Joseph Pilates creó el Método para recuperarse de sus propias lesiones físicas. Su encarcelamiento, en la primera guerra mundial, le hizo posible llevar todos sus conocimientos al campo de la rehabilitación y comprobar como su visión del ejercicio podía ser aplicado a la recuperación de pacientes encamados. Con el Método Pilates trabajaremos para eliminar las tensiones y corregir las malas posturas, estirando y fortaleciendo los músculos que protegen a la columna vertebral y que son responsables de la salud de la espalda. El trabajo será adaptado a cada persona, acorde a cada patología preexistente y funcionalidad específica.
Pilates trabaja la musculatura tanto de forma excéntrica como concéntrica, lo que además de tonificar el músculo lo alarga. Esta es la gran diferencia que posee Pilates sobre otras formas de entrenamiento, que terminan provocando mayor rigidez a la espalda.
Cada vez más médicos recomiendan el método pilates a sus pacientes, incluyendo pacientes adultos de edad avanzada ya que este eficaz método sirve para oxigenar los músculos y lubricar las articulaciones.
Es una práctica que relaja y fortalece cuerpo y mente, pero como todo lo relacionado con la salud, ha de ser contemplado como un método que requiere seriedad, profesionalidad y compromiso del paciente.
Los resultados en el cuerpo comienzan a notarse a las pocas semanas de comenzar con los ejercicio pilates. Es fundamental realizar cada ejercicio con precisión tal como lo explique el instructor a cargo ya que si no se realizan con precisión no se lograran los mismos resultados.
El método pilates proporciona al cuerpo más beneficios que los deportes aeróbicos, ya que no busca quemar grasa y calorías sino fortalecer la musculatura y por sobre todo la conciencia corporal.
Una clase completa del Método Pilates debería combinar el trabajo en colchoneta (en suelo) y el trabajo en aparatos (cadillac, reformer, silla, etc).
Los ejercicios pilates de suelo son el centro del método. Es lo que primero inventó Joseph Pilates, luego se sumaron las maquinas y accesorios. Los ejercicios son una serie de ejercicios diseñados con un orden determinado en el cuál actúa el musculo principal y músculos secundarios.
Es un trabajo intenso ya que el cuerpo está ejercitándose constantemente en contra de la fuerza de la gravedad, por eso los ejercicios de suelo pueden resultar un poco duros al principio. Este es uno de los motivos por el que surgen las máquinas, para facilitar y preparar el cuerpo y conseguir ejecutar los ejercicios en la colchoneta de forma saludable y eficaz.
Los ejercicios pilates en los aparatos se caracterizan por el esfuerzo en contra o a favor de una serie de muelles, de diferentes intensidades. Los aparatos ayudan a mover el cuerpo pero también ofrecen la posibilidad de desafiar la ejecución de un ejercicio que ya se realiza correctamente.
Las máquinas de Pilates permiten desde la recuperación de la movilidad de una persona encamada, hasta el perfeccionamiento de la técnica de un deportista profesional. El entrenamiento de Pilates es entretenido y la mejoría de los resultados visibles incentiva a los alumnos a seguir eligiendo la práctica de este eficaz método.
Importancia de la Respiración en los Ejercicios
En el Método Pilates la respiración es fundamental, es uno de los principios claves ya que ayuda a controlar los movimientos, permite oxigenar los músculos, facilita la estabilización de la columna y la movilización de las extremidades, ayuda a relajar la musculatura y a ser consciente de las tensiones acumuladas en el cuerpo.
La respiración es parte integral de cada ejercicio de Pilates, siendo siempre coordinada con el movimiento de tal modo que contribuya a dirigir la energía a la zona que se está trabajando.
La técnica de respiración adecuada aplicada durante los ejercicios pilates ayuda al relajamiento muscular, evitando cualquier cansancio o stress innecesarios por lo cual la sesión de Pilates comienza con unos minutos de concienciación en la respiración para poder tomar consciencia de las tensiones del cuerpo y ayudar a relajar la musculatura.
El Método Pilates enfatiza la importancia de mantener el torrente sanguíneo puro. Por ello, para que el modo de respirar sea correcto, considera que las exhalaciones deben ser fuertes y seguidas de inhalaciones profundas que permitan un completo inflado de los pulmones, ya que al inhalar dirigimos oxígeno hacia los pulmones y mediante ellos realizamos una efectiva oxigenación de cada una de las células a través del torrente sanguíneo.
Durante la ejecución de los ejercicios pilates, el Método utiliza una técnica de respiración específica que permite no sólo liberar el cuerpo de cualquier tensión innecesaria (en particular cuello, hombros y zona media de la espalda) sino que, además, provoca la activación de los abdominales transversos tanto en la inhalación como en la exhalación.
Como regla general en Pilates, mediante la inhalación llenamos los pulmones de aire preparando con ello el movimiento de cada ejercicio, siendo a continuación soltado a través de la exhalación mientras el movimiento se ejecuta. Además, el método respiratorio de Pilates permite activar correctamente los músculos abdominales transversos consiguiendo así mantener estable la región lumbo-pélvica durante la ejecución de los ejercicios pilates.
Respiración Torácica Diafragmática Intercostal
El Método Pilates utiliza la respiración torácica, diafragmática o intercostal. El objetivo de este tipo de respiración es utilizar los músculos del tórax y la espalda para ampliar la caja torácica lateralmente permitiendo así que los pulmones se expandan pero sin necesidad de expandir el abdomen.
Al expandir el abdomen durante la respiración los músculos abdominales se estiran y con ello dejan de sostener la parte baja de la espalda quedando esta desprotegida. Por ello el Método Pilates enfatiza un tipo de respiración que evite la expansión abdominal.
La Respiración
En la respiración de Pilates se inspira por la nariz y se exhala por la boca. Durante la inhalación las costillas se abren hacia fuera y hacia arriba al mismo tiempo que la columna vertebral se alarga hacia arriba logrando con ello llenar los pulmones de oxígeno al máximo. Al inhalar es muy importante no relajar los músculos abdominales para así evitar perder la alineación postural y utilizar los músculos no adecuados durante la ejecución de los ejercicios.
La Exhalación
La exhalación facilita la contracción de los músculos abdominales ya que anatómicamente durante ella se produce un encogimiento a nivel de la caja torácica "hacia dentro y hacia abajo". Al exhalar el diafragma se eleva generando así un empuje de los músculos abdominales hacia dentro, lo cual crea un centro de energía o "Mansión del Poder" fuerte, que es fundamental para el proceso de estabilización del núcleo.
La respiración debe ser en todo momento lenta, continua y durante ella, debe procurarse realizar inhalaciones y exhalaciones de la misma duración para así permitir un óptimo intercambio gaseoso oxígeno-dióxido de carbono en el cuerpo. Como regla general, en Pilates la duración de las inhalaciones y exhalaciones varían en función del nivel del alumno, siendo recomendado 3 tiempos de inhalación y exhalación para alumnos principiantes, 5 tiempos para alumnos de nivel intermedio y 8 tiempos para alumnos avanzados.
Pilates para tratar problemas de Artrosis
La artrosis es un trastorno del sistema esquelético que provoca de manera paulatina el desgaste de los cartílagos articulares. Se trata de una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta tanto a jóvenes como a ancianos, aunque su incidencia se incrementa con el avance de la edad, por lo que se considera como un trastorno frecuente en la Tercera edad.
Es una patología que suele afectar a la totalidad de los cartílagos articulares aunque generalmente afecta con mayor intensidad a las articulaciones que soportan mayor peso. Las articulaciones a las que afecta con mayor frecuencia son las de las manos, las rodillas, la cadera y la columna.
A pesar de que la artrosis es la más común de las enfermedades reumáticas, todavía no se conocen con certeza sus causas, sino que se considera que los factores que la originan son múltiples.
Entre los agentes desencadenantes se encuentran factores mecánicos, traumáticos, metabólicos, ambientales y hereditarios. Además, la artrosis podría tratarse de una afección secundaria a otras enfermedades que causan el deterioro y la deformidad articular o bien ser originada por repetidos traumas articulares.
En cuanto a su tratamiento, en la actualidad no existe ninguno específico ni definitivamente curativo. No obstante, es posible encontrar una amplia variedad de recursos para poner freno a las deformaciones que podrían provocar la incapacidad.
La clave para prevenir su aparición y reducir sus efectos consiste en mantener la movilidad y la estabilidad de las diferentes articulaciones del cuerpo, lo cual se logra practicando regularmente ejercicios de bajo o nulo impacto, integrales y equilibrados. Son pocos los sistemas de ejercicio que reúnen estas características, siendo el Método Pilates el más indicado entre todos ellos.
La técnica de Método Pilates es muy recomendada en casos de artrosis ya que con ella se realizan ejercicios para favorecer el movimiento articular, irrigando y dando tono a los ligamentos y drenando la articulación. De este modo se logra mejorar la estructura de sostén de la articulación, fortaleciendo y flexibilizando todos los grupos musculares que amortiguan la carga y así aliviar los dolores, mejorar la movilidad de la articulación afectada e, incluso, revertir el curso deformante de la enfermedad.
Por ello, los ejercicios del Método Pilates, mediante sus movimientos suaves realizados de forma muy controlada, son una eficaz técnica de rehabilitación para los afectados por esta patología.
No obstante es fundamental que la práctica del Método Pilates se realice bajo la supervisión de profesionales cualificados ya que la artrosis es una condición que aumenta el riesgo de ocurrencia de lesiones durante la práctica de ejercicio físico. Además, es necesario que el instructor adecue los Método Pilates en función de las limitaciones que por el avance de la patología tenga cada persona para así evitar las sobrecargas que puedan aumentar el dolor y que evite siempre aquellos movimientos que puedan agudizar los síntomas.
Practicando el Método Pilates de este modo, generalmente es suficiente realizar dos o tres sesiones a la semana para recuperar gradualmente la movilidad y flexibilidad de las articulaciones mientras se logra un simultáneo y progresivo alivio del dolor asociado a la patología.
Método Pilates para Dolores y Contracturas
El principal objetivo del Método Pilates es la reeducación postural y justamente combatir al sedentarismo. Una de las principales causas que originan los dolores de espalda, suele ser la tensión que acumulan los músculos para vertebrales, ya que no se estiran ni se trabajan adecuadamente, por el sedentarismo y las malas posturas que sostenemos durante gran parte del día.
El área más afectada es la parte baja de la espalda, debido a que esta área soporta la mayor parte del peso corporal. Al no mantener una postura correcta durante el día, ejercemos demasiada presión sobre esta zona de la columna lumbar, creando un exceso de tensión que, a la larga, hace que nuestras articulaciones se resientan y se produzca el dolor.
Con el Método Pilates trabajaremos para eliminar las tensiones y corregir las malas posturas, estirando y fortaleciendo los músculos que protegen a la columna vertebral y que son responsables de la salud de la espalda. El trabajo será adaptado a cada persona, acorde a cada patología preexistente y funcionalidad específica. Pilates trabaja la musculatura tanto de forma excéntrica como concéntrica, lo que además de tonificar el músculo lo alarga. Esta es la gran diferencia que posee Pilates sobre otras formas de entrenamiento, que terminan provocando mayor rigidez a la espalda.