Dónde están los científicos honrados
La psicosis impulsada por los gobernantes y sus medios de comunicación, en mi opinión una estrategia bien estudiada, unos invitan a la calma, para mantener el control sobre la población y los otros no paran de inyectar el pánico en la población.
Tras el “Estado de Alarma General”, los ciudadanos asustados renuncian por "su propio bien" a su libertad de movimiento, comunicación, asociación, manifestación, etc. Mientras y aprovechando la ocasión, las grandes compañías farmacéuticas, entre otras, devoren los fondos que iban a ser destinados a crear puestos de trabajo, paliar las brutales desigualdades existentes, entre otras cosas importantes para los ciudadanos.
Y no podemos olvidarnos de la poca credibilidad que para algunos tiene la propia OMS, poderoso organismo de chupópteros, que dirigen nada más y nada menos que la salud internacional, y que está compuesta por comerciantes de la industria médica. Su declaración en 2009 sobre el brote de gripe porcina como una "pandemia global", pronosticando que "hasta 2.000 millones de personas podrían infectarse", forzó a los gobiernos a gastar miles de millones de euros en la compra de vacunas que luego tuvieron que tirar.
Será el Coronavirus una situación similar
En Junio de 2010 un informe presentado acusó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ocultar el conflicto de intereses de al menos tres de las personas que escribieron las pautas por las que se rigieron decenas de gobiernos a la hora de gastar miles de millones de dólares en medidas contra la gripe porcina. En la mente de algunos científicos se encuentran verdaderas armas de destrucción masiva y en algunos otros, un ADN corrupto.
Hoy, en marzo de 2020, el Gobierno de España ha iniciado una manipulación psicológica y emocional basada en hechos objetivos clínicos de la infección por Coronavirus, que no son más graves que los de la infección anual de una gripe o infecciones del virus del sarampión. Convivimos diariamente con microorganismos patógenos, que provocan enfermedades cuando nuestras defensas están bajas o, dicho de otra forma, cuando nuestro sistema inmunitario está disminuido.
Las cifras que presenta la OMS no justifican la alarma general que se está generando. Estas cifras se deben a las pruebas de detección de forma generalizada en áreas de contagio, un alto porcentaje, superior al 80%, presentan signos leves y muchos de estos no presentan síntomas, son los llamados asintomáticos, porque su sistema inmunológico está fuerte, algo que pasa con muchas otras enfermedades, sin que sean detectadas.
Si hablamos de los índices de mortalidad, solo el 3% de las personas afectadas por el Coronavirus muere debido a que su sistema inmunitario estaba afectado por otras patologías previas. Según datos de la OMS a nivel mundial han muerto 5.862 personas. La comparativa no puede ser más clara. En 2019 el virus del Sarampión provocó la muerte de 140.000. En España en 2018 el virus de la gripe mataba aproximadamente unas 40 persona diarias.
Según los datos de la Red de Vigilancia Española sobre epidemias, la semana 3 del 2019 había 92.250 casos infectados por el virus de la gripe, la semana 10 de 2020 había unos 300.600. Con el "peligroso Coronavirus", la semana doce del 2020, según los datos del Ministerio de Sanidad en España hay unas 7.753 personas afectadas.
No estamos ante un virus que provoca patologías graves, estamos ante una toma de decisiones gubernamentales que podrían ser más graves que las consecuencias del virus.
Estas decisiones son: el aislamiento físico y emocional de personas sanas. Este aislamiento por sedentarismo e inacción vital provoca patologías articulares, cardiovasculares, circulatorias, ansiedad y trastornos del sueño, sin contar con el empobrecimiento generalizado de la población.
Debemos revelarnos ante este aislamiento, debemos tomar aire puro, hacer ejercicio físico con lo que lograremos aumentar nuestro sistema inmunológico, debemos tomar el sol, absolutamente necesario para prevenir la depresión, debemos potenciar nuestro enfoque de vida positiva, lo que debilitará al virus, inmunizándonos como especie.
El Estado de Alarma General provoca miedo en la población y el miedo mata a más personas que la mayoría de los virus. El miedo merma nuestra capacidad de defensa a nivel físico y emocional debido a un aumento de estrés, disminuyendo nuestro sistema inmunitario y debilita nuestro poder para responder a las adversidades del día a día. Como broche de oro, podemos oír, en diversos medios de comunicación, la engañosa preocupación existente por los “Autónomos”, que serán los más afectados por esta decisión del gobierno. Pero los miembros del Gobierno no estas preocupados por sus enormes sueldos. ¡Qué vergüenza!
El Covid-19 será presentado por los políticos, no como resultado de un sistema ineficaz, sino como el causante de la grave crisis económica que se avecina. ¡Y lo aceptaremos!