El campanario de tres notas
El día de Navidad del 2007 una canalizadora me envió una información que se relacionaba con claridad con otra anterior. Hacía tiempo que en una regresión vi un templo mientras andaba con harapientas zapatillas por una loma semidesértica vestido con humildes vestidos, como sotanas. Nada espectacular en esa regresión. Quizás solamente destacar el papel de una amiga de la época, Juani, que logró encontrar el templo. ¡Existía! No era solo algo inventado.
Y lo que recibía esa navidad, estaba relacionado. Es el templo de la Cúpula Dorada en Jerusalén, edificado en una parte del terreno que fue el templo de Salomón y, según explican, levantado justamente sobre el Domo de la Roca, donde Jacob soñó la ascensión sobre su escalera con el ir y venir de ángeles entre cielo y tierra, o Mahoma también la visión de ascensión.
La canalizadora me hablaba del enlace cielo/tierra y de los elementos de la misma tierra, a través de símbolos indirectos, que acabaron con el tiempo concretándose en el Arca de la Alianza, pacto entre Dios (cielo) y los hombres (tierra), poniendo incidencia en la sanación de la tierra y el cuerpo, reavivando y ensalzando la energía femenina, y otras manifestaciones.
Bien, esto es a modo de introducción, pues mientras ocurría la entrega de información y su comprobación posterior, con la sorpresa de ser constatable, otras canalizadoras entregaban múltiples datos. Entre ellos los que se tienen que ver con lo que ocurrió después (campanario de tres notas), eran expresiones que no sabíamos conectar con nada: “la tres campanadas”, “la tercera campanada”.
Entre finales del 2010 y principios del 2011 canalicé el siguiente:
Estaba sentado en un despacho todo de madera, escribiendo, y de repente, de un modo lúdico y divertido, saltaba como un niño para alcanzar y golpear un tubular bells de tres tubos dorados, colgados de un marco de madera y situados muy altos en un armario o estantería. Por eso debía saltar.
Una vez tocada la nota, regresaba al trabajo y al rato repetía el salto.
Se ve claramente un marco de madera como sustento de los tres tubos.
Tocaba en lo alto de una estantería tres tubos de aluminio que sonaban como una campana, era un niño que jugaba con tres tubos dorados.
Nada parece que tenga que ver con cielo/tierra, pero una comprobación inicial me sorprendió muchísimo, pues no solo el instrumento ha existido (casi no se fabrica en la actualidad), sino que además se situaba en lugares altos, en la geografía, para crear el enlace cielo/tierra, que era usado en rituales de Osiris, y que Aarón, hermano de Moisés (artífice del arca de la Alianza) usó también la idea, llevando una capa con campanitas que iban sonando con la finalidad de que cuando estuviera en presencia del Señor no muriese y pudiera comunicarse.
Tradicionalmente el campanario se vincula con el acto espiritual de la Energía descendiendo a la materia o el cielo cubriendo a la tierra y a la "comunicación" entre estos dos planos o mundos, macro y microcosmos, cielo y tierra.
Las campanas han sido utilizadas en diversas culturas, en rituales funerarios, considerándolas como medios de comunicación con las almas que se hallan en los otros reinos. En este punto se puede conectar también con el simbolismo del Arco Iris, ya que éste es "puente" entre los reinos superiores e inferiores. Como he mencionado, en Egipto se usaban en los rituales a Osiris. Las campanas y el tocarlas con cierta armonía, frecuencia y lapso de tiempo, fueron utilizadas desde los pueblos egipcios para abrir las puertas del inframundo y el alma de su faraón pueda entrar, guiándose a través del rito de abrir la boca y teniendo como guardianes a los gatos.
El sonido de la campana permitía que el Señor le identificase y protegiera. Así lo hacía también Melquisedec. Permitían a Aarón el paso entre el mundo terrenal y espiritual.
Mandé construir el instrumento y finalmente comprendí por qué estaba escribiendo en la canalización: Sí, es un instrumento que nos conecta con el cielo, pero además rompe la estructura habitual de pensamiento y permite “escribir”, léase, “recibir información”. Tardé años en comprender del todo el significado y uso, como pueden comprobar.
Creo que es importante para los que canalizan saber:
- Que los literales de las canalizaciones muchas veces no son exactos: Entre la Transcripción y la recepción el que recibe, “traduce”, “pone palabras” y se relativiza el mensaje: Aquí comprobamos que “las tres campanadas”, “la tercera campanada” se acercaban mucho al nombre del instrumento que deseaban transmitirnos, pero no era exacto.
- Que es importante el registro de lo que se recibe y repreguntar, como explicamos siempre en Registros Akáshicos, pues la comprensión y el cambio de energía/sanación puede tardar mucho tiempo.
La anécdota es que después recibía muchas veces la visión de CD, sin comprender por qué. Hasta que me di cuenta que al reunirnos, uno siempre sacrificaba su momento canalizador al tocar el instrumento. Y que nos estaba indicando que se grabase el sonido del campanario ¡para que pudieran participar todos!
Para mi poder comprobar, encontrar, conocer y aplicar, me hace sentir pleno, y lo agradezco sobremedida.
Hoy en día el instrumento está en una sala adyacente a mi despacho y como el grupo de sacerdotes hace tiempo que no les veo y sigo solo la exploración que queda todavía, espero aplicarlo en nuevos grupos de canalizadores.