Disfruta de unas piernas ligeras
Por fin después del largo y duro invierno ha llegado la primavera. Los campos están llenos de flores, los días se alargan más y más y ya empiezan las temperaturas agradables.
Sin embargo, con la llegada del buen tiempo no todo son alegrías. A menudo, al final del día, puedes notarte las piernas cansadas, hinchadas y doloridas, especialmente si has trabajado muchas horas de pie o llevas la ropa muy ajustada.
Esta molestia se debe principalmente en un pequeño defecto en retorno de la circulación venosa de las piernas, que acostumbra a afectar más a las mujeres que a los hombres, ya que hay algunos factores hormonales como el embarazo, la menstruación, la píldora anticonceptiva, etc, que lo favorecen, así como el llevar una ropa más ajustada y el uso de tacones altos. Algunos hábitos de vida no del todo saludables como la vida sedentaria, estar mucho tiempo de pie, una mala alimentación o el sobrepeso son algunas de las causas que contribuyen a hacer que esta dolencia se convierta en nuestra desagradable compañera durante los meses de calor y en los cambios de estación.
La buena noticia es que una vez descartado un problema médico grave, como una insuficiencia cardiaca, hay muchas cosas que podemos hacer de una forma natural para mejorar esta dolencia:
- Ejercicio. El ejercicio aeróbico nos ayuda a movilizar nuestra sangre, hacer que esta circule mejor, a mantener o rebajar el peso y a eliminar toxinas. Para mejorar nuestro problema de piernas pesadas no es necesario ser un deportista de élite, solamente con caminar, nadar, andar de puntillas, hacer bicicleta sin resistencia, flexionar las piernas hasta 45º estando de pie o cualquier ejercicio que puedas hacer tumbado/a en la cama con las piernas en alto es suficiente para notar una mejoría. Si tienes ocasión, un excelente ejercicio para piernas y pies es caminar descalzo/a por la playa.
- Dieta. Una dieta pobre en sodio (sal ) para mejorar la retención de líquidos y rica en verdura y fruta, restringiendo el consumo de carnes, azúcares y lácteos favorece la circulación venosa.
- Duchas de agua fría. Finalizar nuestra ducha diaria con una buena ducha de agua fría en las piernas o estar un rato alternando duchas de agua fría y caliente en las piernas nos da una sensación de ligereza y bienestar en esta parte del cuerpo que siempre agradecemos.
- Viste con ropa holgada. La ropa excesivamente ajustada, los tacones muy altos, la goma de los calcetines que te aprieta obstaculizan la circulación de la sangre. Intenta cambiar estos hábitos y podrás notar una mejoría en tus piernas.
- Consume plantas medicinales y suplementos alimenticios que favorezcan la circulación: plantas como el hamamelis, el castaño de indias, el rusco, la vid roja o el jengibre pueden serte de gran ayuda, ya que te ayudarán a aumentar la resistencia de los vasos sanguíneos y a disminuir la permeabilidad de los capilares.
- Usa geles fríos, cremas circulatorias y aceites esenciales: antes de irte a dormir puedes hacerte un masaje con algún gel o crema o mezcla de aceites esenciales destinados para este fin. Los aceites esenciales más indicados son el mentol, romero, limón, ciprés, alcanfor, etc.
- Date un capricho y recibe un masaje: si sufres de piernas pesadas, no puedes hacer ejercicio con regularidad, si después del ejercicio incrementan tus molestias, trabajas muchas horas de pie, tienes que llevar ropa muy ajustada o estás embarazada, te irá muy bien disfrutar de vez en cuando de un buen masaje de distal a proximal (siempre en sentido ascendiente) por parte de un/a profesional que sepa cómo tratar tu problema.
Con todos estos consejos esperamos que las piernas pesadas dejen de ser un problema para ti y que puedas disfrutar de unas piernas ligeras y saludables ahora que ya llega el buen tiempo. Tus piernas seguro que te lo agradecen.