Fibromialgia, antes versus ahora
Hoy me gustaría destacar en este articulo las grandes diferencias de ayer y hoy en cuanto al tratamiento y forma de tratar la fibromialgia.
A lo largo de todo este tiempo, en el que me diagnosticaron la enfermedad, y el largo recorrido hasta llegar hacer desaparecer cualquier tipo de sintomatología, me he cruzado con muchas personas con este diagnóstico y con grandes diferencias en cuanto a grados y mejorías.
En especial, conversando con una, me hizo reflexionar mucho sobre el porqué de estas grandes diferencias generalmente en personas que conviven con ella desde hace muchísimos años. ¿Por qué estos grados tan superiores a los de hoy y por qué a nivel emocional es más difícil su tratamiento?
La gran diferencia reside en que nos es lo mismo la información y la respuesta que encuentran hoy en día, que hace 20, 30 o 40 años, donde hay un abismo entre una época y la otra.
Y eso es lo que voy a intentar plasmar en este escrito, recordando a todas esas personas que en su día fueron tachadas de no querer trabajar, de vagas, o simplemente de que estaban locas porque nadie les creía. Gracias a ellas hoy en día la fibromialgia es una enfermedad reconocida, con un diagnostico muchísimo más rápido y gracias a ello, cogida a tiempo, por decirlo de alguna manera, es mucho más fácil implementar herramientas para su mejoría.
Pero... ¿en qué consiste la fibromialgia?
Voy a recordar de forma fugaz en qué consiste esta enfermedad pues esto no concierne a este artículo, pero sí ayuda a comprender lo que intento explicar.
No olvidemos que cuando se manifiesta la enfermedad en el cuerpo físico se ha comenzado a gestar en el cuerpo emocional y mental, creando un desequilibrio por alguna emoción bloqueada interfiriendo en el correcto flujo energético hacia el cuerpo físico llegando a producir el síntoma en este, para que podamos comprender que algo no está bien y podamos restablecer el equilibrio entre todos los cuerpos.
Cada vez está mas demostrado que esta enfermedad es neurológica a nivel físico, un fallo en sistema nervioso central (el inconsciente) encargado de todas las funciones de nuestro cuerpo físico fuera de nuestro control, como si estuviéramos en estrés permanentemente. Es por ello por lo que una situación traumática (situación de estrés extremo), estar sometido durante un periodo largo de tiempo bajo estrés incluso llegando a cronificarlo, desencadena en los síntomas ya descritos en un anterior artículo.
A nivel emocional y mental es nombrada como la enfermedad del hacer, es estar en completa desarmonía en lo que siento-pienso-hago, educados en una sociedad en la que se valora el hacer y el tener y olvida por completo el ser, creciendo desde niños con unos patrones culturales, sociales y familiares que hemos ido repitiendo de forma automática de generación en generación, sin pararnos a pensar qué es lo que realmente queremos, necesitamos para poder alcanzar nuestro bienestar. Una educación basada en el tener y donde parece que se valoran a las personas por lo que poseen, cargando de responsabilidad a nuestros seres internos teniendo que conseguir dichos propósitos para poder ser aceptados anulándolo por completo.
Más fibromialgia en mujeres
Es por ello que hay mas mujeres que hombres con este diagnóstico, pues a su vez la mujer se introdujo en el ámbito laboral dejando de depender de la figura masculina para poder tener una vida propia pero en este proceso donde veníamos de una cultura en que la mujer estaba en casa ocupándose de ella y de la crianza de los hijos.
Esta parte, a día de hoy, todavía no esta equilibrada al 50% de obligaciones compartidas, siendo la mujer que carga con el peso de la casa, los hijos y además trabaja fuera del hogar teniéndose que desdoblar y agotando por completo su energía vital para poder llegar a todo, viviendo en estrés constante y posiblemente con un sentimiento de frustración o injusticia, así como un sentimiento de culpa de forma inconsciente haciendo que este estrés silencioso de cronifique hasta que el cuerpo físico dice “Basta”.
Hace 40, 30 o 20 años coincidiendo con la inserción de la mujer en el mundo laboral y cargando con todas las cargas familiares en una sociedad muy machista por entonces y donde la medicina no tenía los avances que tenemos hoy en día cuando se presentaban estos síntomas y se acudía al médico, no encontraba nada automáticamente se etiquetaba a la persona de cuentista y de que solo quería evadir sus obligaciones impuestas por una cultura obsoleta.
No olvidemos que el estrés agudiza muchísimos los síntomas y, os puedo asegurar que vivir esta situación no ayudaba en nada a las personas que lo sufrían, acrecentando aun mas los sentimientos de frustración, injusticia, impotencia, así como el de culpa por no ser comprendidas en lo que les sucedía, haciendo que esta situación agravase aún más sus síntomas haciendo que pasaran a grados elevados de enfermedad siendo hoy en día más complicado de remitir, pero no imposible.
Hoy en día gracias a dios hay muchísima información al respecto, guías y herramientas para una persona que está recién diagnosticada para poder entender la enfermedad e implementar los cambios necesarios, teniendo en sus manos la posibilidad de no llegar a los grados de mayor sintomatología, pues se ha cogido a tiempo por decirlo de alguna manera y la sociedad tiene más conciencia de esto.
No podemos olvidar estas personas, lo que han vivido, cómo lo han vivido y entender por qué a día de hoy tienen un grado mayor de enfermedad. Si empatizo con ellas, que lo he sufrido en mi piel, seguro que estaría igual, pues realmente cuando se presentan los síntomas incapacitan a la persona para poder seguir con sus vidas normales. Si no hubiera tenido la suerte de encontrar la información que encontré y no me hubieran diagnosticado con rapidez en comparación con ellas, y además me topara con un muro de incomprensión y exigencia, hoy me encontraría en la misma situación.
Camino de futuro: enfoque más holístico
Aun tiene que avanzar mucho todo lo que concierne a esta enfermedad, y en la de todas, como cooperar entre la medicina convencional y natural para tratar a los pacientes de forma holística, en vez de tratar cada uno de los síntomas específicos, sino ver a las personas en el global de su existencia y forma de vida.
Pues hoy en día cuando la medicina convencional te diagnostica esta enfermedad no te dan mucha solución, sino desesperanza a la mejoría, gracias a otras alternativas que sí tratan el conjunto y trabajando multifactorialmente se puede recuperar la calidad de vida que todos nos merecemos.
A todas esas personas que conviven con ello y lo han vivido de esta manera quiero hacerles llegar mi comprensión, apoyo y entendimiento, así como agradecer su contribución a que sea todo más rápido y se haya prestado atención a esta enfermedad.
Decirles que no están solas, que la sociedad está cambiando y están a tiempo de hacer cambios para recuperar sus vidas, por pequeños que sean serán un gran avance para alcanzar su bienestar.
Nunca es tarde para en vez de ir contra algo, ir a favor de su recuperación.