Estudié la carrera de Psicología en la Universidad de Salamanca, una decisión motivada por la fascinación que siempre he sentido por la singularidad y el carácter único de cada persona. Desde ese momento, cada conocimiento y experiencia me ha guiado hasta encontrar la corriente de Psicoterapia que se ajusta más a mi visión del ser humano: la Psicoterapia Humanista.
Como ejemplos de modelos que se encuadran dentro de esta corriente se pueden encontrar el Análisis Transaccional de Berne, la Psicoterapia Gestalt de Perls, el Focusin de Gendling, etc., siendo una integración de éstos la base de mi trabajo, sin dejar de lado otras aportaciones, como por ejemplo, las del psicoanálisis o la psicoterapia cognitivo-conductual.
He trabajado con niños, adolescentes y adultos en varios países de Europa y he tenido la suerte de comprobar que, independientemente de la cultura, todos tenemos un potencial humano que dentro de un contexto adecuado, es susceptible de ser desarrollado. Cada persona es única, ha tomado decisiones únicas para adaptarse a su entorno a lo largo de su vida, y de la misma manera tiene el derecho y la capacidad de tomar nuevas decisiones desde la libertad y el contacto con su poder personal.