Me considero afortunada ejerciendo el trabajo que sencillamente me entusiasma. A veces suelo decirle a mis clientes, mis manos pueden gustar o no, pero son solo mías. Esto me permite trabajar con una técnica, intención y creatividad exclusiva. Mi técnica en cabina la considero humildemente en "abanico", es decir, si se precisa suelo utilizar más de una terapia en la misma sesión, según motivo de visita efectúo protocolo de trabajo.
En ningún momento las terapias que aplico sustituyen nada, sino que con ellas se intenta llegar a aquellas molestias que no dan una sintomatología para declarar una patología pero que generan disfunciones en el organismo, o bien, como refuerzo a otras ya declaradas.
El objetivo es restablecer el equilibrio y autosanación que tiene ya nuestro propio cuerpo, el cuál se ha podido degenerar por agresiones externas (físicas, emocionales, mentales...)