Volver al trabajo con nuevos hábitos
Cómo cuidar nuestro interior se refleja en nuestro exterior.
Volver al trabajo después de las vacaciones se presenta como un empezar de nuevo, que a los pocos días o semanas (según múltiples factores) ha pasado a la cotidiana rutina, pero sin la acumulación estresante que surge a medida que avanza el tiempo.
Este empezar de nuevo, se plantea como un buen momento para renovar hábitos: planificar actividades, horarios, …hacer una programación de cómo será nuestro día a día, nuestros meses, el año y definir cuáles van a ser nuestros objetivos personales y profesionales.
Uno de los objetivos que te vas plantear es ¿Qué actividades quiero aprender o continuar, para vivir con más sentido y de una forma más plena?
Una actividad que te puede ayudar es la práctica del Mindfulness, la cual te conecta con tu interior y te permite conocerte mejor. Además, te da la posibilidad de aprender a identificar las emociones y gestionarlas para relacionarte de forma más satisfactoria contigo mismo y con las personas que te rodean.
También te permite encontrar un modo de vida Mindfulness, el cual, entre muchas cosas, se caracteriza por:
- Vivir en el aquí y el ahora.
- Saborear el momento presente, percibiendo, las sensaciones, las emociones, construyendo una vida más consciente y como consecuencia más plena.
- Después de conseguir todo esto, la práctica continuada del Mindfulness aporta la ansiada serenidad y plenitud.
¿Y cómo materializar estos objetivos en el ámbito laboral? Estas son algunas breves practicas que te van a permitir alcanzar este propósito.
Cómo practicar Mindfulness
Una buena práctica de Mindfulness que puedes realizar durante la jornada laboral, es poner una alarma en el ordenador o en el móvil para recordarte que tienes que parar a realizar ejercicios de relajación y desconexión.
Prácticas como:
- Puedes meditar de forma autónoma, conectando con tu respiración y observando las sensaciones que aparecen en tu cuerpo sin apegarte a ellas. Existen grabaciones de “sonidos de campanas para meditar de forma autónoma” que te permiten acotar el tiempo de la práctica. Puedes empezar por cinco minutos e ir augmentando hasta llegar a treinta minutos.
- Otra posibilidad es seguir una mini meditación guiada de 2 o 5 minutos.
- Si ponerte a meditar te puede parecer una tarea difícil, uno de los secretos es empezar por poco tiempo, 2 minutos, 3 minutos, …e ir aumentando según te vaya naciendo de forma interna. El ritmo lo pones tú. Todos los ritmos están bien.
Y que te aportaran estas prácticas:
- Estas prácticas, aunque sea breves, despejarán tu mente y te activarán para realizar la siguiente tarea de una forma más eficaz.
- Además, la práctica evitará la reacción tensional por acumulación que se produce cuando quieras resolver la gran cantidad de actividades, a la cuales, necesites o tengas que dar respuesta a lo largo del día.
- En el trabajo, el Mindfulness, también te ayuda a gestionar mejor el día a día, y que no finalice en un episodio de ansiedad o estrés.
- Si tomas descansos breves, pero relativamente frecuentes te proporcionarán más energía y mejor concentración, y no acabaras la jornada laboral tan agotado.
Adicionalmente, si prácticas meditación Mindfulness en casa, reforzaras la práctica laboral. Aunque lo ideal es asistir a clases de meditación un día a la semana, por que refuerza la práctica individual, resuelve dudas que aparecen al meditar, por que el grupo fortalecerá tu práctica y por todas aquellas ventajas que aporta la formación en grupo.
En resumen, la vuelta al trabajo ha de contemplar el cambio de hábitos, y en los días previos o en los días iniciales de la vuelta al trabajo, es muy buen momento para planificar las estrategias y técnicas de relajación laboral que vayamos a implementar en nuestro día a día. Nuestro bienestar psicológico pasa por adquirir rutinas más saludables, y realizar técnicas de relajación que nos abren espacios de conexión interior y desconexión exterior.