La ocupación como herramienta terapéutica
Ocupación
Desde nuestros antepasados se observó que la participación en tareas y eventos diversos de la vida cotidiana podría restituir a las personas consiguiendo un funcionamiento más saludable y satisfactorio.
Nuestro concepto de hombre es el de un organismo que se mantiene y busca un equilibrio dentro del mundo de lo tangible y lo real a través de la vida activa y del uso activo (en su naturaleza y medio que lo rodea). Ahí se observa, la necesidad humana por la ocupación.
La ocupación tiene la fuerza para mantener el bienestar; mientras la persona emplea su cuerpo en un trabajo, su atención también se dirige hacia las dimensiones creativas y prácticas de la tarea que lo mantiene ocupado. Por tanto, las capacidades del cuerpo y mente se mantienen por medio del desempeño de ocupaciones que proveen un sentido de interés, valor, logro y desafío.
La ocupación conserva la mente y el cuerpo, la “inactividad forzosa” podría dañar la mente y el cuerpo de la persona. La interrupción en la participación y desempeño de la ocupación (falta de ocupación) tiene como consecuencia la desmoralización, colapso de los hábitos y el deterioro físico, con pérdida de capacidades para desempeñar las ocupaciones de la vida diaria.
Somos conscientes que la mente y el cuerpo están muy ligados. En cada alteración funcional, además de los trastornos del Sistema Nervioso existe una reacción de la mente. Todo está comunicado en el cerebro. Los efectos negativos de la inactividad infiltran tanto el cuerpo como la mente y cada problema magnifica al otro. Finalmente, ya que la ocupación mantiene el cuerpo y la mente, es muy adecuada como herramienta terapéutica para la regeneración de la función perdida.
Además, comprometer a las mentes con la diversión y el juego y olvidarnos de músculos, nervios y órganos, influirá en el estado de ánimo.
La naturaleza ocupacional de los seres humanos
Todas las personas tienen un motivo o necesidad básica de la ocupación.
- La ocupación contribuye a un dominio específico del comportamiento humano.
- La ocupación es la fuente primaria del sentido en la vida.
- Es el impulso firme para hacer cosas y florecer mediante el compromiso en las búsquedas prácticas, productivas y de diversión. De descubrir, ejercitar la capacidad y experimentarse a sí mismo como componente.
- Proceso evolutivo en el que el SN complejo de los seres humanos nos brinda la necesidad dominante de actuar (Kielhofner, 2002).
- Comprende el juego, actividades de la vida cotidiana, trabajo/educación. Tomadas juntas, llenan su tiempo y crean las circunstancias de su existencia y contribuyen su lugar en el mundo.
- La participación en la ocupación crea y afirma el significado de la vida.
Los problemas o los desafíos ocupacionales
Dado que la ocupación en una necesidad básica, las personas que están negadas al acceso o tienen restricciones en sus ocupaciones pueden sufrir y experimentar una reducción en la calidad de vida. Una falta o problemas de participación también pueden restringir el desarrollo dando lugar a menor capacidad y mala adaptación. Debe considerarse más bien cómo los deterioros interactúan con las condiciones presentes en el entorno y con la vida de la persona que experimenta esos deterioros (Trombly).
La práctica basada en la ocupación
Cuando los componentes del desempeño subyacentes no pueden restaurarse en su totalidad, la adaptación a la discapacidad permanente requiere algo diferente: una reorganización del todo. El orden que encontramos en el comportamiento no sólo depende del estado de los componentes del desempeño sino también de la tarea y el contexto medioambiental.
Los terapeutas ocupacionales empleamos la acción terapéutica de la ocupación a través de cuatro vías principales:
- Proporcionar oportunidades de participar en la ocupación del compromiso.
- Modificar los ambientes a la eliminación de barreras arquitectónicas o sociales.
- Proporcionar dispositivos técnicos para el entrenamiento en el uso de dispositivos.
- Orientación y resolución de problemas de asesoramiento y resolución para facilitar la participación.
El punto de vista focal del terapeuta es muy relacionado con la triada mente, cuerpo y entorno.
El estado de salud vendrá de la mano por la participación en las ocupaciones. Según Meyer, el estilo de vida saludable depende y se manifiesta por medio de los hábitos que organizan el uso cotidiano del tiempo. Los hábitos controlan el ritmo básico y el equilibrio de la vida. Estos hábitos a la vez se mantienen a través del compromiso continuo con las ocupaciones cotidianas.
Los principales valores de los terapeutas ocupacionales son promover el bienestar y calidad de vida y apoyar los deseos de la persona para integrarse en la corriente dominante de la vida a través de la participación en las ocupaciones importantes de ella.