¿Qué son los Carotenoides?
Para poder hablar de los Carotenoides, previamente debemos englobarlos dentro de unas sustancias biológicamente activas, llamadas Fitonutrientes. Éstas son sustancias presentes en los alimentos de origen vegetal que no son nutrientes esenciales para la vida, al menos a corto plazo, pero que tienen efectos muy positivos en la salud. Se encuentran de forma natural en las plantas: frutas, vegetales, legumbres, granos enteros, semillas, frutos secos, hongos, hierbas aromáticas y especias.
Un vegetal puede contener varios tipos de fitonutrientes, no solo uno y aunque se encuentran en pequeñas cantidades, su acción es de lo más beneficiosa.
Los fitonutrientes y su acción protectora contra el cáncer
En realidad los fitonutrientes son sustancias sintetizadas por las plantas para su propio beneficio, pero cuando las ingerimos, actúan en nuestro organismo como auténticas medicinas naturales. Así pues, podemos afirmar que tenemos en el mundo vegetal una auténtica farmacia a nuestra disposición.
En general, los fitonutrientes (también llamados fitoquímicos) tienen propiedades protectoras contra el cáncer, protegen el sistema cardiovascular, retrasan el envejecimiento y las enfermedades degenerativas, además de dar color, aroma y sabor a los alimentos. Por tanto, una dieta basada en vegetales puede prevenir enfermedades crónicas características de nuestro mundo occidental.
Los Terpenos y sus beneficios
Existen muchos tipos de fitonutrientes y en el artículo de hoy me gustaría hacer mención de los Carotenoides, grupo perteneciente a los Terpenos, son pigmentos amarillos, naranjas y rojos sintetizados por las plantas. Los más comunes en la dieta occidental son los alfa-carotenos, beta-carotenos, beta-criptoxantina, luteína, zeaxantina y licopeno. Recuerda que cuanto más brillante sea el color de una fruta o verdura, más rico en pigmentos será y por tanto, más rico en fitonutrientes.
El alfa y beta caroteno son los precursores de la vitamina A y están presentes en las zanahorias, fresas, frambuesas, uvas, tomate, apio, limón, papaya, naranja y melocotón.
La betacriptoxantina, luteína, zeaxantina las encontramos respectivamente en las naranjas, judías verdes y maíz.
Y el licopeno es el pigmento caracterísitico del tomate aunque también está en la papaya, sandía y pimientos.
Los carotenoides poseen el mayor número de factores preventivos de enfermedades. La mejor evidencia se halla en los estudios de prevención del cáncer. Cientos de estudios muestran el efecto preventivo de una dieta rica en carotenos y antioxidantes contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Parece ser que personas que necesitan carotenoides deberían abstenerse de fumar y aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, vitamina E y selenio, todos ellos potentes antioxidantes. Ya que a pesar de que en otros estudios mostraron que el betacaroteno por si solo previene el cáncer en una ingesta determinada, en estudios en particular, el Linxon Chemoprevention Study, ha demostrado que son más efectivos en combinación con otros antioxidantes como el caso de la vitamina C, E, selenio, zinc, molibdeno y vitamina B2 y B3.
También existen evidencias de sus efectos positivos en enfermedades cardiovasculares, en el mejoramiento del sistema inmune, candidiasis vaginal y fotosensibilidad.
Las Terapias Nutricionales una de las bases en las que se sostiene a la hora de elaborar dietas personalizadas es en la importancia de aumentar el consumo de frutas y verduras, a ser posible con un elevado porcentaje crudas, pues es en su estado natural cuando los alimentos preservan todas sus propiedades, evitando cualquier perdida por efecto del calor. El mejoramiento que el organismo experimenta es impresionante y sólo cuando lo experimentamos por nosotros mismos somos capaces de reconocer la enorme riqueza que nos ofrece el reino vegetal.