Terapia Sexual
Resumen de Terapia Sexual
La terapia sexual, también conocida como terapia sexológica, es una terapia que se integra en un marco mayor de conocimiento, el propio de la sexología, y es una de las tres modalidades de la intervención sexológica: educación, asesoramiento y terapia sexual.
La terapia sexual es adecuada y efectiva para resolver las dificultades, disfunciones y trastornos sexuales de hombres y mujeres, sea cual sea su orientación e identidad sexual, su edad, la duración de la relación… Para ello, se compone de estrategias, tácticas y técnicas específicas como la parada y arranque de Semans, la focalización sensorial propuesta por Masters y Johnson o el uso de la fantasía erótica para aumentar el deseo sexual.
Entre las dificultades y trastornos comunes encontramos la eyaculación precoz, los problemas de erección, las dificultades propias de los cambios bio-psico-sociales a lo largo del ciclo vital, las dificultades en el orgasmo y el deseo, así como las desavenencias en las preferencias de cada miembro de la pareja y sus conflictos asociados.
Las dificultades, disfunciones y trastornos sexuales pueden tener diferentes causas y, por ello, los profesionales que las tratan pueden pertenecer a campos profesionales diferentes. En general, la terapia sexual la llevan a cabo psicólogos y médicos con formación especializada en sexología.
Terapia Sexual en detalle
Qué es la terapia sexual
La terapia sexual, también conocida como terapia sexológica, es una terapia que se integra en un marco mayor de conocimiento, el propio de la sexología: la ciencia que estudia los sexos desde un marco bio-psico-social, atendiendo a su biología y desarrollo, sus identidades, sus diferencias y similitudes, sus encuentros y desencuentros, sus deseos y peculiaridades, así como sus dificultades.
La terapia sexual es una de las tres modalidades de intervención sexológica, que suele incluir las otras dos: la educación y el asesoramiento sexual, ya que en muchos de los problemas - no asociados a una condición médica - subyace un conocimiento poco ajustado a la realidad en algún aspecto de los avatares y características de nuestra condición de seres sexuados, lo que comporta a su vez la integración de mitos o creencias falsas que contribuyen a generar y mantener diversas dificultades. Algunas de estas creencias son:
- el sexo es algo espontáneo y natural que no requiere aprendizaje,
- los hombres siempre están disponibles y son los que toman la iniciativa,
- las mujeres necesitan menos sexo que los hombres,
- llegar al orgasmo de manera simultánea es lo mejor para tener una vida sexual plena.
La terapia sexual está pensada para resolver las dificultades sexuales de hombres y mujeres, sea cual sea su orientación e identidad sexual, su edad, el tiempo de duración de la relación o los desencuentros entre ambos miembros de la pareja.
La mayoría de las veces se trata de dificultades comunes, muchas veces de origen psicógeno, y con menor frecuencia de disfunciones y trastornos sexuales de mayor gravedad, en ocasiones con una etiología orgánica o condición médica asociada como problemas endocrinos, neurológicos, vasculares o farmacológicos que requieren atención médica.
La terapia sexual se compone de estrategias, tácticas y técnicas específicas encaminadas a la resolución de los problemas sexuales.
Tres ejemplos de ello son la técnica de la parada y arranque, propuesta por el urólogo James Semans para favorecer el control eyaculatorio; la focalización sensorial, propuesta por Masters y Johnson para favorecer el reencuentro físico y emocional con la pareja y generar insights, y el uso de fantasías eróticas para activar y cultivar el deseo.
Además, cada profesional se dotará de los recursos propios de otras disciplinas, modelos y enfoques, que complementarán la terapia sexual dando una mayor calidad y efectividad a la intervención sexológica, ya que estas aportaciones potencian una sinergia en los resultados. A modo de ejemplo, estos recursos pueden ser la hipnosis clínica, la terapia EMDR, la psicología positiva y otros muchos más, con el fin de conseguir el fortalecimiento de la autoestima, la relajación para contrarrestar la ansiedad de ejecución y la activación excesiva del sistema nervioso simpático, la motivación para resolver la dificultad, o el re encuentro erótico y afectivo con la pareja y el propio cuerpo a lo largo del ciclo vital y del ciclo de la relación.
Aunque la sexología es una disciplina multidisciplinar, en nuestros días los profesionales cualificados para llevar a cabo la terapia sexual son médicos y psicólogos con una formación especializada en sexología.
Algunos sexólogos señalados en la historia
La historia de la sexología y, por tanto, de la terapia sexual, nos ha dotado de profesionales y pensadores relevantes para su desarrollo, tanto en su corpus teórico y su metodología de investigación como en la elaboración de estrategias, técnicas y tácticas sexológicas.
Para Paul Robinson, en La modernización del sexo, los pensadores sexuales más influyentes en la concepción actual de la sexualidad humana fueron: Havelock Ellis, Alfred Kinsey, William Masters y Virginia Johnson.
Este pequeño y brevísimo recorrido histórico es interesante ya que ninguna terapia surge del vacío, sino del caldo de cultivo de los conocimientos y expectativas de una sociedad.
Havelock Ellis (1859-1939)
Fue uno de los primeros sexólogos en considerar que la homosexualidad no era una enfermedad y que era necesario crear un lenguaje no patologizador a la hora de abordar esta cuestión, como expone en su obra Inversión Sexual, alejándose con ello de la famosa obra de Krafft-Ebing, Psicopathia sexualis o Psicopatía del sexo, un tratado médico forense sobre las “perversiones” sexuales.
Ellis se apartó del concepto de “sexualidad normal” para sustituirlo por el de “continuum de la conducta sexual”, y lo que para ese momento - en la época victoriana - habían sido perversiones no serían más que exageraciones de la media estadística para este pensador.
Otra de sus grandes aportaciones, en su obra Autoerotismo, fue la de considerar la masturbación una fuente de relax mental legítima. Se apartó de la creencia mayoritaria de la época que consideraba que la masturbación era causa de enfermedades graves e incluso de locura. Para Ellis, la masturbación pierde su status patógeno y deja de ser un vicio maligno para convertirse en una práctica inevitable y benigna en la mayoría de los casos; aunque no llegó a considerar la masturbación completamente inocua, pues este nuevo modo de ver no llegaría hasta las aportaciones que realizó Alfred Kinsey posteriormente.
Ellis, al acercarse a la sexualidad humana desde la tolerancia y el entusiasmo, abrió la línea de pensamiento que daría lugar a lo que en nuestros días conocemos como Sexología Sustantiva y cuyo referente principal en España en la actualidad es el sexólogo Efigenio Amezúa.
Alfred Kinsey (1894-1956)
Fue un zoólogo estadounidense, especialista en avispas, que por diversos avatares de la vida se dedicó a la investigación sobre la sexualidad humana, algo que llegó a causarle mucho más interés que los insectos; y fruto de ello fueron sus dos famosos informes sobre la conducta sexual: La conducta sexual del hombre (1948) y La conducta sexual de la mujer (1953).
La investigación empírica de este sexólogo aportó un gran conocimiento sobre la sexualidad de hombres y mujeres y puso en evidencia que la masturbación, considerada poco antes como una práctica nociva para la salud, era una práctica más habitual de lo que se creía. Su informe sobre la sexualidad en las mujeres le hizo caer en desgracia y fue un gran escándalo, pues rompía con muchos mitos y mostraba una realidad que costaría aceptar.
En esencia, Kinsey abogaba por la aceptación comprensiva de la gente y de sus manifestaciones sexuales, acercándose a ello con curiosidad, interés y aceptación.
William Masters y Virginia Johnson (s. XX)
En la década de los sesenta y los setenta, Masters - un ginecólogo estadounidense - y Johnson - inicialmente ayudante del Masters en sus investigaciones y posteriormente una sexóloga de prestigio mundial - realizaron diversos estudios sobre la respuesta sexual humana y las relaciones entre hombres y mujeres. Dos de sus obras más relevantes son Respuesta sexual humana e Incompatibilidad sexual humana.
Ambos dedicaron gran parte de su labor de investigación a conocer empíricamente el hecho sexual humano y a elaborar un tratamiento sexológico de los problemas y dificultades sexuales más comunes. Muchos de ellos, aunque revisados por autores y sexólogos posteriores, son los que se aplican en la actualidad en la terapia sexual (o la terapia de los sexos).
Efigenio Amezúa (s. XX-XXI)
Es un sexólogo español formado en Bélgica, y es uno de los grandes exponentes de la sexología sustantiva actual. Cuenta con innumerables publicaciones en el Revista Española de Sexología donde desarrolla con detalle los conceptos, estrategias, técnicas y tácticas de la sexología y la terapia sexual desde este enfoque sexológico.
Entre sus obras se encuentran: Teoría de los sexos. La letra pequeña de la sexología, El ars amandi de los sexos. La letra pequeña de la sex therapy y Sexologemas. Cuando los genitalia no dejan ver el sexo.
Qué dificultades comunes y trastornos sexuales pueden tratarse con la terapia sexual
La terapia sexual puede tratar los siguientes problemas sexuales:
- Eyaculación precoz, eyaculación rápida o insatisfacción con el control eyaculatorio.
- Dificultades en la erección y disfunción eréctil.
- Eyaculación retardada o aneyaculación.
- Dificultades en el orgasmo o anorgasmia.
- Dificultades en la excitación.
- Vaginismo.
- Dispareunia o dolor durante el coito.
- Bajo deseo sexual.
- Peculiaridades eróticas que generan malestar personal o en la pareja.
- Parafilias.
- Insatisfacción sexual generalizada.
- Desencuentros eróticos en la pareja.
- Deterioro de la relación afectiva por problemas sexuales.
- Dificultades en relación a la orientación sexual.
- Dificultades en relación a la identidad sexual.
- Dificultades asociadas a los diversos cambios y retos evolutivos comunes en cada etapa del ciclo vital y del ciclo familiar.
Muchas de estas dificultades surgen en la relación. Por ello, la terapia sexual puede ir acompañada de una terapia de pareja para mejorar la comunicación y las pautas relacionales que generan, mantienen y agravan el problema.
Por supuesto, en cualquier intervención de terapia sexual es importante no desestimar la posibilidad de una condición médica que requerirá la visita a un ginecólogo, a un urólogo-andrólogo o al especialista pertinente. A veces, incluso, una disfunción sexual puede ser un síntoma centinela que avisa de una enfermedad de mayor gravedad.
Ante las dificultades sexuales, lo idóneo es consultar con un profesional especializado en sexología lo antes posible, antes de que el problema crezca o se agrave, ya que la mayoría de las dificultades sexuales que no sean esporádicas no desaparecen por sí solas. Una consulta y si procede una terapia a tiempo, pueden evitar muchos problemas y entre ellos el deterioro de la relación.
Algunos enfoques y modelos de intervención sexológica en terapia sexual
En la actualidad encontramos tres modelos y enfoques fundamentales aplicados en la terapia sexual. Estos son:
- Enfoque biomédico y farmacológico.
- Enfoque de la sexología sustantiva.
- Enfoque cognitivo-conductual.
Cada enfoque se dota de su propia terminología y sus modelos, aunque comparten estrategias, técnicas y tácticas sexológicas.
Si bien pueden existir más enfoques y modelos, a grandes rasgos estos son los principales que encontramos en la actualidad; aunque no necesariamente en estado puro, ya que muchos profesionales aúnan las ventajas que comporta la sinergia de los tres modelos y la relación multidisciplinar en la terapia sexual.
Enfoque biomédico
Desde el enfoque biomédico se suele emplear el concepto de salud sexual y el de trastorno y disfunción sexual, entendiendo estos como una ausencia de salud que hay que restablecer. Este enfoque tiende a ser patologizador, ya que habla de patologías, trastornos y disfunciones, y su objetivo es restablecer la funcionalidad sexual desde una orientación reproductiva y centrada en el funcionamiento de los genitales y el aparato reproductor.
En este campo se encuentra también la intervención sexológica que puede aportar la fisioterapia para restablecer la función genital actuando directamente sobre estas estructuras y sus estructuras asociadas. Otro de los aspectos clave de este enfoque es la terapia farmacológica que solo puede ser aplicada por un médico.
Sexología sustantiva
Desde la sexología sustantiva se suelen emplear los conceptos hecho sexual humano y sexuación, así como sus implicaciones en la relación con el otro. Se trata de un enfoque sexológico integrador, con influencia de los enfoques humanista y sistémico, cuyo sujeto de intervención es la relación. Tiende a no ser patoligizador y a poner el énfasis en la integración de las personas en un continuo de posibilidades sexuadas y, por ello y en consecuencia, a poner también el énfasis en la aceptación y la comprensión de la diversidad.
Desde la perspectiva de la sexología sustantiva, la terapia sexual y la terapia de pareja van unidas, ya que no puede concebirse una separada de la otra, pues todo ocurre en la relación de dos seres sexuados. Uno de los documentos esenciales demandados durante la evaluación desde este enfoque es la biografía sexual -ya que aportará una información muy valiosa para comprender el problema en su globalidad- a diferencia de los otros dos enfoques que utilizarán la historia clínica y la anamnesis o la historia sexual.
Enfoque cognitivo-conductual
Desde el enfoque cognitivo-conductual el objetivo es modificar la conducta de ambos miembros de la pareja en la interacción sexual y en todo aquello que la esté afectando negativamente, como una mala comunicación, resentimiento, conductas de evitación, etc. Tras una identificación y evaluación del problema, de sus factores predisponentes, precipitantes y mantenedores, se llevará a cabo un plan de tratamiento específico y adaptado a las necesidades de ambos miembros de la pareja. Una de las claves de este enfoque es el análisis funcional de la conducta.
En las primeras sesiones se proporcionará información sexual (o educación sexual) y se dotará a los pacientes de estrategias de control de la ansiedad, ya que la ansiedad es uno de los factores de mantenimiento del problema. Una técnica específica aportada por este enfoque es la desensibilización sistemática de Wolpe para tratar la aversión al sexo, el vaginismo o las dificultades sexuales asociadas al dolor.
El ciclo de la disfunción de origen psicógeno
Los problemas sexuales de origen psicógeno suelen iniciarse tras un episodio o evento fallido que preocupa a la persona y/o a su pareja.
El hecho de desarrollar una disfunción sexual o un problema va a depender en gran medida de la reacción ante esta primera ocasión. Si la persona lo toma como un incidente aislado sin importancia, lo más probable es que en el encuentro posterior la dificultad del encuentro anterior solo sea una anécdota olvidada.
Si por el contrario, uno o ambos miembros de la pareja consideran que se trata de un signo de que algo no funciona bien y se preocupan, tendrán lugar una serie de cambios en la interacción sexual y en la percepción de sí mismo y del otro que crearán una espiral negativa hacia el aumento del problema.
En breve, la persona llegará a la relación con niveles de ansiedad más elevados de lo deseable y tenderá a observar cómo está funcionando su respuesta sexual, dejando de fluir. Ambas cuestiones suelen generar que el problema se repita, ya que el control consciente y voluntario de la respuesta sexual no es la vía más idónea para el éxito. Otras estrategias de solución del problema, que se emplearán a partir de ese momento, como la evitación de las relaciones sexuales, el enfado y la amenaza, o la interrupción brusca de la relación sexual…, lejos de ayudar a resolver la situación, la empeorarán. De no actuar pronto, el problema se cronifica y, con el tiempo, puede generar no solo una disminución en la autoestima sino también un deterioro en la relación de pareja.
Así pues, cuatro grandes enemigos del disfrute y el fluir en el encuentro erótico son:
- la ansiedad,
- la falta de confianza en el propio desempeño,
- la autoobservación para controlar cómo está respondiendo el cuerpo ante los estímulos y las demandas del encuentro,
- la hipervigilancia por parte de la pareja.
Estos aspectos se detectarán en la evaluación y se tendrán en cuenta en la terapia sexual.
Ante las dificultades sexuales, y para evitar una espiral de crecimiento del problema, lo idóneo es consultar con un profesional especializado en sexología lo antes posible, antes de que el problema crezca o se agrave, ya que la mayoría de las dificultades sexuales que no sean esporádicas no desaparecerán por sí solas. Una consulta y si procede una terapia a tiempo pueden evitar muchos problemas, y entre ellos el deterioro de la relación.
Qué se hace en las sesiones de terapia sexual
En la primera sesión se realiza una entrevista inicial donde expondrás, o si vas con tu pareja, expondréis, cuál es el problema, cuando empezó, cómo se manifiesta, las dificultades que os ocasiona… y ya, desde la primera sesión, os llevaréis alguna actividad para casa, pues lo más importante es que vosotros seréis los principales protagonistas de la resolución de la dificultad, ya que el terapeuta sólo es un profesional cualificado que os ayudará en ese camino.
Las sesiones suelen ser quincenales, en sesiones de una hora de duración.
A estas sesiones se puede acudir en pareja, cuando ambos miembros de la pareja desean colaborar y resolver la dificultad apoyándose mutuamente. Este es el caso más idóneo. No obstante, en gran número de ocasiones la pareja puede no estar disponible –por diversos motivos: como horarios de trabajo, desmotivación, etc- y en tal caso la terapia sexual puede llevarse a cabo de manera individual.
A veces las personas se desaniman tras las primeras sesiones si no obtienen resultados inmediatos. Sin embargo, la terapia sexual no aporta soluciones mágicas; aunque a veces la mejoría es rápida, lo más habitual es que el proceso terapéutico dure un tiempo, dependiendo de una gran diversidad de factores, como son los factores personales, el tiempo de duración del problema, el modo en que está afectando a la relación de pareja, la intensidad de la autoobservación, los niveles de estrés, etc.
Otro motivo de abandono de la terapia sexual es no encontrar el momento de llevar a cabo las actividades en pareja entre sesiones o, simplemente, no desear hacerlas. En ese caso se suele anular la visita, lo que suele ser el principio de un final casi inminente de la terapia. Ante esta situación, lo idóneo es ir de nuevo a la consulta y comentar las dificultades que se están encontrando para llevar a cabo estas actividades, pues es en ello donde se va a ir encontrando la solución.
Por tanto, iniciar una terapia sexual implica un compromiso con la terapia, tanto por parte del profesional de la sexología como de la persona afectada por la dificultad (en la terapia sexual individual) como de ambos miembros de la pareja (en el caso de terapia sexual en pareja). Este compromiso es uno de los factores clave para el éxito de la terapia.
Qué profesionales realizan la terapia sexual
Como se ha ido viendo, las dificultades, problemas y disfunciones sexuales pueden tener diferentes causas y por ello los profesionales que las tratan pueden pertenecer a campos profesionales diferentes. En general, la terapia sexual la llevan a cabo psicólogos y médicos que tengan formación especializada en sexología.
Los médicos podrán llevar a cabo terapia farmacológica y diagnosticar si hay alguna patología o condición médica de origen endocrino, neurológico, vascular o farmacológico que causa el problema, así como dar el tratamiento médico y farmacológico adecuado. Un ejemplo puede ser la disfunción eréctil provocada por alteraciones hormonales, diabetes o el efecto de fármacos que interfieren en la respuesta sexual.
Los psicólogos podrán intervenir cuando se trata de dificultades sexuales de origen psicógeno. La gran ventaja de esta intervención es que una vez solucionado el problema sexual la persona es autónoma y no dependerá de un fármaco en su desempeño sexual. En el caso de las dificultades en la erección, el origen psicógeno puede ser debido a la autoobservación, la ansiedad de ejecución, el temor de la reacción de la pareja, un alto nivel de autoexigencia o el estrés, entre otros.
Existen otros profesionales que también se forman en sexología y que pueden llevar a cabo intervenciones sexológicas. Por ejemplo, los fisioterapeutas pueden actuar directamente sobre las estructuras afectadas y su funcionalidad, contribuyendo a resolver casos de dispareunia y vaginismo; los coaches sexuales pueden animarte a mejorar tu desempeño y motivarte para ello; otros profesionales están especialmente preparados para la educación sexual y el asesoramiento en adolescentes y jóvenes, etc.
En ocasiones se requiere la colaboración interprofesional para resolver el problema o la disfunción, ya que cada profesional tiene sus puntos fuertes que son propios de su disciplina y de la formación especializada que haya recibido, así como de sus habilidades terapéuticas.
Todos estos profesionales conforman el amplio y variado grupo de profesionales de la sexología o sexólogos. Por ello, a la hora de elegir a un profesional, es importante saber cuál es su formación y, si ésta, es la más adecuada para resolver tu problema.
Por supuesto cada profesional tiene su estilo personal, así que a la hora de elegir a tu terapeuta es importante que te sientas bien y puedas confiar en su potencial terapéutico para llevar a cabo el proceso con confianza y esperanza.
Para saber más sobre la Terapia Sexual
Libros para profundizar en aspectos significativos de la terapia sexual
Existen diversas publicaciones que te ayudarán a profundizar en aspectos relevantes de la terapia sexual, y que pueden considerarse una fuente de información fiable. Sin duda existe una amplia bibliografía relacionada con el hecho sexual humano y la terapia sexual, y por tanto, la bibliografía referida a continuación no es más que una pequeña muestra seleccionada para que los lectores puedan introducirse en el tema.
Bibliografía general sobre terapia sexual
- Cabello, F. (2010). Manual de Sexología y terapia sexual. Madrid: Editorial Síntesis.
Este manual presenta un recorrido detallado por todos los trastornos y dificultades sexuales, abordando la cuestión desde una perspectiva multidisciplinar: médica, psicológica y sexológica, aportando definiciones conceptuales, aspectos relevantes de la etiología, investigaciones e intervenciones sexológicas y farmacológicas para cada trastorno y dificultad con la que se encontrará el profesional de la sexología en su consulta o el paciente en su dificultad. - Cueto, M.A. (2006). Sexo en la pareja. Madrid: Biblioteca Nueva.
Este libro aborda la sexualidad en la pareja y las dificultades que ésta puede ir encontrando en su devenir relacional, abordando la evaluación y el tratamiento de cada una desde un punto de vista psicológico y sexológico. - Green, Sh. Y Flemons, D. (2009). Manual de terapia sexual breve. Barcelona: Paidós.
Se trata de una compilación de artículos de psicólogos y terapeutas expertos en sexología y terapia sexual, que abordan diferentes enfoques actuales de cómo tratar los problemas sexuales y de pareja desde una terapia sexual breve, multi contextual, relacional o narrativa.
Bibliografía específica sobre dificultades y trastornos
Eyaculación precoz:
- Matesanz, A. (2005). La eyaculación precoz. Madrid: Biblioteca Nueva.
- Seco, K. (2016). Cómo solucionar la eyaculación precoz. Manual de autoayuda. Madrid: Editorial Síntesis.
Dificultades en el orgasmo:
- Heiman, J. R. y LoPiccolo, J. (2000). Alcanzar el orgasmo. Una guía para explorar la sexualidad femenina e incrementar el placer. Barcelona: Océano Ámbar.
- Matesanz, A. (2009). El placer sexual. El orgasmo en la mujer y en el hombre. Madrid: Biblioteca Nueva.
Vaginismo y dispareunia y otras dificultades sexuales en la mujer:
- Arancibia, G. (2002). Placer y sexo en la mujer. Madrid: Biblioteca Nueva.
Autoconocimiento, recursos y educación sexual:
- Burgos, G. (2012). La masturbación. Guía práctica para mujeres, hombres y parejas. Barcelona: De Vecchi Ediciones.
- Burgos, G. (2011). Proyecto tabú. Todas nuestras fantasías sexuales al descubierto. Madrid: Editorial Fundamentos.
- Molero, F. (2007). Sexo joven. Barcelona: Marge Books.
Ejemplos de terapia sexual en vivo
La terapia sexual suele transcurrir en la consulta del profesional de la sexología y luego, entre sesiones, la pareja realiza una serie de tareas para casa. Aunque no es habitual la atención a domicilio en la terapia sexual, este video ilustra el modo en que pueden transcurrir las sesiones de terapia sexual y el modo en que se desenvuelven las parejas en ella.
Algo importante a destacar es que la terapia sexual no está pensada solamente para parejas heterosexuales, sino que contempla toda la diversidad sexual existente.
El enfoque de esta terapia sexual es un enfoque sexológico cognitivo-conductual fundamentalmente:
La voz de los expertos
Los congresos y jornadas de sexología, cursos y conferencias, son una buena fuente de información para comprender cómo se plantean los profesionales de la sexología la intervención sexológica, y en lo que corresponde a ésta, la terapia sexual, en dificultades y trastornos sexuales.
Los profesionales que hablan a continuación presentarán el análisis de casos clínicos, el abordaje fisioterapéutico y aspectos filosóficos del hecho sexual humano que se relacionan de forma esencial con la terapia sexual. Es importante tener en cuenta que la terapia sexual no solo se centra en la salud sexual, sino también en todo aquello que involucra al hecho sexual humano y su contexto.
Trastorno de la excitabilidad
Un caso de trastorno de la excitabilidad desde un enfoque biomédico de la terapia sexual, por Francisco Cabello:
Dificultad en una pareja de larga duración en la etapa del envejecimiento
Un caso de dificultad en una pareja de larga duración en la etapa del envejecimiento, y la importancia de no separar la terapia de pareja y la terapia sexual desde el enfoque sexológico sistémico y de la sexología sustantiva, por Ester Pérez Opi:
Fisioterapia aplicada a la sexología
Qué puede hacer la fisioterapia aplicada a la sexología en la solución de determinadas disfunciones sexuales, por Laura Pastor:
Hecho sexual humano desde la sexosofía y la sexología sustantiva
Más allá de la terapia sexual pero en su fundamento, el hecho sexual humano desde la sexosofía y la sexología sustantiva, por Joserra Landarroitajauregi:
Sexo desde la sexología sustantiva
El concepto del sexo desde la sexología sustantiva, por Efigenio Amezúa:
Información complementaria sobre Terapia Sexual
Puedes obtener más información sobre Terapia Sexual visitando:
Georgina Burgos Gil es graduada en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya y Licenciada con grado en Ciencias Biológicas y Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación ambas por la Universidad de Barcelona. Es psicóloga sanitaria, sexóloga, terapeuta de pareja y autora de diversos libros sobre el hecho sexual humano y narrativa.