Las navidades vistas desde las Flores de Bach

15 Dic 2024 lectura de 4 minutos
Las navidades vistas desde las Flores de Bach

Las Navidades, por lo general son días en los que nos juntamos con mucha gente. Y los días especiales, 24 y 25 de diciembre y 31 de diciembre y 1 de enero, con la familia. Unos días disfrutamos más y otros menos. Hay días que estamos deseando que lleguen y otros los borraríamos del calendario para no tener que ver a ciertas personas. La cuestión es el motivo que nos lleva a desear que esos días desapareciesen del mapa. Un día, o todos los días de las fiestas, da lo mismo.

¿Por qué? ¿Qué hace que te desagrade que lleguen? Motivos puede hacer miles. ¿Razones? Las hay de todo tipo.

Porque echas de menos algo en especial o a algún ser amado (Honey Suckle).

O vas a compartir mesa con alguien a quien no soportas (Beech). Te sientes herido/a y no le perdonas algo que ha hecho y el rencor corre por tus venas. O al revés no te perdona a ti algo que has hecho y te hace la vida imposible poniendo a los demás en tu contra (Willow).

Detestas su forma de comportarse para contigo o para con los demás. Y hace que esa “no aceptación” de su comportamiento te haga tener miedo a estallar y reventar como si fueras una bomba (Cherry Plum). O tienes que mostrarte como si todo te fuese bien en la vida, cuando realmente tienes algún problema, pero no puedes hablar de él (Agrimony). O si no, directamente te ignoran. Te ven, pero como si estuviesen viendo una silla. Estás ahí, pero como si no estuvieras.

Siempre hay alguien que se cree con el derecho de ser el centro de atención y hace de menos a los demás, no sólo a ti. En realidad los demás tampoco le importan mucho. La única persona importante es él o ella. Para esta persona el resto de comensales sólo están ahí para que escuchen sus “pobres de mí” de toda la vida (Chicory). O al revés, aunque no diga nada, se siente por encima de todos y se comporta hacia ellos con desprecio (Whater Violet).

Sientes celos o envidia de quién es en la vida o lo que tiene alguien con quien estás compartiendo mesa, o a la inversa. Y sus miradas de desprecio y envidia pueden contigo (Holly).

Alguno de los asistentes te da miedo (Mimulus). O tienes miedo a que pueda pasar algo. Estás ahí con la mosca detrás de la oreja con la idea de “algo va a pasar” dando vueltas por tu cabeza (Aspem).

Sientes que la responsabilidad de que todo salga bien es tuya (Elm). O todo es un “corre, corre que te pillo que te estresa cada vez más (Impatiens). La situación te estresa tanto que al día siguiente te encuentras sin fuerzas para nada. Tienes una “resaca” emocional con la que no sabes ni qué hacer (Olive). No tienes ni ganas de levantarte de la cama (Hornbeam).

Las personas con las que vas a estar te impiden ser tú mismo/a y te hacen dudar de tus decisiones (Cerato) o (Gentian), incluso de tu camino en la vida porque ya han decidido que tú tienes que ser lo que ellos/as han decidido (Wild Oat), y te desaniman cuando les cuentas algo (Sweet Chestnut).

O siempre es todo igual. Día tras día, encuentro tras encuentro, siempre lo mismo. Aunque vuestro encuentro anterior haya sido un desastre, da lo mismo, todo será igual (Chestnut Bud). Todos estando en un “qué bien va todo y qué bien estamos todos juntos” cuando en realidad no os soportáis, pero claro es la tradición. “¿Cómo vamos a romper con ella? – Pensáis. – Mejor me sacrificio y ya está” (Rock Water). Por eso estáis ahí y no en otro lugar.

Aquí te he descrito la mayoría de comportamientos que solemos tener. Seguro que me he saltado alguno, pero bueno. Cada uno de ellos relacionados con una flor de Bach. Si coges la definición de una flor, lo más seguro es que la encuentres ejemplificada en ese artículo de “¿Por qué detesto las reuniones familiares?”.

El Dr. Edward Bach estudió magníficamente el comportamiento humano y vio cómo unas flores estaban totalmente relacionadas con ciertos tipos de comportamientos y actitudes que más de una vez hemos tenido.