Diagnósticos equivocados
Nos encontramos en el siglo XXI, donde supuestamente las tecnologías han alcanzado un buen nivel, pero desgraciadamente seguimos padeciendo "Deficiencias orgánicas" que en la mayor parte de las ocasiones están siendo mal diagnosticadas o son achacadas a la edad, males que tienen un preciso diagnóstico y soluciones, y que han sido desveladas gracias a la Medicina Celular y AntiAging.
Deficiencias orgánicas tales como: fatiga crónica, especialmente después de comer, depresión, ganas de comer alimentos como pan y cosas dulces, cambios de humor extremos, sentimientos de rabia (y agresividad), especialmente después de comer alguna comida dulce, hinchazón en el sistema linfático, dolores de tipo menstrual, sudores nocturnos, dolores de pecho y articulaciones, pérdida de memoria, poca coordinación, visión borrosa, dolores de cabeza sin más, vértigo intermitente, insomnio, estornudos, incremento de alergias de la comida y otras, son tratados por sus síntomas y no por la raíz del problema, que en un gran porcentaje, son deficiencias provocadas por Candidiasis.
Otra de las causas de estas "Deficiencias orgánicas" y algunas otras como debilidad muscular, incapacidad para concentrarse y déficit de atención, se producen por un exceso de toxinas o lo que es igual a una intoxicación del organismo, debido a que estamos expuestos a altos niveles de metales como plomo, mercurio, arsénico, aluminio, estaño, níquel, etc, etc. Investigaciones clínicas han demostrado que a partir de determinadas concentraciones, estos elementos son tóxicos y se encuentran fuertemente relacionados con determinados desordenes patológicos como los anteriormente mencionados.
Nos ha tocado vivir en un mundo donde las fuentes de exposición a estas sustancias se han ampliado mucho en relación con la actividad industrial (pinturas, industria de la automoción, cosméticos, industria alimentaria, algunos fármacos, etc.).
En 2005, la OMS (Organización Mundial de la Salud), envió un comunicado, alertando a la población mundial de los altos niveles de mercurio en peces como el atún, la merluza, el pez espada y el tiburón, sugiriendo la limitación en su consumo. Sugiriendo igualmente abstenerse del consumo de estos peces a las madres embarazadas y en período de lactancia pues todos los metales tóxicos pasan por la placenta de la madre al bebé.
Los niveles de toxicidad orgánica por metales pesados aumentan con el transcurrir del tiempo, es decir hay más absorción que eliminación, debido a que el hígado, el encargado de nuestra desintoxicación, no logra eliminarlos por completo.
Es beneficioso para la salud realizar, de manera periódica, desintoxicaciones. El objetivo de llevar a cabo una desintoxicación es, básicamente, limpiarse interiormente, evacuar las toxinas, para así permitir una mejor regeneración celular.
Os recomiendo que este verano pongáis en marcha un plan de desintoxicación, pues con total seguridad "sí estáis intoxicados" y por tanto esos dolores de cabeza, ese cansancio inexplicable acompañado de debilidad muscular o esos cólicos, pueden tener ahí parte de su origen.