Aprovechar las crisis personales para evolucionar
Hay momentos en la vida en los que parece que todo viene en nuestra contra. Después de un revés, otro nos asalta sin permitirnos una tregua, y llega un momento en los que nos quedamos sin energía vital para seguir enfrentándonos a los futuros baches venideros de la vida.
Es entonces, cuando un día suena el despertador y obviamos su llamada a ponernos en pie; dar nuestra mejor cara ante la vida. Parece que el cronómetro para vivir se paró en seco, porque ya no tenemos fuerza ni ilusión para seguir adelante en ese caos enrevesado en los que nos vemos inmersos.
Hay quien le llama actitud de cobardes e irresponsables no levantar el ánimo, otros depresión genética, pero lo que sí es verdad, es que a nuestra puerta llamó una oportuna crisis personal, para según como la miremos ponernos en pie o no. Algunos lo tildan de mala suerte, pero otras personas ven en ello el comienzo de un cambio para su desarrollo y crecimiento personal, que le ofrecerá un camino de aprendizaje intenso ante situaciones que se repitieron y no se afrontaron con éxito en la vida.
Tropezar consecutivamente con la misma piedra, no es cuestión de mala suerte ni de que la vida conspire en contra nuestra, sino, de no haber aprendido la lección que cada bache de la vida nos enseña. Repetimos patrones de conducta equivocados y como resultado siempre nos vemos en la misma casilla de salida, perdiendo la oportunidad de vivir en plenitud.
Es un deber del ser humano evolucionar en el camino de la vida pero muy pocos son responsables de ello.
¿Qué hace ver los tropiezos de la vida, como mala suerte para unos o como una oportunidad para seguir creciendo? Simplemente la actitud que tengamos ante la vida y el grado de responsabilidad con ella. El perfil de la víctima, lo achaca todo a la suerte, mientras que la persona proactiva, ve en cada desencuentro una oportunidad para seguir conociéndose y evolucionar como persona.
Nadie nos dijo nunca que vivir era de color de rosa, pero hay quien cree que así debe ser. En la medida que somos responsables con nuestra vida, nuestra creatividad se desarrolla ante las crisis personales y es lo que nos permite conectar con nuestro potencial personal. Ese talento innato que todas las personas llevamos dentro pero que muy pocos son conscientes de él.
La vida no es ni buena ni mala. La vida, simplemente es. Dejemos de etiquetar y juzgar lo que nos pasa para comenzar a vivir libres y sin prejuicios.
El sentido que la vida tiene es el que cada cual sea capaz de darle con su actitud personal de vida.
Te animo a partir de ahora a que seas más consciente de lo que ocurre afuera, como si fuera un espejo de lo que sucede en tu interior. Si es un caos, entonces entenderás que tu desarrollo personal es esencial para comenzar a crear la vida que deseas vivir.
No es la vida la que nos hace infelices, sino nosotros con nuestra forma de mirarla.
Te deseo una feliz vida de conciencia y atención plena.