La soledad angustiosa

Jordi Ysàs
7 Jul 2024 lectura de 8 minutos
La soledad angustiosa Recomendado

La soledad contiene un componente subjetivo muy elevado, si para unos el retiro en soledad supone un contacto con su interior y una experiencia de superación y plenitud, ya puede ser intelectual o espiritual.

En otros casos la misma soledad o retiro social, no buscado, no deseado, se convierte en un verdadero dolor y sufrimiento.

Para el investigador John Cacioppo, neurocientífico y psicólogo. Las zonas neuronales que se activan cuando sentimos soledad angustiosa son las mismas que se activan con las dos emociones primarias el dolor y el miedo, desencadenando las reacciones de defensa del organismo y del individuo frente aquello que le hace daño y aquello que le asusta.

Por el contrario, la soledad feliz activa zonas cerebrales relacionadas con el placer.

La soledad la podemos denominar no como un hecho objetivo, sino como un estado subjetivo: sentirse solo es una percepción individual.

Una virtud llevada al extremo se transforma en un defecto, del mismo modo que un defecto bien moderado se convierte en una cualidad.
Giorgio Nardone

Estamos más solos a pesar de estar más conectados

Para Albert Mehrabian, psicólogo, en toda comunicación prevalece lo que él lo denominó el lenguaje no verbal. Este prevalece en un 80% y es algo que apenas sucede en la comunicación telemática.

Lenguaje no verbal - estamos más solos a pesar de estar más conectados

Estamos más en contacto, pero más solos. La intimidad relacional es lo que hace que la compañía de otra persona constituya un antídoto frente al sentimiento de soledad y, si falla, esta se puede padecer incluso estando rodeados de mucha gente.

Frente a un futuro que nos promete una virtualidad, cabe detallar que por intensa y condicionante que resulte para el individuo, la experiencia virtual, no puede sustituir el contacto interpersonal íntimo, y más si hablamos del alivio de la condición por la que uno se siente solo.

Al principio, huir de la soledad, de la falta de realización y de satisfacción recurriendo a las maravillas de la tecnología produce entusiasmo, luego entristece y, finalmente, genera frustración.

Poeta y novelista italiano, Cesare Pavese

El poeta y novelista italiano, Cesare Pavese (1908- 1950) lo sintetizó con estas palabras:

Se soporta estar solo hasta que alguien sufre por no tenernos a su lado, la verdadera soledad es una celda intolerable.

El enfoque en la Terapia Breve Estrategica para abordar el sufrimiento de la soledad angustiosa se basa a grandes rasgos en tres áreas o actitudes de afrontar la soledad.

Tres grandes macro áreas:

  1. Una primera, en la que el aislamiento o el retiro social es directamente observable y, por lo tanto, forma parte integrante del trastorno.
  2. Una segunda, en la que el sufrimiento de sentirse solo no salta a la vista e incluso queda enmascarado por actitudes y conductas caracterizadas por un grado de sociabilidad elevado;
  3. Finalmente, una tercera en la que la soledad y el aislamiento se evitan como la peor de las infecciones, porque la persona no es capaz de estar sola.

La soledad realmente vivida alimenta y mantiene el trastorno

En el primer caso o macro área encontramos que:

La soledad realmente vivida alimenta y mantiene el trastorno.

Como escribe, Emil Cioran (1911- 1995), filósofo y escritor alemán:

El sufrimiento es tan grande como grande es el espacio que a él le destinamos dentro de nosotros.

Persona sufriendo

Es el caso de las personas que cuando llegan a la edad de la jubilación, son retiradas del entorno laboral, siendo quizás el vínculo más fuerte que tenían con la integración social, al quedarse apartados de esa vida laboral también se retiran de la vida social.

Esta retirada no deseada inicialmente es aceptada como una renuncia a la vida social que lo lleva a un aislamiento y este aislamiento le provoca la aparición de toda una serie de sintomatologías relacionadas y alimentadas por este estado de aislamiento y soledad.

Puntualizar que he marcado el ejemplo de la jubilación, por ser el ejemplo grafico más claro para entender esta situación, pero que no tiene que suceder a los jubilados y si puede ser a cualquier edad y condición, esa persona joven que empieza a aislarse y poco a poco como más se aísla más van creciendo y acentuándose sus trastornos que padece.

Los trastornos que se derivan son:

  1. Depresión
  2. Manías persecutorias
  3. Fobia social.
  4. Trastorno obsesivo-compulsivo
  5. Anorexia.
  6. Impotencia sexual.
  7. Trastorno de personalidad paranoico

El retiro de la sociedad hasta llegar al aislamiento es una de las características del trastorno y, sobre todo, es lo que lo mantiene y lo hace cada vez más severo.

Solos en compañía de otros - hombre solo mirando hacía su lado vacío

Cuando estamos solos en compañía de otros

En el segundo caso o macro área encontramos la tipología:

Cuando estamos solos en compañía de otros.

La soledad angustiosa, también puede experimentarse en compañía de otras personas cuando la relación con estas no crea la intimidad y el encuentro interpersonal necesarios para colmar el abismo del sentimiento de soledad. Es lo que ocurre con numerosas clases de trastorno y de inadaptación social, aunque en ocasiones este sufrimiento puede ocultarse detrás de actitudes y conductas de aparente plenitud social y relacional, en las que el esfuerzo por huir de la soledad es precisamente lo que la hace más intensa y angustiosa.

Toda esta tipología de personas que huyen de sentirse solas, genera en su huida toda una serie de patologías:

  1. Problemas relacionales.
  2. La hipersocialización, hiperconexión.
  3. Hipocondría.
  4. Trastorno histriónico narcisista
  5. La histeria
  6. Binge-eating yvomiting

Como más huyo de la soledad más solo me siento

Como más huyo de la soledad más solo me siento.

Cuando se es incapaz de estar solo

En el tercer caso o macro área encontramos la tipología:

Cuando se es incapaz de estar solo.

Esta clase de trastornos tienen en común el hecho de que el individuo no puede estar solo, a riesgo de padecer la sintomatología de su sufrimiento. Pertenecen a este tipo buena parte de los trastornos fóbico-obsesivos y también algunas variantes de problemas relacionales, en las que el síntoma dominante es el miedo.

El individuo se siente totalmente incapaz, destruido y desarmado sin la presencia o la ayuda de los demás, pero, al mismo tiempo, la tranquilizadora y protectora presencia de los otros, junto con la ayuda que le ofrecen, es precisamente lo que alimenta y empeora su problema.

Como más evito estar solo más crece mi miedo a la soledad y como más compañía solicito, más me confirmo que no soy capaz de estar solo.

  1. Ataques de pánico.
  2. Trastorno obsesivo compulsivo T.O.C.
  3. Trastorno de personalidad dependiente
  4. Relaciones morbosas
  5. Las crisis por abandono.

Las percepciones subjetivas pueden ser inducidas no solo por experiencias reales

«Estoy condenada… No puedo estar bien contigo, pero todavía estoy peor sin ti».

Las percepciones subjetivas pueden ser inducidas no solo por experiencias reales, sino también por productos de la imaginación, por creencias irreales o por estados de conciencia alterados.

La soledad, como sombra que nos acompaña constantemente, aunque no nos demos cuenta, es, en todo caso, un compañero de viaje inseparable que en el supuesto de los trastornos mentales y conductuales desempeña una función de notable relevancia.

Emil Cioran, filósofo y escritor alemán

Para Emil Cioran (1911- 1995) Filósofo y escritor alemán.

La soledad es la sombra que nos persigue y de la que nunca podemos librarnos definitivamente, de modo que lo único que podemos hacer es aprender a gestionarla sabiendo que puede ser una tortura o un placer, según cómo sea nuestra interacción con ella.

La soledad feliz

«Noli foras ire, in teipsum redi; in interiore homine habitat veritas».
San Agustín

-No vayas fuera, vuelve a ti mismo: En el hombre interior reside la verdad.

San Agustín

No podemos huir de las relaciones, no podemos huir de relacionarnos con nosotros mismos, con el otro y con la sociedad.

Y como escribió Séneca:

El sabio se basta a sí mismo.
Séneca

Pero no porque quiera estar solo, sino porque gracias a esto es capaz de renunciar a todo lo que no vale la pena ser vivido.

Persona caminando sobre una cuerda en equilibrio

Las capacidades relacionales han de construirse para conseguir estar solos, y hay que cultivar la capacidad de estar solos para tener una relación mejor con los otros.

No se trata de una contradicción, sino de la ambivalencia esencial de nuestra existencia, pues, aunque cada uno de nosotros camina sobre la cuerda floja, el otro representa la barra estabilizadora indispensable para no sufrir una terrible caída.

Deseo haber colaborado a poner un poco de lucidez sobre la soledad y la solitud, dos caras de una misma moneda, una te puede llevar al gozo y la plenitud, la otra al sufrimiento más angustioso.

Todo depende del espació que le des en tu interior y que herramientas de afrontación y superación estas utilizando, unas las denominamos soluciones intentadas disfuncionales, son aquellas que mantienen tu conflicto, pero todo y así las sigues utilizando, pensando quizás que no hay alternativas.

Las otras son las creencias y actitudes posibilitadoras, que te permiten afrontar y superar estas situaciones que si no se afrontan derivan hacia patologías que pueden llegar a convertirse en crónicas.

Para los que os interesa la psicoterapia recomendaros la lectura de “La soledad: Comprenderla y gestionarla para no sentirse solo (Enfoque Estratégico)” de Giorgio Nardone ed. Herder.


Sabéis que podéis seguir leyendo más artículos míos en este mismo portal sobre las terapias y técnicas que aplico en consulta.