La solución está en tu interior - fibromialgia
La fibromialgia es una dolencia en la que se inflama el tejido conjuntivo y hay alteraciones en el sistema nervioso y en partes del cerebro propiamente localizadas.
Afecta sobre todo a las mujeres y muy especialmente con edades comprendidas entre los 25 y 45 años aproximadamente, con un perfil de mujeres que compaginan la vida laboral, familiar y personal con un nivel de estrés muy alto (normalmente no son conscientes de ello), lo que les provoca una sintomatología de fatiga extrema, mucho dolor muscular y de las articulaciones, insomnio por todas estas molestias difíciles de tratar y pueden llegar a la depresión por la sensación de impotencia y frustración resultado de las escasas soluciones de la medicina tradicional o alopática, que la considera una dolencia de tipo reumática extra-articular, con trastornos del sueño y que produce una gran tensión psíquica y/o ansiedad.
Síntomas de la fibromialgia
Se considera que una persona está sufriendo esta afección cuando son diagnosticados principalmente los siguientes condicionantes:
- Dolor no constante y no localizado durante al menos 3 meses.
- Puntos sensibles en 6 de los puntos semétricos característicos.
- Insomnio.
- Rigidez corporal al levantarse de la cama por las mañanas.
- Agotamiento constante.
- Posibles migrañas y/o trastornos intestinales.
Toda esta sintomatología se agrava con el frio y el estrés, lo que se convierte en un círculo cerrado vicioso.
El estrés en la fibromialgia
En Naturopatía, el estrés se considera una (o la principal) causa de esta enfermedad desde finales del siglo XX, síntoma que debe tratarse principalmente a través del uso de distintas técnicas y terapias.
Es fundamental entender el funcionamiento de este trastorno para poder encontrar la fórmula adecuada a utilizar a la hora de enfrentarse a un caso de este tipo de patología. Es muy importante entender ese "círculo vicioso" en el cual están inmersas las personas que lo sufren y padecen. Básicamente, cuando estas personas tienen dolor no pueden dormir y por eso sufren el insomnio, lo que les pone aún más nerviosos y el estrés aumenta en su vida día a día.
La consecuencia es que, si no se descansa bien y de forma saludable, el cuerpo se resiente (y eso pasa en un estado de salud considerado normal y óptimo, cuanto más en el caso de sufrir fibromialgia).
Así, el malestar muscular también aumenta, se pierde capacidad intelectual por la falta de descanso, aparece la irritabilidad, dificultad para concentrarse en las cosas y cualquier otro síntoma relacionado con el estrés. Todo ello va minando el estado emocional que ya estaba alterado, lo que causó principalmente la enfermedad, aumentando ese estrés emocional y cerrando el círculo, somatizando ese estrés en dolor y los demás síntomas de los que hablamos.
Es por esta razón por la que, personalmente, trato a las personas desde el lado emocional-espiritual, pues en la mayoría de los casos, la base del problema está en un conflicto o trauma emocional importante, pudiendo llegar incluso de la memoria celular, de sus ancestros, y que ni la psicología puede tratar, por lo que yo utilizo terapias de tipo bioenergético para decodificar y tratar desde un sistema preestablecido, con constelaciones familiares, reequilibrio bioenergético individualizado, etc.
No importa cuál es el trauma o quién lo creó, lo que importa es eliminarlo, pues está atrapado en el cuerpo y éste sólo se revela dando señales, gritando que no es suyo, ni lo necesita y, por tanto, no lo quiere. Sólo hay que escucharle desde el corazón, el alma, para ayudarle y proporcionarle lo que necesita.
Un enfoque multidisciplinar
Aplicando una terapia multidisciplinar es como se obtienen resultados, porque un fármaco o sólo un remedio de fitoterapia no se va a ocupar del conflicto emocional y espiritual, sólo aliviará los dolores o molestias, como una máscara, pero no solucionará el problema. Para ello, la forma de elegir los métodos, remedios y terapias más adecuadas en cada caso, debe ser de manera personalizada, según los síntomas concretos de cada persona.
Algunas de las terapias y técnicas naturopáticas que considero beneficiosas para ayudar a mejorar, incluso solucionar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad son:
- Fitoterapia.
- Complementos curativos nutricionales depurativos.
- Prácticas terapéuticas como los baños calientes en bañera y fricciones con aromaterapia.
- Preparados comerciales naturopáticos.
- Flores de Bach.
- Prácticas terapéuticas manuales energéticas.
- Masoterapia.
En los años que llevo dedicándome exclusivamente a las terapias naturales, cada vez me llegan casos más difíciles y siempre la causa primigenia es un trauma interior no solucionado y durante el cual se perdió el enraizamiento y la conexión con el "Ser", ese bebé que fuimos y con el que sentimos y experimentamos desde la consciencia, sin manipulaciones y engaños, sin presión ni condicionantes añadidos, siendo en realidad nosotros mismos en armonía universal.
La enfermedad sólo nos avisa de que algo debemos recuperar o cambiar para sanar.
Muchas veces, cuando he terminado de dar masaje para reconducir la bioenergía a todas las células y órganos de un cuerpo (en definitiva, para reequilibrarlo) el receptor/a me dice: "Es como si volviera a ser joven, me siento como cuando era un niño, no me duele nada y estar tiempo sin tomar nada de medicación, eso no me lo hubiera imaginado nunca".
Entonces yo les digo: "Nadie tiene más capacidad que otros para sanarse, sólo hay que decidir si quiero o no quiero hacerlo y decidirlo con el corazón y amor verdadero a uno mismo, porque la mente y el Ego te dirá que no puedo porque ella tiene miedo y es vaga, cobarde y débil e intentará dominar tus emociones y sentimientos para confundir y que creas que no puedes, pero es como dejar de fumar o no dejarlo, por eso hay personas que lo consiguen y otras no. Entonces, existe el no quiero, no el no puedo". Ya lo decía E. Bach: "Nadie debería perder jamás la esperanza de sanar".
Además, nunca deberíamos tener miedo del nombre con el que se denomina a una enfermedad. En última instancia, se trata sólo de un nombre. No existe ninguna enfermedad que, por sí misma, sea incurable. Esto se puede afirmar con todo derecho, porque se han recuperado personas que padecían una enfermedad cuyo nombre nos asusta a la mayoría de nosotros. Si esto ha sido posible en el caso de ciertos pacientes, también lo puede ser para nosotros. A veces se necesita menos tiempo para que algunas personas se recuperen de una de esas terribles enfermedades que para que otras se recuperen de una enfermedad no tan grave. Todo depende en mayor medida del individuo que de la enfermedad en sí".
También es importante el apoyo psicológico para estos casos, por lo que me apoyo en las constelaciones familiares y en la musicoterapia y Arte.
Desde estas líneas, quiero animar a todas las personas que lean estas palabras y estén sufriendo esta enfermedad, así como a aquellas que tengan seres queridos y conocidos que tal vez estén sufriendo y se sientan perdidas, desanimadas y con pocas esperanzas, para que busquen alternativas y, sobre todo, que profundicen en su interior porque es ahí donde radica la respuesta y la conexión consigo mismo para recuperar el equilibrio y, en consecuencia, la salud a través de su autosanación.
Bienvenido a un reencuentro contigo mismo.