Mi forma de trabajar es muy completa y, a su vez, sencilla:
Tomo información de la persona que representa el síntoma o problema por el cual viene a terapia. Hago un genograma de la familia de origen y actual. Veo el síntoma o la necesidad de poner el remedio.
Analizo el guión/es que durante muchas generaciones se repite. Ya que el problema se repite y se repite, generación tras generación, cadenas. Aunque a veces pueda saltar una generación, el problema está latente y se representa, consciente e inconscientemente, hasta que se pone el remedio.
Una vez que se descubre el guión que mantiene el problema, se trabajan, éste y los guiones que trataban de ocultar el guión primero. De forma que, una vez trabajado, lo que era un problema o síntoma será la sabiduría.
Enfermedades de toda índole pueden sanar si en verdad se trabaja el guión que la mantiene. Hasta el cáncer se puede curar, si así se decide. Algo que parece increíble, ¿verdad?, pues sí, hasta el cáncer se cura. Enfermedades como adicciones, trastornos emocionales, de la alimentación, del sueño, miedos, fobias, ansiedad, problemas sexuales, autoestima baja, hipertensión, reuma, corazón, estomacales.
Trabajar el guión, corregirlo y poner lo que falta, es ser consciente del verdadero poder que poseemos, es ser consciente de la sabiduría, del DON, y esto es lo que sana. El guión esconde el don. Cuando dejas de mirar el guión, y eres consciente del don, sanas.
Trabajar a este nivel de profundidad, implica un cambio total, un desafío. Y tengo que decir que: lo que más nos asusta, es ser conscientes del verdadero poder que poseemos, tanto para enfermar, como para sanar.
La terapia que aplico te conduce a la verdad de tu propio ser, tu realidad, tu plenitud; es un camino, una forma de liberarte de todo síntoma y vivir en armonía con seguridad y confianza. Es una invitación a SER CONSCIENTE, a no dejarte en la creencia de ser un “¡ay! Pobre de mí”, que dicta el guión.