La terapia craneosacral es tan suave y segura que es apropiada para personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés, así como durante el embarazo y posparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad.
Al tratarse de una terapia global de todo el cuerpo, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición, incrementando su vitalidad y permitiendo utilizar sus propios recursos de autocuración.
Situaciones que pueden responder favorablemente a la terapia craneosacral: Alergias, Alteraciones de la ATM, Ansiedad, Artritis, Artrosis, Asma, Bronquitis, Ciática, Depresión, Diabetes, Dificultad en el embarazo, Dolor articular, Dolor y tensión, Escoliosis, Estrés, Hernias, Hiper o hipotiroidismo, Hiperactividad, Insomnio, Lesiones deportivas, Lumbago, Migrañas, Neuralgias, Parálisis facial, Problemas digestivos, Secuelas de accidentes, Sinusitis, Zumbido en los oídos