Psicoterapia Cognitiva e Hipnosis Clinica por CHC y Practitioner en PNL por Universidad Camilo José Cela.
La teoría cognitiva parte de la premisa de que nuestros pensamientos, conscientes o no, son la base de nuestras respuestas emocionales. Nuestros pensamientos tienden a automatizarse y podemos afirmar que en la mayoría de los trastornos psicológicos, existen pensamientos disfuncionales que han sido aprendidos en la relación con nuestro entorno.
La forma en que interpretamos la realidad puede ser modificada. Cuando cambiamos nuestros pensamientos automáticos distorsionados, somos capaces de recuperar el bienestar emocional y enfrentarnos adecuadamente a las demandas de nuestro ambiente vital.
Este cambio es el que ayudamos a realizar al paciente. Es un trabajo en el que en realidad estamos enseñándole a romper las sugestiones negativas que ha asimilado. Por ello, encontramos un punto de conexión con la hipnosis que resulta particularmente interesante. Albert Ellis, uno de los principales artífices de la terapia cognitiva ha señalado que la hipnosis puede catalizar esa modificación del pensamiento irracional a que nos hemos referido.
La terapia cognitivo-conductual puede ser aplicada con o sin hipnosis. Recientes investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas demuestran que este enfoque de tratamiento se caracteriza por su eficacia y brevedad.
La experiencia con los pacientes confirma que podemos pensar de una forma más racional sin por ello perder nuestra personalidad o despojarnos de nuestros sentimientos más humanos, mejorando nuestra calidad de vida.
La regresión hipnótica y la Linea del Tiempo (PNL) son técnicas que tienen como utilidad que el paciente acceda a una serie de memorias que habitualmente están fuera de su recuerdo. La regresión conlleva por tanto una revisión de una serie de hechos que están conectados de algún modo con la situación presente pero que forman parte del pasado.
Bajo hipnosis, existe un mejor acceso a sus recuerdos, y en algunos casos podemos hablar de hipermnesia. No obstante, destacamos que no todas las memorias que la persona experimenta y verbaliza en el estado hipnótico se corresponden con la realidad: hay que tener en cuenta la posibilidad de fabulación o de distorsiones.
A pesar de estas limitaciones, la regresión puede ayudar al terapeuta a manejar la relación del paciente con su historia personal de un modo muy eficaz; las experiencias traumáticas suelen estar asociadas en mayor o menor medida a la aparición de amnesia posterior a los hechos. Algunos autores consideran que dicha amnesia no dejaría de ser una medida de autoprotección, un mecanismo que nuestro cerebro utiliza para aislarnos del dolor emocional, lo que en principio puede entenderse como una medida de profilaxis; sin embargo, ese mismo recurso de defensa puede dar lugar a una serie de complicaciones. Esto ocurre sobre todo cuando algo que en el pasado nos resultó útil se repite de manera involuntaria e indiscriminada en la actualidad.
La hipnosis nos debería conducir atrás en el tiempo a eliminar esa amnesia que ya no nos resulta saludable desde el punto de vista psicológico, pero además nos puede llevar a entender mejor toda la trayectoria de un proceso, o nos puede ayudar a recuperar recursos internos de los que antes disponíamos.
Son muchas y muy variadas las posibilidades de la regresión. Cuando estamos hablando de esta vida es cuando en general disponemos de una herramienta terapéutica muy útil, matizando que la verdad de los hechos rememorados puede ser en ocasiones muy subjetiva.
En la Hipnosis Ericksoniana se crea un clima en el que se reduce la actividad consciente. Se favorece que el inconsciente de la persona genere sus propios recursos creativos y dé solución a sus problemas. Se parte de la base de que la hipnosis es un estado natural que acompaña diversos estados de nuestra vida. Por ello, se utilizan los mecanismos de trance que la persona puede producir desde su individualidad. Las sugestiones son preferentemente indirectas y en la Psicoterapia Ericksoniana la hipnosis se puede incluso realizar de forma conversacional, sin inducción formal de trance.