Higiene y protección energética
En muchos lugares leerás información sobre la necesidad de defenderte de las malas energías. Nosotros no lo enfocamos así, nosotros hablamos de higiene energética. Mantener una buena higiene energética es tan importante como ducharte a diario o lavarte las manos antes de comer.
Cuando se hablamos de defendernos, automáticamente nos colocamos en ese paradigma en el que estamos admitiendo la existencia de energías “malas” que me quieren “atacar” de las que me tengo que defender. Esto me coloca en un lugar de víctima, y en consecuencia en un lugar de baja vibración.
Si la energía se atrae o se repele por afinidad vibratoria y en la energía hay información, la información que haya en tu campo energético y la vibración de éste atraerá o repelerá en función a cómo se encuentra. Una vibración alta por lo general repelerá a la vibración baja, o si no la repele hará que mi cuerpo energético pueda gestionar bien esa energía y adaptarse sin mayores problemas y consecuencias. Y esta es la mejor garantida de “protección” y salud.
Una información de gratitud a traerá abundancia que creará aún más gratitud. Una información y vibración de victimismo atraerá una energía que trate de dominarla y cause vivencias propias de una víctima. Cuando incorporas a tu campo una información estás dando permiso a que el mismo tipo de información venga hacia ti.
Es por eso que en el camino de la vía espiritual es conveniente ser pulcro e impecable. Oirás a muchos maestros hablar de la impecabilidad. “Solo por hoy sé honrado” es uno de los 5 principios de Reiki. Y un pequeño secreto, cuando se habla de atraer lo que quieres a tu vida o de crear tu realidad y todos estos conceptos tan manipulados desde un mal entendido positivismo, en realidad no funcionan desde los pensamientos, funcionan desde aquí.
Estar alineada en pensamiento, emoción y acción creará un campo energético estable, fuerte y con una vibración elevada (esto es en realmente estar empoderada).
Cuando no estás alineada en pensamiento, emoción y acción tu energía se distorsiona, eres mucho más fácilmente manipulable y energías que no te interesan se te pegarán mucho más fácil y te costará mucho más gestionar. Además tu aura se debilita y aparecen agujeros y fugas de energía.
Entonces está en tu mano recuperar tu poder lo que es de vital importancia si quieres mantenerte en un estado de salud integral. Para ello las prácticas de meditación, silencio, escucha interior, Reiki, una buena alimentación acorde a tu organismo, ejercicio físico, el contacto con el mar o el bosque, etc. son prácticas que te acercan a ese estado. En el fondo todos sabemos qué cosas nos acercan y qué cosas nos alejan de conseguir y sobre todo mantener un equilibrio saludable.
Vale, ahora seamos realistas ¿y mientras conseguimos esa coherencia y esa impecabilidad qué hacemos? El común de los mortales nos encontramos en este camino, a veces avanzando, a veces retrocediendo y otras simplemente despistados o parados.
Pues bien, para eso están las técnicas de “protección” e higiene energética por todos conocidas y que nos son tan útiles. En tu caso, igual que con la alimentación o el ejercicio, tendrás que descubrir qué técnica se ajusta mejor a ti en general o en cada momento en particular.
Conocerás muchas técnicas para las que necesitas herramientas externas como sonido, minerales o plantas. Estos elementos son en realidad herramientas, muletas, apoyos que nos facilitan mucho el trabajo sobre todo al principio mientras nuestro cuerpo energético aún no está entrenado. Ahora bien, a nuestro entender cuanto más autosuficientes seamos, menos dependientes y más eficientes seremos en cualquier momento y en cualquier situación. En cualquier caso, cada una debe explorar las diferentes opciones y elegir las que mejor le funcionen en cada momento.