Conferencia: Madre, virgen, puta
No hay que subestimar nunca el poder de una madre.
Detalles del evento
Pensamos que la perversión es masculina pero tenemos que tener en cuenta que todos los perversos tienen madre, ¿qué tipo de madre?
Las palabras de la madre se convierten en sentencias, dejan huellas imborrables en la memoria pero hay algo más, el poder de la palabra va más allá de lo dicho por la madre, sus contradicciones, sus silencios, sus equívocos, todo lo que deja por decir pero deja entender a los oídos del niño sobre un deseo indecible.
Es en el desciframiento de este enigma donde el niño busca el lugar propio de su ser y su última identificación, interroga a la madre de manera cada vez más insistente porque intenta encontrar ahí la clave de su existencia y la respuesta que es para él el otro. El amor, en la misma medida que el deseo, empieza con la falta.