La homeopatía, una opción para tratar la gripe
La gripe es un trastorno muy común en los meses de frío, de hecho, de diciembre a febrero se suelen producir picos y es cuando el virus responsable de esta patología está en su pleno apogeo. Como normalmente aparece cuando menos lo esperamos y con fiebre alta, entre 38 y 39º, solemos asustarnos, pero debemos permanecer tranquilos porque la gripe tiene tratamiento.
Muchas personas tienden a preocuparse cuando tienen fiebre, sobre todo, si el enfermo es un niño pequeño. No obstante, es importante no alarmarse porque la fiebre es un mecanismo de defensa del organismo que suele remitir a los dos o tres días, y si persiste es cuando hay que consultar con un médico.
Hay una creencia popular sobre los antibióticos, ya que muchas personas piensan que sirven para curar la gripe, sin embargo es un error. Los antibióticos no sirven para tratar los virus, por eso no tenemos que extrañarnos, ni preocuparnos si nuestro médico nos indica otro tratamiento.
Desde hace un tiempo, la prescripción de medicamentos homeopáticos para el abordaje de la gripe y otras enfermedades, está cobrando fuerza en nuestro país. Por ejemplo, Oscillococcinum, un medicamento homeopático para el tratamiento de la gripe y de los procesos gripales, es uno de los más recordados de forma espontánea entre la población española, lo que refleja ese interés creciente.
Una de las ventajas de la homeopatía es que puede usarse también como tratamiento preventivo, de modo que se puede empezar a tomar Oscillococcinum, unos meses antes del periodo característico de exposición gripal. De esta manera, además de estar cuidando nuestra salud estaremos previniendo posibles contagios. No hay que olvidar que el virus de la gripe tiende a propagarse con facilidad, de modo que si tenemos propensión a ponernos enfermos en los meses de invierno, recurrir a los medicamentos homeopáticos puede ser una opción.
Si hay algo especialmente destacable de este medicamento homeopático, es que carece de efectos secundarios reseñables. Tanto es así, que puede ser administrado a los segmentos de la población que habitualmente han de resignarse a sufrir las consecuencias de la infección, ya que no pueden recibir tratamiento con antigripales convencionales (mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y niños, fundamentalmente) o son alérgicos a ellos o a la propia vacuna.
La ingesta de frutas y verduras, ricas en vitaminas y minerales, también contribuye a prevenir la gripe estacional, que nos visita todos los años con mayor o menor virulencia, pero a la que como hemos mencionado podemos afrontar de forma eficaz.