Objeto mental, meditación y psicoanálisis
Algo que sucedió hace ya unos 15 años, fue llegar al entorno Zen y advertir que los paralelismos con conocimientos milenarios orientales, que jamás habían tenido contacto con occidente, en más ocasiones de las que esperaba, se hacían muy evidentes... algo inesperado.
No solo paralelos, sino que en ocasiones, sorprendentemente, los conceptos son muy iguales, pero además, las palabras o significantes, simplemente son los mismos.
Primero viví la sorpresa, y luego el intento de sacarle partido.
La meditación y los "objetos"
La meditación que sigue el camino de la atención, explica que las distintas producciones mentales son "objetos". Ilustrando un tanto lo explicado, leeremos un par de parágrafos de "Naponitana Thera":
"Si un objeto ejerce un estimuló lo suficientemente fuerte, la atención despierta en su forma básica, o sea como un inicial "tomar nota" del objeto, un "fijarse" en él. A causa de esto, la consciencia rompe a través de la oscura corriente del subconsciente (una función que, según el Abhidhamma -psicología budista-, se ejerce innumerables veces durante cada segundo en que está uno despierto). Esta función de atención germinal, o inicial, es un proceso todavía bastante primitivo, pero de importancia decisiva, constituyendo el primer brote de la consciencia desde su substrato inconsciente.
De esta primera fase, del proceso perceptual, naturalmente sólo resulta una imagen del objeto muy general y confusa. Si se mantiene el interés por el Objeto o si su impacto sobre los sentidos es lo suficientemente fuerte, una atención más estrecha empezará a dirigirse a los detalles. La atención, entonces, se detendrá no sólo en las diversascaracterísticas del objeto, sino también en su relación con el observador."
Más adelante el autor explica que "objeto" es cualquier sensación corporal, recuerdo, imagen palabra, todo lo que la mente puede recibir, percibir o producir.
La teoría del objeto de Melanie Klein
Curiosamente, una gran autora occidental, judía y alemana, psicoanalista, Melanie Klein, desarrolla a principios del siglo XX la teoría del objeto. Justamente le llamamos "teoría de la relaciones objetales". Que se puede traducir como "relaciones de objeto" o "relaciones con los objetos".
Melanie nos describe procesos mentales y emocionales ligados al desarrollo del individuo en los que se coloca en nuestra mente la percepción con asociaciones emocionales, justamente como lo describen las meditadores Zen. Algo que, les aseguro, es un shock una vez conoces el lenguaje hermano y tan exactamente cercano del meditador Zen.
Que alguien judío y alemán, investigando niños y adultos y los resortes mentales del inconsciente, llegue a términos o significantes equivalentes a los de algo tan lejano en ese tiempo, como el budismo, te deja pensando.
Ella sigue luego indicando distintas posiciones de la persona al respecto de sus experiencias con el objeto, en todo un escenario interno de los mismos. Los introducimos dentro mediante la introyección, que tal como dice el budismo, no es sobre la seminalidad del objeto, sino con un surtido de asociaciones personales, esto es, nuevos objetos. Luego hablamos de proceso de proyección, donde nosotros ponemos en el objeto externo más de nosotros y así en un proceso de feed-back.
Aunque su estilo, como he dicho, incluye una perspectiva longitudinal, del desarrollo individual, y la novedad de trabajar con niño, les aseguro que los contenidos son extremadamente similares.
Quizás donde se diferencian más, solo aparentemente, en la solución cuando el conflicto es excesivo, pues M. Klein aboga por la comprensión del contenido y adueñarse de la parte no consciente, en un proceso de reparación del objeto dañado por nuestra fantasía y en el budismo se aboga por la disciplina al respecto del aferramiento y disociación del circuito mental.
Aunque, si profundizas, dicha apariencia en las diferencias se disuelve, pues ambos hablan de la compasión y del Amor como el fundamento último de todo camino de mejora y salud.