Clase abierta de kárate

El karate es una de las artes marciales más antiguas, su origen se remonta a la isla de Okinawa (Japón). Kárate significa, literalmente, camino de manos vacías, ya que sus discípulos no usaban armas para la lucha, sino que utilizaban sólo sus manos y pies.

Su técnica se basa en la gran tradición filosófica y espiritual del Bushido, que busca la armonía espiritual i física, mediante un entrenamiento riguroso, de hecho es un entrenamiento muy completo porque se necesita mucha disciplina, coordinación, agilidad y habilidad mental.

Beneficios

El karate es una de las disciplinas que más puede contribuir a formar a la persona tanto a nivel físico como emocional:

• Ayuda a mejorar la relación con el entorno.
• Estimula nuestro autocontrol y autoconocimiento y permite que regulemos mejor nuestras emociones manteniendo bajo control la impulsividad. Nos enseña a resolver conflictos de una manera pacífica.
• En el caso de los niños, mejora de manera considerable, su rendimiento escolar, su práctica ejercita la concentración y le ayudarán a crear hábitos de estudio.
• Aumenta la confianza y seguridad en uno mismo. Genera seguridad a la hora de tomar decisiones y soluciones de la vida cotidiana.
• Aumento del respero y la educación, fomenta las actitudes positivas ante la sociedad y hace que seamos mas comprensivos con los demás.
• Nos mantiene en forma y aumenta la flexibilidad y estímulos que mejoran nuestro estado físico, reflejos y motricidad. Estimula la coordinación y equilibrio gracias a los ejercicios que hacen que mejore la postura y movimiento.
• Favorece a que tengamos una respiración más adecuada que contribuye a regular el ritmo cardíaco. De hecho, algunos especialistas recomiendan a menudo la práctica del kárate para complementar los tratamientos cardíacos y respiratorios.
• Ayuda a que reaccionemos más rápidamente no solo en el plano físico, sino también intelectual.
• Potencia a la orientación espacio-temporal y a las habilidades viso-motoras. Nos hace estar más centrados en el presente y mas atentos a nuestro entorno.
• Al contrario de lo que la mayoría de las personas piensan, el karate no es un entrenamiento agresivo ya que lo único que busca es la superación personal, estimula a la persona a ir más allá de sus propias limitaciones y a conseguir sus objetivos.

En el caso de los niños, el kárate ayuda a que mejores su aptitud física, su coordinación, fuerza, flexibilidad y además les transmite valores como la perseverancia, el autocontrol y la responsabilidad.

Se ha demostrado que el kárate es beneficioso para tratar algunos transtornos como el autismo o el déficit de antención (permite descargar el exceso de energía y por tanto fomenta la concentración). También genera beneficios a la ansiedad y en los casos de bulling (refuerza la autoconfianza, la autoestima y la responsabilidad).