En una sesión, una vez el consultante ha planteado el motivo de consulta, testo mediante kinesiología que técnicas prefiere su sistema para trabajar, de ese modo nos aseguramos de que las informaciones, ubicaciones, especificaciones y correcciones sean las más adecuadas para conseguir el propósito del consultante, teniendo en cuenta el momento vital en el que se encuentra. En una sesión se establecen los mecanismos básicos de control que permitan asegurar una sesión de trabajo centrada sólo en lo que la persona está dispuesta a trabajar y en aspectos que sean fundamentales y prioritarios.
A través de la kinesiología emocional accedemos a los valores, las creencias limitantes y capacitadoras, las distintas condiciones que han formado nuestro “yo” durante la infancia y el embarazo, las diferentes situaciones de crisis que han repercutido negativa o traumáticamente en momentos puntuales o largos períodos, la memoria de nuestra árbol genealógico, la “ganancia” que supone estar enfermo o que las cosas vayan mal, la información de nuestro ADN, la memoria de nuestra alma, y, en definitiva, el propósito de nuestra vida.