta decisión es necesario estar en posesión de una serie de elementos que todos podemos tener. Queda en nuestras manos el decidir y favorecer con nuestros actos que la diosa fortuna nos sonría.
1. Pasión
El elemento fundamental para crear esas oportunidades es identificar aquello que nos apasiona, que nos hace sentirnos entusiasmados y con lo que nos sentimos plenos y completos.
Solo así podremos encontrar la motivación suficiente y necesaria para mantenernos sin desfallecer.
2. Foco
Tener un foco en el que poner toda nuestra atención, energía y pasión es clave para poder encontrar la dirección de nuestras decisiones el sentido a nuestra vida. De esta manera siempre sabremos hacia dónde nos dirigimos.
Puedes ver los beneficios del foco aquí.
3. Acción
Quedarnos sentados idealizando nuestro futuro, soñando sobre cómo sería y no levantarnos de la silla solo nos generará más malestar y frustración. Cuando actuamos estamos cambiando las cosas y este cambio genera resultados.
Y esos resultados son los que atraen las oportunidades de la suerte.
4. Atención
Un hecho imprescindible es estar alerta a aquellos momentos y situaciones que traen aparejada la suerte. Quizás nos estén ofreciendo la oportunidad de nuestra vida pero no la estamos viendo o no queremos verla por miedo.
Prestar atención es sinónimo de tensión, sino de apertura.
5. Aprender a recibir
Desde pequeños nos han enseñado a dar, ofrecer, regalar... pero no siempre nos han enseñado a recibir. Si queremos tener suerte, tenemos que saber recibirla. Es posible que no nos sintamos meritorios de la misma y por tanto la rechacemos.
Aprender a recibir nos ayuda a que la suerte se fije en nosotros.
6. Ser suerte
Ser suerte es vivir en confianza y conexión con la vida. Es estar abierto a todo lo que la vida te trae y acogerlo como parte de ti. Es experienciar, moverse y sonreír a todos aquellos aprendizajes que te estén esperando.
El conocimiento y la sabiduría desarrollan la suerte.