La importancia de armonizar los dormitorios infantiles
Es inminente crear un entorno adecuado para bebés y durante su primera infancia, cuyo estado salubridad garantice un bienestar óptimo. La importancia radica en que nuestro planeta Tierra está evolucionando y su resonancia energética va en aumento.
Desde hace más de diez años, los niños que nacen poseen una mayor sensibilidad extrasensorial, lo que les lleva a captar fácilmente cualquier alteración que haya a nivel energético-ambiental, sobre todo, en la habitación donde duermen, porque es el lugar donde más horas pasan allí. Dada mi experiencia como terapeuta del hábitat, a lo largo de estos dieciocho años he ido viendo cómo estamos en constante interacción con el medio, ante lo cuál, somos totalmente vulnerables a ellas y estriba sobre todo, en nuestro grado de sensibilidad. Aunque lo grave del asunto es que, aquellas personas que su grado de percepción es menor, puede que no acusen el efecto que el entorno está produciendo en ellas, hasta cuando ha hecho mella en su salud, si han estado expuesta a un espacio con elementos patógenos graves.
Ejemplo de la aplicación de la terapia ambiental en una vivienda
Recuerdo una terapia ambiental en una vivienda, que al hacer el recorrido de la casa, había una habitación como trastero. Su ubicación era excelente para la habitación de los niños o para una sala de juegos. La dueña me explicó, que no había manera de transformarla, siempre habían surgido impedimentos, o acababan yéndose a otra estancia.
En el transcurso de la aplicación de esta terapia, descubrimos que esta habitación estaba ligada a un edificio exterior, que a nivel histórico, se constató como un antiguo palacio. Las imágenes que se fueron desarrollando en la estancia eran de otra época y, según iban vestidos, podría ser del S.XVII o XVIII.
Había una joven de clase humilde con un bebé en sus brazos a la cuál, se le arrebató el niño, pues su linaje era noble, un hijo ilegítimo. Esa habitación guardaba la memoria del dolor por la pérdida de ese niño, ante lo cuál, la huella energética emplazada en ella es de "no haber vida en ese lugar". Con lo cuál, traducía exactamente la imposibilidad de gestar en ese lugar cualquier actividad de convivencia en ella. Posteriormente se diluyó esa información y con el tiempo, me confirmaron cómo se había podido por fin, crear un espacio nuevo en ella.
Hago mención también a que, si la vivienda donde uno vive es de nueva construcción, no está exenta de problema alguno, como así se cree generalmente, ya que se ha de tener en cuenta que existe una huella medio ambiental repleta de los rescoldos que han ido dejando los diferentes sucesos históricos, bélicos, políticos o sociales, a lo largo de los años. De ahí, la necesidad inminente de crear espacios donde nuestros hijos, bebés, niños estén exentos de cualquier tipo de contaminación, provenga de donde provenga, o sea de un tipo u otro.
La problemática que puede surgir si un niño se mantiene en un lugar altamente patógeno puede ser:
- dificultades a la hora de conciliar el sueño,
- llanto,
- dolencias físicas,
- miedos,
- alteraciones psicosomáticas,
- hiperactividad,
- falta de atención en el colegio...
Todas ellas pueden tener su origen en las circunstancias ambientales.
Como a veces me encuentro con personas que no consideran importante, ni necesario realizar una Terapia Ambiental a toda su casa. Y otras veces, son personas que si les gustaría realizarla, pero el factor económico se lo impide. Es por lo que en este artículo abogo por la salubridad de los espacios donde están los niños, o bebés recién nacidos, dada la casuística anteriormente mencionada. Y como supongo, el anhelo como padres, por la salud de sus hijos. Rehabilitar dicha estancia, no es un lujo, sino una necesidad actual.