Movimiento Auténtico

Desde que encarnamos todo nuestro movimiento es espontáneo, directo y el resultado de la expresión de todo nuestro ser. Cuando algo nos atrae todo lo que somos es atraído por ello, cuando no queremos algo, todo nuestro cuerpo lo rechaza.

Llega un momento en nuestro desarrollo, socialización, cultura... que aprendemos a posponer, a separar, a fingir, a no expresar claramente. Lo que pensamos, sentimos y hacemos comienzan a tomar distancia, a ser cosas diferentes de yo mismo/a.

Hasta que llegamos a olvidarnos que en un inicio fuimos una unidad. Que todo nuestro cuerpo asentía cuando decíamos sí, que todo nuestro cuerpo reía cuando nuestra boca reía, que todo nuestro cuerpo se retiraba ante algo que no queríamos... y comenzamos a olvidar movimientos que dejamos de realizar, y dejamos de relacionar partes de nuestro cuerpo que se tensiona cuando no expresamos lo que sentimos realmente... Y nuestra sonrisa se dibuja en nuestra cara sin que haya sonrisa en nuestros ojos y decimos que sí cuando queremos decir no... Y nuestro hacer se convierte en algo automático, programado, sin tener en cuenta cómo estoy cuando lo hago. El objetivo, la meta, el propósito se magnifica y adquiere por completo el poder sobre mí. Me muevo para y cada vez de manera más eficiente, más rápido, con más éxito...

Y ni siquiera sabemos la mayor parte de las veces por qué, ni para qué.

Para sobrevivir, para proteger mi parte vulnerable, para sentirme querido/a, aceptado/a, parte, para cumplir unos objetivos... ¿Unos objetivos de quién?

El Movimiento Auténtico es una herramienta que me conecta con las partes escindidas de mí mismo/a, con aquellas partes que no gustaban, que no eran útiles... A través del movimiento de mí mismo/a, de mi propio movimiento.

Es una disciplina que deriva del baile (Mary Whitehouse - Movement in depth), del trabajo Jungiano- Active Imagination (Joan Chodorow), de la Danza-Movimiento-Terapia (Janet Adler) que propone el nombre de Movimiento Auténtico a este trabajo, trascendiendo sus orígenes y tomando entidad como práctica en sí misma.

Para la práctica del movimiento se requiere, una persona que se mueve, y una persona que atestigua ese movimiento; un espacio vacío donde moverse, desde el silencio, con los ojos cerrados. Por supuesto, lo anterior requiere de un proceso, un método y unos tiempos que se van adquiriendo en la práctica.

La finalidad es reintegrar, permitir que lo que está detrás, relegado, y presente en mi, forme parte. Es un trabajo de reapropiación de lo que fui dejando por el camino, un trabajo de autoconciencia a través de mi cuerpo, de mis movimientos como guía y como camino. El cuerpo no miente y es a través de su honestidad, que vamos apropiéndonos de nuestra honestidad, de nuestra verdad, de estar presente en lo que me está pasando en este momento.

Es un atrabajo útil, tanto para personas que ya tienen un background en el trabajo con el cuerpo para seguir tomando conciencia y profundizando, poniendo de relieve donde aún no llego; como para personas que quieren experimentar y usarlo como desarrollo personal y autoconocimiento.

No dudes en preguntarme aquello que aclare tus dudas al respecto de cómo será para ti este trabajo. Confío en la profunidad de este trabajo, pruébalo!