El coaching te ayuda a afrontar cambios, a lograr objetivos y a superar límites en cualquier ámbito de tu vida. Durante ese proceso, como coach, te acompañaré para que, a través de preguntas y estrategias de introspección encuentres recursos propios que tal vez tenías olvidados para definir mejor lo que necesitas, encontrar la mejor manera de conseguirlo lograr así la mejor versión de ti mismo. Gracias a las herramientas de gestión emocional y de PNL (programación neurolingüística), cada sesión supondrá un avance más en tu camino hacia tu meta y tu desarrollo personal.
Un proceso de coaching tiene una duración determinada que depende del objetivo y las circunstancias del cliente, pero que, por norma general, no supera las ocho sesiones. Hay metas que se logran en tres sesiones y otras que precisan de algo más de tiempo, pero el propósito del coaching es que llegues lo más cerca posible o alcances tu meta. Los recursos que encuentres deberían servirte para toda la vida si el proceso está bien hecho.
En las sesiones se utilizan, sobre todo, preguntas cuyas respuestas son exclusivamente para ti. Preguntas que te ayudarán a ampliar tu visión sobre las cosas y que harán que seas consciente de recursos y motivaciones que tal vez no tengas presentes. También se usan herramientas de Programación Neurolingüística y de Inteligencia Emocional, que te ayudan a acercarte a tu objetivo, facilitando el cambio de estados emocionales y conductas que te estén frenando.
Cada sesión dura entre 45 minutos y una hora y en ese tiempo, tú eres el absoluto protagonista. La misión del coach es ayudarte a que logres tu objetivo, siempre escuchándote con respeto y sin juzgar, procurando un ambiente de confianza y seguridad.