Los caminos de la energía
En el siguiente artículo doy nombre a algo tan infinito de comprender como de posibilidades que la vida nos ofrece para poder experimentar y despertar estados de conciencias inimaginables, salir de nuestras rutinas es una opción pero, ¿podemos salir de nuestra responsabilidad? O mejor, os hago esta reflexión ¿podemos dejar nuestra responsabilidad como individuo o como ser humano? Porque la gran pregunta es si sabemos separarlo.
Hablaros de cómo la energía se manifiesta en nuestro cuerpo o nuestro entorno no es una tarea fácil. Incluso para los incrédulos, darles una definición seria dar un elemento para desacreditarlo. Pero intentaremos dar vida a algo que no se ve pero que se puede sentir y que está ahí.
En artículos anteriores os he comentado en varias ocasiones la dificultad del ser humano tiene para conectar con la energía aun estando en contacto con ella continuamente, es algo inseparable y natural que la vida nos ofrece. El mundo que conocemos no facilita tal conexión para muchos. Podéis pensar que la evolución humana es la que nos ha llevado hasta aquí. No intento ser juez de nadie ya que la ignorancia está en todas las mentes humanas. Esta sentencia parece que sea digna de un juez pero nuestra mente no da para abarcar todo...
Esas limitaciones que la mente nos crea o creamos, hace que prioricemos aspectos de nuestras vidas, dependiendo de las necesidades que precisamos cubrir. Os animo a tener otra perspectiva de la vida. Recuerdo una escena de la película “El club de los poetas muertos” cuando los alumnos se suben de pie en el pupitre, a muchos nos emocionó esa escena pero ahora hace falta subir al pupitre y observar el mundo desde otra perspectiva.
Para los que nos gusta todo lo relacionado con la energía, parece que vivimos en un mundo de fantasía y que hemos encontrado la salvación. Desde mi punto de vista no es así. Si hemos encontrado algún momento más de paz, sintiéndonos algo más satisfechos con nuestras vidas, aun sabiendo que siempre se puede mejorar y esperar vivir más experiencias. La energía nos da esta elección como infinitas elecciones pero lo que no podemos pensar es que la energía es juez de nuestras acciones. Ahora bien, nuestro estado energético puede atraer energías, dependiendo de nuestra frecuencia energética y nuestros estados emocionales pueden ayudar atraer energías adaptándose a nuestra frecuencia.
¿Qué es la energía?
Para los que os gusta la ciencia es complicado crear una definición con base científica por lo que os pido que me perdonéis. Actualmente la ciencia todavía estudia cosas tan abstractas como la materia oscura o teorías cuánticas pero, si observamos la historia de la humanidad, la vida y las teorías se pueden ir al garete en cualquier momento. Con lo cual, no tengo una definición clara para la energía ni me obsesiona tenerla, aunque si os animo a conectar con ella y descubrirla; y solamente hay una manera y es sentirla... una y otra vez.
He elegido el título de este articulo “Los caminos de la energía” cuando lo curioso es que la energía no tiene caminos, ni direcciones, ni está pendiente de nosotros, ni nos juzga, ni nos obliga, ni espera nada de nosotros... qué triste, pensareis, se acabó la fantasía. Entonces ¿para qué sentir si no quiere nada de nosotros? Quizás necesitamos sacarnos ese egocentrismo que tiene el humano o que nos han inculcado y observar la vida desde otra perspectiva y quizás vuelva la magia o la fantasía.
Si os tuviera que dar una idea científica de esos posibles caminos de energía, os diría que están en todas partes, todo está relacionado energéticamente. Sin embargo, no os quiero dar ningún ejemplo para que vuestra visión sea lo más abierta y amplia posible... todo está conectado. Casi os puedo asegurar que la energía es la chispa de la vida, una autentica provocadora, no entiende de fronteras, ni de muros. Si la bloqueas, te hace la vida imposible o explota, y si la intentas controlar... apaga y vámonos.
La energía cuando se te manifiesta no llama a la puerta, ni espera que estés preparado, pero tampoco llega para asustarte, ni para obligarte a nada. Pero si se manifiesta en ti es que tú la has creado un camino. Y si notas su presencia, ella no te pregunta por qué está ahí pero tú si te puedes preguntar porque ella ha llegado hasta ahí. La energía no entiende de lenguaje, no entiende de normas, ni de comportamientos, ni entiende de lógica, ni de razonamientos, aunque el humano necesitemos una explicación para algo que es asombrosamente natural, y estamos más obsesionados en descubrir sus secretos que en disfrutar de ellos, aunque llegar a disfrutar de ellos os aseguro no es un camino fácil.
El cuerpo, para detectar o sentir su presencia, es algo tan sencillo como cuando sientes dolor, al igual que cuando sientes la emoción más sutil o cuando el pensamiento crea una emoción o una ilusión o el miedo, o incluso una idea. Hay infinitas maneras de sentir sus mecanismos. Estar pendientes de ellos no siempre es positivo, la energía se puede dejar fluir, se puede canalizar, se puede concentrar, se puede bloquear, se puede acumular, etc... Sin embargo, para saber sus mecanismos necesitamos conocer como funciona nuestro cuerpo ya que, al igual que la energía entra, tenemos que saber hacerla fluir y aprender a exteriorizarla. Actualmente existen muchísimas personas que enseñan prácticas que acercan al conocimiento energético o relacionado lo que nos ayuda a entender mejor su funcionamiento.
Sentir dolor como sentir belleza o armonía es lo que yo le llamo los caminos de la energía, aunque en este artículo lo simplifique mucho. Creamos a veces auténticas autopistas de energía en nuestro cuerpo con consecuencias que pueden ser muy negativas para nuestro cuerpo.
Decir que todo empieza en la mente es muy peliagudo pero sí que en la sociedad que vivimos nos han inculcado mucho esa separación de mente y cuerpo, cuando es absurdo pensar que hay algo en nuestro cuerpo que vaya por libre y si fuera así es que el cuerpo esta desequilibrado.
Las personas que sufren de trastornos mentales, algo muy corriente en sociedades de las llamadas "modernas", para sanar necesitan exteriorizar todo lo que llevan dentro, enfrentarse a sus miedos, no sentirse excluidos del resto y reactivar sus funciones ya que se anulan física y mentalmente. Antiguamente ha habido mujeres y hombres que, por manifestar su rechazo al sistema en su momento o por no actuar acorde a las costumbres sociales, se trastornaban por el rechazo social, acabando desquiciados. Muchos terminaban encerrados en manicomios.
Llevo muchos años observando los comportamientos energéticos. Entiendo que no es una tarea fácil pero observo muchos individuos que llevan un cuerpo pero si le pusieran otro disfraz ni se darían cuenta; o gente que camina con un cuerpo que desconoce, que enferma y no sabe porqué, que despiertan emociones y las vuelve a perder, que tienen el cuerpo dormido, que se sacrifican en vano, que confunden las emociones, que no tienen curiosidad, que lo maltratan, que no saben vivir el presente o que están ausentes... No quiero ser más dramático hay muy buenos caminos de la energía para elegir: la energía estimula, la energía provoca, la energía altera, la energía suaviza, la energía irrita, etc...
Una de las cosas que tienes que tener claro es que la dirección la eliges tú. Podemos pensar que es complicado vivir dentro de un sistema donde el ritmo del día a día no lo impones tú, que las normas están establecidas y no a gusto de cualquiera, que hay personas que no entiende tu visión de la vida o que quieres experimentar cosas que no a todo el mundo pueda entender, pero una de las cosas que es importante tener claro es que el único lugar que vas a sentir una libertad absoluta es dentro de ti, solo depende de ti y, si logras transformar tu vida a tu necesidad o a lo que buscas... chapó.
La energía está para todos, no hay diferencias, ni privilegios pero ¿dónde está esa diferencia entre unos u otros que nos crea esa diversidad entre las personas? La respuesta está en la sensibilidad de nuestro cuerpo que cada uno tiene para percibir esta energía, el uso que hacemos de ella, como la canalizamos, como la identificamos, que lectura damos de sus señales, que direcciones le damos de ella, etc...
Yo, como muchas personas, por los motivos que sean, he sentido el rechazo a sentir esta energía sobre todo por desconocimiento o porque creemos que nuestro cuerpo no entiende de limitaciones o pensamos que podemos controlarlo todo. El cuerpo llega a su límite y no sabéis lo mal que se lleva, es una batalla interior que no tiene descanso, que te arrastra del cielo a los infiernos en décimas de segundo y, cuando descansas, te están preparando la siguiente batalla. No hay descanso, ni sabes cuándo puede acabar, ni cuando llegara el final de esta batalla que te obliga a enfrentarte a tu ser que te desnuda interiormente y observas como el miedo se va acercando una y otra vez.
El final nunca llega hasta que ganas la primera batalla y comienzas a sentir la luz de la victoria. Para muchos puede parecer que me he escapado de un cuento pero en realidad para mí ha sido una de las mayores experiencias que me ha dado la vida y que agradezco.
Con el tiempo te das cuenta que esas batallas se suavizan llevándote a enfrentamientos donde llegas a distinguir esa separación entre el individuo y el humano pero aún lejos de entender al “ser. No es una tarea fácil aunque esa búsqueda siempre te lleva a una elección, y de esa elección a otra. Quizás nunca encuentres el final del camino pero si consegues hacer del camino tu forma de vida, no deja de ser una elección. Y si consigues notar la presencia del “ser” durante el camino, notarás que el individuo ya se ha alejado.
El mundo que vivimos, perdonad la expresión, “es una mierda”. Supongo que siempre habrá excepciones y para algunos no hay mundo mejor con una buena birra y viendo un partido de fútbol o de otro deporte, vestir a la última moda o conduciendo un deportivo de última generación.
No voy a intentar ser hipócrita con el sistema. Las tentaciones están para eso, para tentarte. Y debilidades las tenemos todos. Pero necesitamos cambiar todo esto urgentemente. El planeta no sufre por nosotros pero el humano está cerca del abismo y algunos ya están haciendo planes para salvarse, llevándose por delante quien haga falta sin ningún cargo de conciencia. Para que os hagáis una idea, es como ha funcionado el sistema en toda la historia de la humanidad.
Estamos en un momento muy importante de la humanidad donde necesitamos reaccionar pero siguiendo su esencia, sin caer en la provocación, ganar batallas silenciosamente. No necesitamos héroes, ni doctrinas, ni una fe que nos inculque una esperanza que nunca llega. Ser conscientes de nuestras posibilidades pero siendo generosos con nuestro planeta y con todo ser vivo.
Tenemos que ser egoístamente responsables, aunque no es tarea fácil. Caer en la ignorancia o en la destrucción es una opción, La gente es libre de elegir su camino y cada uno elegir su mejor infierno o su autodestrucción como individuo, como humano o como ser humano. Sin embargo, hay caminos en la vida que pueden hacer olvidar que estuviste alguna vez allí.
Pero volviendo a la energía, en la actualidad, como en toda la historia de humanidad, el conocimiento nos crea estructuras de pensamiento donde la búsqueda de la verdad se puede convertir en una doctrina y convirtiéndolas después en un acto de fe aceptándolas sin cuestionar ni crear dudas por el simple hecho de quien lo dice o la reputación que tiene.
Hoy en día, la ciencia podemos decir que tiene el sitio ganado y entiendo que para el ciudadano de a pie es casi imposible cuestionarse todos sus avances, convirtiéndose en un acto de fe aceptar según qué criterios, descubrimientos o avances científicos. Por ejemplo, un matemático en un momento dado nos dice con sus cálculos matemáticos que nos puede demostrar que existen once dimensiones con el mejor de los conocimientos matemáticos que actualmente tiene, aunque a día de hoy parece que esta idea a quedado pequeña. Los avances científicos son espectaculares, para el ciudadano es una información que respeta y que la mayoría no cuestiona por su desconocimiento aceptando como logro científico.
Cuando me vienen personas a mi consultas, algunas me manifiestan tener clarividencia o tiene visualizaciones o dicen que canalizan la energía. Lo primero que hago es respetar lo que me están diciendo, aunque no tenga ninguna de estas cualidades que un ser puede despertar. Pero. ¿por qué a éstas hay un cierto rechazo social y las otras no? Por ejemplo, cuando el matemático, con sus cálculos se acerca a una realidad energética.
Sí que en todos los campos hay individuos o seres oscuros que hace mal uso de estos conocimientos o avances científicos. Tanto un matemático puede usar sus cálculos para direccionar una bomba o como un clarividente hace una interpretación airosa y llena de ego o protagonismo donde puede estar más pendiente de convencer que de lo que puede ayudar.
Los caminos para llegar a la energía son tan simples a veces como despertar la curiosidad o entrar en una intensa búsqueda. Pero llegar a su verdadero conocimiento puede ser una trampa de doble filo, aunque la vida puede ser caprichosa y llegar entender la mínima expresión de ella. Eso puede abrirte otra puerta a otra visión de la vida aunque te puede arrastrar a vivir en un continuo circulo que te atrapa una y otra vez. Es por eso que animo a las personas a soltar lastre de sus vidas para hacer de ella su propia obra de arte. Pero si les gustan los círculos aquí no estamos para cuestionar la mejor forma geométrica.
Cuando hablamos de la energía e insistimos que necesitamos sentirla una y otra vez, es porque hay una gran diferencia entre tener la emoción y sentirla. Para entender esa diferencia, simplificando mucho, diríamos que las emociones crean una estructura concentrando puntos de energía en nuestro cuerpo. En la mayoría de los casos, somos nosotros los que creamos estos estados emocionales. En otras ocasiones, es la influencia externa. Pero siempre somos nosotros la que direccionamos esa energía.
Por ejemplo, la energía astral está en continua actividad energética pero cuando actúan algunos de sus protagonistas planetarios, intensifica su acción energética en el momento que está en la parte más alta de nuestra perspectiva. Desde el cielo, eso provoca que se intensifica la energía sobre nosotros, actuando sobre el estado que tenemos; si la energía es armónica suavizará nuestro estado y si la energía es de alta vibración, puede crear un cierto rechazo o es difícil direccionar. Por suerte los planetas igual que vienen, se van, un día, otro y nunca se forma la misma energía.
Una de las cosas que observo en las personas es como direccionan la energía en esos momentos porque es ahí donde está la clave. Se hacen una lectura errónea de esos síntomas, creando consecuencias que no ayudan a canalizar esa energía, creando un problema mayor.
Tenemos tendencia a razonarlo todo, incluso lo irrazonable, creando continuamente estructuras de pensamiento. Podéis imaginar cómo nuestro cuerpo está limitado para sentir y los filtros que necesita la energía para moverse por él. Para muchos, comprender esta idea puede ser como tirarse al abismo. Ahora más que nunca necesitamos tener conciencia de nuestro cuerpo, tener conciencia de cada emoción, sin intentar traicionarnos, ni engañanos, ni intentarla aludirnos. Hay que intentar entenderla, entender porque ha llegado o se manifiesta, y hasta qué punto nos ayuda.
Pero lo que quieres para ti también tendríamos que proyectarlo al ajeno. Estoy convencido que no es tan complicado. A veces es tan simple como no exigir por norma, no obligar, no manipular, no apretar, no irritar, no humillar, no culpar, no agredir, no especular, no imponer, no maltratar, no apoderar, no usar tu poder sobre el otro, etc... No tengas miedo de que el mundo cambie y si tienes que usar algunas de estas acciones, que sea por un buena causa.
Lo que voy a decir ahora os puede sorprender: No podemos controlar nuestros estados emocionales pero si tenemos la llave para activarlos. Hay muchos de ellos que podemos decir que los manejamos, incluso encontrándonos cómodos aunque esto no es un cajón que se cierra y se abre.
Nuestros pensamientos van muy ligados a los estados emocionales que manifestamos y de la frecuencia que nos movemos. Existen estados de frecuencia, como por ejemplo cuando manifestamos “la ira o la culpa” que, para simplificar, son estados emocionales pocos frecuentes y no son tan problemáticos. Sin embargo, cuando estos estados emocionales son muy frecuentes, tendemos a abrir otros campos dimensionales, dejándonos llevar por pensamientos que, al final, no controlamos y nos cuesta distinguir si son nuestros.
¿Para que sirve tener tanta conciencia si podemos vivir despreocupados “si, son dos caminos” a elegir? La energía no nos va juzgar... o si, tampoco la conozco tanto. El ser humano tiene un potencial inimaginable.
Si os gusta más un mundo donde pedimos cada día más seguridad y nos estamos creando nuestras propias celdas, vivimos con el miedo a la enfermedad. Y el miedo es el primer aliado de la enfermedad. Estamos creando enfermedades continuamente cuando no observamos de donde vienen, exaltamos el ego y cuando nos encontramos con alguno que va por libre, nos escandalizamos.
La arrogancia está bien instalada. Existen sectores de la ciencia que trabajan con tecnologías avanzadas que se ríen en nuestra cara. Cuestionamos continuamente a nuestros políticos y no nos cuestionamos el inmenso poder que les damos.
Trabajamos muchas horas para disfrutar de pequeños momentos, descansamos delante de un televisor para emocionarnos por la vida de los otros, o frustrados por no sentirnos ”Rambo” por un día o “Messi”. Aceptamos, e incluso defendemos, verdades que no son nuestras y nos quedamos tan tranquilos que ignoramos la magnitud de ellas. Se especula con las necesidades básicas de las personas y después se rechaza a sus víctimas. Puedes ser un gran millonario y refugiarte en guetos de cristal viviendo lejos de la supuesta ignorancia de la calle o de la miseria de la que puedes ser cómplice.
Aquí no se trata de eliminar a nadie sino de arremangarse todos de alguna manera. No sigo ya que este mensaje puede parecer negativo y pesimista para algunos. Quizás estamos más acostumbrados al romanticismo fetiche de la tele o el amor espiritual de la “new age”.
A veces observamos películas donde nos dan una visión donde el mundo parece de fantasía. Por ejemplo “Avatar” nos muestra un paraíso en un planeta lejano de la Tierra donde su naturaleza nos deja con la boca abierta. ¿Os habéis preguntado qué mundo tendríamos si dejáramos de agredir a nuestro planeta? Vivimos en un mundo salvaje quizás porque no le hemos dado otra visión. Para los que aprecian la teoría cuántica, el mundo necesita de nuevos observadores.
Para acabar, los caminos de la energía son una elección como toda la vida. Se puede tener una vida armoniosa y vivir al margen de los conocimientos energéticos porque quizás uno no lo necesite. Pero cuando hay preguntas sin resolver, vidas con baja frecuencia, cuando uno enferma, cuando tiene dificultades en las relaciones, en los trabajos, cuando no encaja en la sociedad o con las personas más cercanas, cuando la vida no funciona... la vida le está pidiendo una nueva dirección, una nueva búsqueda.
El cuerpo nos pide resetear de nuevo, renunciar a muchos pensamientos que no nos ayudan, cuidarlo más, activarlo, darle más alegrías, alimentarlo mejor. No se trata de vivir más años sino de vivir lo mejor que podamos y, si nos olvidamos de contarlos mejor. Hasta algo tan simple es una trampa.
Puede que, para algunos, la idea de energía puede no haber quedado clara o nada clara. Estamos en momento donde el ser humano está en jaque. Vivir como individuo es una opción y un camino, pero si queremos renunciar a nuestra esencia como ser, debemos acordarnos de esta frase:
Esperemos que un abrazo no se convierta en un símbolo de valentía y un beso en un símbolo de rebeldía.