Javier Dmr escribió:
Hola Andrea.
Muchísimas gracias por tú aportación y profesionalidad.
Me gustaría hacerte esta pregunta. ¿Como interpretarías por ejemplo un niño de 12 años que duerme con los padres desde los 2 años y no es capaz de dormir sin la presencia de los padres ni en otros lugares? ¿puede ser por exceso de protección?
Esta perfecto la unión en la familia, la protección, el dejar que los niños duerman en la cama con los padres, el establecer vínculos emocionales de protección y calor... , ¿pero todo ello no genera apego? ¿ y a la larga no puede ser un mal mayor?
Personalmente valoro mucho la independencia, y hasta cierto punto se lo bueno que es la independencia en los niños, pues aun siendo ¨niños¨ crecen con una mayor personalidad y seguridad en si mismos, bastante diferentes a los niños que están más ¨protegidos¨ . Digamos que son mucho más espabilados los que espabilan por si solos, ello no quiera decir que se abandonen, los padres están ahí para cuando lo necesiten dadas sus limitaciones, pero no para que se conviertan en peluches. Todos los seres somos independientes desde que nacemos, ya solo el echo de respirar por nosotros mismos, nos hace ser independientes, si que hay limitaciones físicas al nacer y en el periodo de la infancia, pero para eso están los padres, para ¨ayudar¨ sin excesos, lo justo y necesario, dejando que la vida les haga crecer por si solos.
un saludo.
Hola Javier, el concepto de apego desde la psicología es muy diferente a lo que significa desde otros planteamientos como puede ser el budismo (donde se puede llegar a entender el apego como una dependencia poco saludable, el apego a lo material, etc).
Desde la psicología, en cambio, se entiende el apego precisamente como la base para que un niño se desarrolle equilibradamente y sienta las bases para que de adulto sea una persona segura e independiente. El apego es el vínculo primario que todos los seres humanos conformamos de manera instintiva con nuestros cuidadores, que suelen ser los padres. Si ese apego es seguro significa que el niño siente que los padres están disponibles y que le profesan un amor incondicional (tiene la seguridad de que le quieren y le querrán siempre, que le aprecian por sí mismo no por los logros que pueda conseguir, que aunque se equivoque o se porte mal sus padres le siguen queriendo,...)
Precisamente un apego seguro es la base para que un niño se constituya como una persona segura e independiente. Puede permitirse experimentar, equivocarse y aprender porque sus papás siempre le querrán. Puede separarse de sus padres tranquilamente porque sabe que sus padres siempre volverán a estar disponibles para él, nunca le van a faltar. Al sentirse valorado a la vez se valora a sí mismo y eso le hace más seguro. Eso no quita que los padres pongan límites, ya que en el apego seguro los padres son coherentes con los límites que proponen.
Por ello, si dormir juntos se desarrolla en un contexto familiar en el que impera el apego seguro y disfrutan todos durmiendo juntos, entonces no creará inseguridad en el niño. Si en cambio es una forma de sobreprotección y una confusión entre los límites del lugar de cada miembro de la familia, entonces seguramente estamos ante una dinámica familiar que habría que trabajar para que fuera más saludable.
Espero haberme explicado bien, el tema del apego es bastante complejo.
Saludos,
Andrea.