Respiración Consciente
Respirar: lo que más veces hacemos al día, lo más necesario en nuestra vida, sin lo que menos tiempo aguantaríamos para mantenernos vivos.... y a lo que menos atención prestamos!
Los ejercicios de respiración consciente son útiles para relajarte y ayudar a aliviar el estrés, la ansiedad, los problemas de insomnio, la sensación de estar presionado, etc. Vitales para aumentar y mantener tu salud física, mental y emocional. Y todo lo que necesitas es un par de pulmones y tu dedicación unos minutos, estés donde estés.
Todos "sabemos respirar", pero las ventajas están en hacerlo conscientemente, esto significa, prestando toda nuestra atención al proceso, observando cómo respiramos, lo que sentimos, las sensaciones, las emociones... sentir la respiración y observarla sin juicio de lo que pase, sin prisa, sin pausa, sin forzar, sin contener, algo sencillo y muy efectivo, que aunque requiere de un poco de técnica y de práctica, te dará resultados insospechados y muy beneficiosos.
- Respiración de equilibrio: Inhalamos contando hasta cuatro, luego exhalamos también contando hasta cuatro (todo por la nariz), procurando un equilibrio entre el proceso de inhalación y exhalación.
Esta respiración ayuda a relajarse, calmar al sistema nervioso, aumentar la concentración y reducir el estrés. - Respiración abdominal: pon una mano en el pecho y otra en el abdomen, inhala profundamente por la nariz, llevando el aire al diafragma (no al pecho), verás que la parte inferior se infla y se crea un ensanchamiento de los pulmones. Debes de hacer esta respiración unas 10 veces lentas por minuto.
Esta respiración relaja enormemente todo el cuerpo, el sistema nervioso, además de una reducción inmediata de la presión cardíaca y sanguínea. - Respiración alternada: siempre en una postura cómoda, tape la fosa nasal derecha e inhale profundamente a través de la fosa nasal izquierda. Al llegar al pico de la inhalación, tape la fosa nasal izquierda con el índice, y exhale a través de la fosa nasal derecha. Después alternamos, inhalando por la fosa nasal derecha, cerramos y exhalando a través de la fosa nasal izquierda.
Esta respiración trae serenidad, equilibrio y unión de las regiones derecha e izquierda del cerebro. Aumenta la concentración y la energía. Te sentirás más despierto y vital. - Respiración de ritmos: comienza con una larga y lenta inhalación, seguida de una rápida y potente exhalación que salga desde la parte de abajo del abdomen. Cuando hayas practicado varias veces, sube el ritmo a un inhalar-exhalar (todo por la nariz) cada 1 o 2 segundos, hasta un total de 10 respiraciones. Parece cansado, pero el resultado es todo lo contrario.
Esta respiración es recomendable al despertar, para empezar el día, para entrar en calor, una actividad para la que nos falta energía y para empezar a despertar a todos los niveles y mirar el lado brillante de las cosas, sacudirá la energía vieja y despertará el cerebro. - Respiración tensión-relajación: inhalamos por la nariz lentamente, contamos hasta 5 mientras se tensan los músculos de una zona del cuerpo, empezando por los pies hasta la cabeza, y exhalamos por la boca mientras relajamos esa parte que hemos contraído.
Esta respiración nos relaja de pies a cabeza aliviando tensiones acumuladas.
Y ahora, ¡a respirar!