El péndulo hebreo tiene unas inmensas capacidades tanto para sanación como para crecimiento personal. Facilita la sanación física, emocional, y es un armonizador muy potente de los campos electromagnéticos.
Está considerado como un método de sanación de alta tecnología, ya que combina la radiestesia con la radiónica a través del idioma sagrado, el hebreo.
Quita diferentes tipos de negatividades: Mal de ojo, magia consciente u oculta, larva astral e implantes energéticos innatos o adquiridos. Esta técnica de sanación sirve para tratar a niños como a embarazadas, tratar problemas de insomnio, dolores de espalda, cabeza, ansiedad, estrés, adicciones, cualquier tipo de dolor o malestar sea manifiesto o todavía creándose en el campo aural. Tiene esa virtud de detectarlo y borrarlo antes de que se cree la enfermedad en el campo físico.
Sirve para acompañar en casos de quimioterapia, para fortalecer su energía vital, como también en casos de magias o contaminación energética de cualquier ámbito. A nivel de crecimiento personal, es muy buena para quitar miedos, inseguridades, bloqueos internos o externos que nos mandan, potenciar nuestras habilidades adquiridas y obtener otras.
También sirve para desbloquear situaciones en concreto que parecen no tener solución, incluso en el alquiler de viviendas o ventas que parecen estancadas sin motivo aparente. Las soluciones parecen presentarse de manera mágica y así es porque se trabaja en un nivel sutil superior, donde intervienen seres de luz de una vibración muy alta quienes traen las soluciones desde la fuente original, o algunos le llaman Dios o Gran Espíritu, desde la filosofía chamánica.
La duración de cada sesión puede variar entre 30 minutos a una hora aproximadamente, dependiendo el caso. Se puede realizar personalmente como a distancia.